¡Hola! Hoy un capitulo un pelín más cortito que ayer, pero bueno...Gracias a todas las que me leeis, en serio, muchsísimas gracias. ¡Sois las mejores! OsQuiero.
Hope you like it!
(Louis)
Había estado
llorando, bastante al juzgar por sus ojos que estaban rojos. Me sentí fatal al
verla así, tan débil y frágil. La abracé en cuanto me vio, fuerte, muy fuerte y
ella rompió de nuevo a llorar. Sin dejar de abrazarla, cerré la puerta y la
conduje hasta el salón, hice que nos sentáramos en el sofá.
- Tranquila
pequeña, estoy aquí contigo. –dije acariciando su pelo.
No había
dicho una palabra en todo el rato que llevaba allí con ella, me limité a
acurrucarla entre mis brazos, besándola de vez en cuando la cabeza y
repitiéndola que estuviera tranquila. Me estaba destrozando el verla así,
estaba tan distinta, no había su alegría habitual en sus ojos y cualquier tipo
de sonrisa había desaparecido de su cara. Al poco rato me di cuenta de que se había
quedado dormida así que con cuidado la cogí en brazos y la subí a su
habitación, la dejé en la cama echándola una sábana por encima intentando no
despertarla, le di un beso en la frente y me dispuse a salir de la habitación.
- Lou…no te
vayas. –escuché antes de salir por la puerta.
- Solo voy
al baño, en seguida vuelvo. –la sonreí y salí de la habitación. Afortunadamente
no me costó demasiado encontrar el cuarto de baño y volví de nuevo a la
habitación y me senté en un lado de la cama.
- Lou…-dijo
casi en un susurro.
- Dime.
- Gracias…
- ¿Gracias
por qué? –dije mirándola.
- Por no
dejarme sola y…-supongo que iba a empezar a contarme lo sucedido pero la
interrumpí.
- Sh, no
hace falta que digas nada. Duérmete, es muy tarde y estarás muy cansada por
todo. –besé su frente y cerró los ojos.
Al rato se
quedó dormida nuevamente y no recuerdo bien cuando pero yo también terminé quedándome
dormido, tumbado a su lado, abrazándola.
Me desperté
antes que ella y me quedé mirando cómo dormía durante un rato, estaba realmente
preciosa dormida. Me levanté y bajé a la cocina a preparar el desayuno. Un café
con leche y unos bollos que había en la cocina de chocolate y que tenían muy
buena pinta, lo puse todo en una bandeja y subí de nuevo. Entré despacio, sin
hacer ruido, aún no se había despertado, dejé la bandeja en el escritorio y me
quedé observándola sentado en la cama.
- Buenos
días, Bella Durmiente. –dije cuando abrió los ojos.
- Buenos
días, Lou. –dijo incorporándose.- ¿Me has hecho el desayuno? –preguntó sorprendida
cuando me levanté a coger la bandeja.
- No, claro
que no, esto es todo para mi solo que lo traje para darte envidia. –sonrió.-
Vaya, si sonríes de nuevo y todo. –dije dejando la bandeja en la cama.
- Eres un
cielo, ¿lo sabías? –dijo dándome un beso en la mejilla.
- ¿Y eso?
¿Es que soy azul o algo así?
- Eres
idiota. –me dio un codazo mientras reía.
- Auch.-dije
tocándome el brazo.
- Quejica. –dijo
mientras cogía un bollo y le daba un mordisco.
Hice lo
mismo y mientras desayunábamos, hablábamos un poco, intentaba distraerla para
que como Emma me había dicho no se pusiera a darle vueltas a la cabeza.
- ¿Qué
miras? –me preguntó ya que me había quedado en silencio durante un momento.
- Tu
habitación. Es original la decoración. –contesté. Llevaba un rato fijándome en
las paredes, estaban pintadas de un color rosa muy clarito y en vez de tener
posters o cuadros lo que había eran frases pintadas en otro tono más oscuro. Me
había llamado la atención.
- ¿Si,
verdad? –asentí.- Son mis letras de canciones favoritas. –Podía distinguir
algunas de nuestras canciones y algunas eran en español.
- Tuviste
una idea muy chula. –entonces la pedí que me tradujera algunas de las que
estaban en español.
Terminamos
de desayunar y mientras la dejé arriba para que se cambiara de ropa, bajé la bandeja
a la cocina. Cuando estaba fregando las dos tazas, llamaron al timbre y fui a abrir.
Un chico más o menos de mi estatura, castaño y de ojos verdes apareció al otro
lado.
- Vaya,
anoche no quería hacer nada conmigo y ahora hay otro tio en su casa…te aviso
chaval, que pierdes el tiempo con ella, es una estrecha. –dijo en cuanto me
vio.
¡Pum! Fue un
acto reflejo. Le dí un puñetazo. No me pude contener al oir hablar así de ella.
(Carol)
Cuando
terminamos de desayunar y Louis bajó el desayuno a la cocina, me metí al baño a
darme una ducha, lo necesitaba. Me recogí el pelo en una coleta y me puse un
pantalón corto de deporte negro y una camiseta de manga corta rosa. Cuando
salía del baño escuché que llamaron al timbre. Como no escuché quien era decidí
bajar a ver, y cuando iba por las escaleras, vi a cómo Dougie le daba un
puñetazo a Louis y éste se lo devolvía. Corriendo fui hacia la puerta.
- Lou para,
déjalo ya. –dije tirando de su brazo. Tenía sangre en el labio y Doug se
llevaba la mano a la mandíbula. – Lárgate, no quiero verte más por aquí. –dije
dando un portazo, llevándome a Louis de nuevo dentro.
- ¡Es un
gilipollas! –dijo pasándose la lengua por el labio.
- ¿Qué ha
pasado? –le pregunté mirándole.
- No he
podido evitarlo.
- Ven, habrá
que curarte eso. –le cogí de la mano y le llevé al cuarto de baño. Cogí un poco
de algodón y agua oxigenada y despacio lo puse varias veces sobre su labio. No
pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla.
- Eh,
pequeña, ¿porqué lloras? –dijo poniendo su mano en mi mejilla.
- Te han
pegado por mi culpa. –dije bajando la cabeza.
- No te
preocupes. –Levantó mi cara para que le mirara.- Además, le pegué yo primero. No
podía dejar que se fuera de “rositas” después de lo de ayer y de lo que había
dicho –me sonrió y le devolví la sonrisa mientras seguía con el algodón sobre
su labio.
He visto este gran capitulo sin comentarios y no he podido dejarlo asi... Me encantaaaaaaaaaaa me e leido tus fics en desorden, pero me encantan... Continua con make me feel like the first time... Esta de miedo
ResponderEliminarAwwwwwwwwwww muchisimas gracias :D
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