miércoles, 30 de mayo de 2012

Capítulo 38


¡Hola querídisimas lectoras! :) Lo primero de todo pediros un millón de disculpas por dos cosas: por tardar tanto en subir y por que este capítulo es muy cortito. Lo siento, en serio. Pero ambas cosas tienen la misma explicación y es  que estoy un poquito bloqueada con la fic, a ver, sé qué quiero que pase, tengo algunas ideas, y además ya tengo el final pero sigo dando vueltas para encajar las cosas y demás porque quiero que quede bien y que os guste. Mañana espero poder subir otro capítulo  largo y avanzar bastante. 
Para las que no os habéis pasado aún, os dejo mi otra fic de los chicos que parece que (a las que lo leeis) os está gustando bastante :) takemetoanotherworld-fic.blogspot.com 
Seguid dejando vuestros comentarios que ya sabeis que me encantan, y bueno ya me callo y os dejo que leais tranquilamente. Perdón otra vez y que os quiero un montón!.

Hope you like it!

(Rose)

- Ni en sueños.- dije antes de salir por la puerta.
- Más te vale no hacerlo si no será peor, te lo aseguro.-escuché como Ryan gritaba desde la puerta.

Él era el que peor me trataba de todos y el que se atrevía a pegarme cada vez que no le obedecía. Me tenía por su sirvienta y lo peor de todo es que mi padre lo consentía, no hacía nada por evitarlo, incluso estos últimos meses él también me trataba de la misma forma.

Andamos unos 40 minutos antes de llegar al apartamento de Liam. Sacó las llaves y abrió la puerta del portal.

- Es el tercero, la puerta de la derecha.-asentí con la cabeza y empecé a subir las escaleras, él venía detrás. Cuando llegamos, abrió la puerta.- Bueno, bienvenida a tu nueva casa.-dijo con una gran sonrisa.

Entré observando cada detalle a mi alrededor. Era un apartamento precioso. Nada más entrar, a la derecha se encontraba la cocina, más adelante dos habitaciones, a la izquierda un gran salón con una terraza y al fondo el cuarto de baño.

- ¿Te gusta? –dijo abrazándome por detrás.
- Sí, es genial. Muchas gracias por dejarme vivir contigo, Liam.
- No tienes que darlas.
- Si tengo que hacerlo.
- No seas cabezota, anda. –besó mi mejilla.- ven, te enseñaré tu habitación.

Me llevó a la segunda habitación que había visto antes de pasada, tenía un gran armario, las paredes pintadas de azul clarito, una cama en el centro con una mesilla al lado y algunas estanterías. Dejó mi maleta en el suelo.

- Es toda tuya. Dejo que te instales y esas cosas, estaré en el salón.-me sonrió antes de salir de la habitación.

Me tiré en la cama, resoplé mirando al techo. Aún no terminaba de creerme lo que había echo sobre todo lo de estar viviendo con Liam. Es absolutamente un chico adorable, no hay nadie en el mundo mejor que él, de eso estoy completamente segura.

Me levanté para coger la maleta, abrirla y empezar a colocar la ropa que me había dado tiempo a coger. Fui poniéndolo todo en el armario y en los cajones. Después coloqué en la mesilla un marco con una foto que tenía con las chicas y salí al salón. Liam estaba sentado en el sofá viendo la tele.

- ¿Ya has colocado todas tus cosas?.-dijo haciéndome un sitio.
- Sí, ya está cada cosa en su sitio.-sonreí sentándome a su lado.- ¿Qué ves?
- Nada interesante.-reímos.
- Liam.-dije apoyando la cabeza sobre su hombro.
- ¿Qué pasa? –preguntó mirándome.
- ¿Por qué haces todo esto? Quiero decir…-me interrumpió.
- Sé lo que quieres decir, por qué te he traído a vivir conmigo si hace apenas unas semanas que nos conocemos y bla, bla, bla.-reí.
- Sí, eso exactamente, ¿me lees la mente o qué señorito Payne?-dije.
- Hm es posible, sí.-ahora rio él.- ¿Qué quieres que cenemos?
- Lo que tengas por ahí.
- Pues vamos a ver que hay.-se levantó del sofá y le acompañé hasta la cocina.

Después de mirar en la nevera nos pusimos a preparar la cena entre alguna que otra risa. Pusimos la mesa y nos sentamos a cenar, seguimos hablando de cosas, él intentaba hablarme de cosas graciosas haciendo lo posible para que mi mente no volviera a todo lo que había ocurrido hoy. Después de recoger, nos sentamos de nuevo en el sofá a ver una película y cuando terminó, nos fuimos a dormir, había sido un día duro.

- Buenas noches, Ro.-me dijo entrando en su habitación.
- Liam.- le llamé antes de que se fuera.-
- ¿Sí? –preguntó volviendo a la puerta.
- Aún no me has contestado a la pregunta de antes.-dije mirándole.

jueves, 24 de mayo de 2012

Capítulo 37


¡Hola queridísimas lectoras! Aquí tengo otro capítulo más para vosotras :) Os dejo el link de mi otra fic que a algunas de vosotras os está gustando mucho :') takemetoanotherworld-fic.blogspot.com Como siempre, millones de gracias por leer y por comentar, ¡sois geniales! de verdad y si no fuera por vosotras no seguiría escribiendo, eso está claro. Os quiero.

Hope you like it!

(Emma)

Llevaba todo el día muy aburrida en casa, mi hermana había empezado el instituto y como estaba castigada no podía salir de casa. No dirigía la palabra a mis padres, no me parecía justo que con casi veinte años me castiguen como una niña pequeña, así que solo he bajado para comer y he vuelto a subir a mi habitación. Llevo encerrada toda la tarde, ya no sé qué hacer, hasta escuchar música me aburre en estos momentos. Al rato alguien llamó a la puerta de mi habitación, era mi madre, claro tuve que contestar.

- ¿Qué quieres? –grité. Estaba realmente enfadada desde anoche.
- No seas maleducada por favor Emma y abre la puerta.-me levanté de la cama de mala gana y fui a abrir la puerta.
- ¿Se puede saber qué pasa? –dije abriendo la puerta. Alucinando me quedé cuando lo vi.
- Ha venido este compañero tuyo de clase a preguntarte algo, estás castigada pero si el muchacho necesita algo no es su culpa.-dijo mi madre.
- Claro, claro.-dije mirándole.
- Os subiré algo de beber.
- No mamá, no hace falta, ¿verdad? –dije y el negó con la cabeza.
- Gracias de todas formas.-respondió él y mi madre nos dejó a solas, entró en la habitación y volví a cerrar la puerta. En cuanto estuvimos solos los dos de nuevo, me abalancé sobre él y le besé. Había echado de menos esos labios.
- Así que un compañero de clase, ¿no? ¿Qué pasa? ¿No sabes hacer la matrícula? –dije riendo mientras nos sentábamos en la cama, acercándome a él.
- Exacto, soy medio tonto, no sabía rellenar el hueco del nombre y demás.-reímos antes de que me besara de nuevo.
- Si nos pillan, se alargará el castigo.-dije dejándole de besar.
- No, no, eso no.-rió.- ¿Cuándo se supone que termina tu tortura? –preguntó apoyando la espalda en la pared.
- ¿La semana que viene? –dije poniendo mi cabeza en sus piernas.- No lo sé seguro, ¿por?
- Por ir haciéndome a la idea de cuantos días voy a estar sin ver a mi chica.
- Espero que no sean muchos.

Se quedó conmigo el resto de la tarde hablando sobre un montón de cosas. Bueno, al menos el día no terminaría tan mal como lo había empezado.

(Rose)

Casi habíamos llegado a mi casa, tenía la esperanza de que no hubiera nadie, que hubieran salido a tomar algo y pudiera coger las cosas tranquilamente y largarme de allí sin que hubiera ningún problema. No quería líos y mucho menos que Liam saliera perjudicado por mi culpa después de lo que estaba haciendo por mí. Saqué las llaves del bolso y abrí la puerta.

- ¿Hay alguien en casa? –grité y no obtuve respuesta.

¡Bien! Justo lo que quería.

- Parece que no hay nadie, vamos.-entramos en casa, subí a mi habitación y Liam me siguió.- Si nos damos prisa, a lo mejor terminamos antes de que vuelvan.
- No tengas miedo de que lleguen.-me cogió del brazo.- Estoy aquí, no te van a volver a poner la mano encima.-asentí con la cabeza.

No alcanzaba a coger la maleta así que le pedí que la bajara. Metimos toda la ropa del armario y de los cajones. Estábamos casi  terminando, solo faltaba recoger algunas de mis cosas como fotos y eso cuando escuché la puerta.

(Liam)

Metíamos todo sin cuidado en la maleta, ella tenía prisa por salir de allí antes de que pudieran volver. Entonces, escuchamos la puerta, debían de ser ellos. En seguida, ella se puso detrás de mí, tenía miedo. Me giré para mirarla, acaricié su mejilla y la di un beso en la frente mientras la susurraba que estuviera tranquila. Cerré la maleta, agarré su mano y bajamos a la planta de abajo. Cuando íbamos a salir una mujer se puso en el medio, cortándonos el paso.

- ¿Dónde te crees que vas, Rose? –la preguntó apoyando las manos sobre sus caderas.- Peter, creo que tu hija quería fugarse.-gritó al que supuse que debía ser su padre e inmediatamente él y el chico de antes aparecieron también.
- No van a impedir que salgamos de aquí ahora mismo.-dije.
- Rose, ¿éste es el pringao que te tiras todas las noches? –dijo Ryan sonriendo maliciosamente.
- No te metas con él.-dijo ella que estaba detrás de mí.
- No te preocupes, Ro.- susurré y apreté su mano.- Vámonos. –dije tirando de ella hacia la puerta pero esta vez el padre fue el que se interpuso en nuestro camino.
- No vas a ningún lado. Eres mi hija y te vas a quedar aquí.
- ¿Es su hija y permite que la maltraten? Me parece que no tiene ningún derecho de obligarla a que se quede.-dije.
- Soy mayor de edad, puedo irme si quiero.-dijo Rose.
- ¿La estás oyendo? ¿Vas a permitir que se vaya? –dijo la mujer.
- Déjala que se vaya, ya volverá pidiendo perdón.-contestó su padre apartándose de la puerta. La abrí y salimos.
- Ni en sueños.-dijo Rose antes de que saliéramos de allí.

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 36


¡Hola chicas! Al fin terminé, bueno, mañana tengo el último exámen, pero ya me lo sé todo :') Por eso me ha dado tiempo a escribiros este capítulo, a ver que os parece. ¡Ah! Una cosita, voy a empezar a escribir otra fic porque tuve una buena idea que no podía meter en esta así que dije, pues nada, empiezo otra. Esto no significa que deje esta abandonada, claro que no, para esta también tengo alguna que otra buena idea y las que surjan. Llevaré las dos a la vez, así quería pediros el favor de que os pasarais a leerla, he subido una pequeña introducción, este es el link: takemetoanotherworld-fic.blogspot.com Decidme que os parece y esas cosillas. Otra cosa, me encanta que me dejeis comentarios y eso, me hace mucha ilusión ver que me leeis*-* No me enrollo más, y os dejo que leais tranquilamente el capítulo 36. Muchísimas gracias por todo, os quiero <3

Hope you like it!

(Niall)

Había sido una buena idea ir a recogerla a la salida del instituto, tenía ganas de estar con ella, a solas. En cuanto Ashley cogió el camino en dirección a su casa, nosotros fuimos a Nando’s a comer, adoraba aquel sitio. Pedí a la camarera que nos pusiera en una mesa lo más apartada posible, no quería que nadie nos molestara, así que nos sentamos en una del fondo.

- ¡Qué dilema! No sé que pedir…me gusta todo.-dijo riendo mientras miraba la carta.
- Si quieres compartimos algo.-dije sonriéndola. Si me vieran los chicos ahora mismo estarían alucinando.
- Por mi vale.

Y eso hicimos. Pedimos algo para compartir y la bebida. La comida transcurrió entre charlas y risas, conociéndonos un poco más. Le pedí que me contara cosas sobre su familia, si tenía hermanos…y yo la escuchaba con atención, con mucha atención.

(Alice)

¡Menuda sorpresa encontrármelo en la puerta del instituto! Es un amor de chico. Me encanta. Creo que sí, ahora puedo decir que Niall James Horan me ha robado completamente el corazón.

Mientras comíamos, se había interesado por mis aficiones y mi familia y le empecé a contar de todo un poco, que mi padre pasaba mucho tiempo fuera de casa por negocios y mi madre normalmente le acompañaba ya que era su secretaría y este año había conseguido que confiaran en mí y me dejaran vivir sola porque antes me tocaba irme a casa de mi tía. Él me escuchaba atentamente y me sentía observada por sus impresionantes ojos azules.

- No me mires así.-dije riendo.
- ¿Cómo? –dijo echándose hacia atrás, apoyando la espalda en el respaldo de la silla.
- Pues así.-vinieron a llevarse los platos.
- ¿Te parece si nos vamos y tomamos un helado de postre por ahí? –me preguntó.
- Claro.-saqué el monedero de la mochila.
- ¿De verdad piensas que te voy a dejar pagar? –dijo mientras dejaba el dinero en la mesa. Me encogí de hombros.
- Había que intentarlo.-ambos reímos y salimos de allí.

Llegamos paseando a Hyde Park y fuimos a un puesto a por unos helados, dos de chocolate. Nos sentamos en el césped a comerlos y seguir hablando un poco más.

- Alice, tengo algo que decirte.-dijo mirándome.
- Te has puesto muy serio.-reí.- ¿Qué pasa?
- Verás, es un poco difícil para mi.
- Te escucho.-le sonreí y él lo hizo también.
- Llevo dándole vueltas a esto desde ayer por la tarde y…-en cuanto lo dijo vino automáticamente a mi cabeza el recuerdo de lo que pasó ayer en el London Eye y sonreí de nuevo.- me gustas, me encantas y quiero que estés conmigo.-hizo una pausa.- Ya lo he dicho.

Creo que en ese momento no había en el mundo una sonrisa más grande que la mía. Puse una mano sobre su cuello para acercar su cara a la mía y besarle. No dudó en seguir el beso y lentamente nuestras lenguas empezaron a jugar entre ellas. Necesitaba coger un poco de aire, nos separamos levemente, dejando nuestras frentes juntas.

- ¿Qué me dices entonces? ¿Quiere la señorita ser la novia de Niall Horan? –dijo mirándome a los ojos. Sonreí.
- ¿De Niall Horan? Millones de chicas querrán matarme.-reímos los dos.-
- ¿Qué tal simplemente de Niall?
- Perfecto porque ése es el chico del que estoy enamorada.-dije y nos besamos de nuevo.

(Louis)

Terminamos de dejar sus curriculums en todas las tiendas o cafeterías donde podría haber algún puesto libre y se nos había echo ya la hora de comer. Se me ocurrió la genial idea de ir a comer a casa, con Harry, así no estaría solo que si no luego me tocaría aguantarle toda la tarde diciéndome que le había dejado abandonado. Llevaba llaves así que no hizo falta llamar al timbre, entramos y estaba tumbado en el sofá, viendo la tele.

- ¡Hola vaguete! –dijo Carol asomándose por detrás del sofá, Harry se asustó y cayó al suelo. Empezamos a reír.
- No os había oído entrar.-dijo desde el suelo.
- Ya, ya, lo hemos notado.-contesté.
- ¿Qué hacéis aquí, zanahorias? Creí que estabais por ahí dando una vuelta.-comentó Harry.
- Me siento comestible si me llamas así.-dijo Carol riendo y sentándose en el sofá al lado de Harry.
- Es que lo eres.-dije mordiéndola en el hombro.
- Venimos a comer contigo, rizos.-dijo ella.
- Awww. Pues vamos a preparar algo de comer entonces.-contestó Harry y se fue a la cocina.
- Yo te ayudo.- Carol le siguió y yo me quedé preparando la mesa mientras ellos hacían la comida.

(Rose)

En cuanto terminé de hablar con Liam, me metí a darme una ducha rápida, lo necesitaba. Salí del baño y empecé a vestirme, unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta de manga corta a juego con las zapatillas. Me dejé el pelo suelto y me lo eché para adelante mirándome en el espejo, tenía que asegurarme de que no viera Liam el arañazo que tenía en el cuello o sería peor. No tengo ni idea de cómo va a reaccionar cuando le cuente todo, pero estoy decidida a decirle toda la verdad.
Cogí una mochila pequeña donde metí el móvil y las llaves y salí de casa sin hacer ruido, si me pillaban seguramente no me dejaran salir y no acudir a mi cita con Liam provocaría que viniera aquí a buscarme y eso era justo lo que no quería que pasase.
Llegué al Londo Eye y allí ya estaba esperándome, apoyado en la pared. Me acerqué a él y besé su mejilla.

- Hola Ro.-dijo dándome él otro beso.- ¿Vamos a algún sitio donde podamos hablar tranquilamente.
- Sí, mejor.-dije y caminamos hasta una cafetería, estaba prácticamente vacía, nos sentamos y pedimos dos cafés.
- Tú dirás.-dijo él.
- Es una historia muy larga.-dije y dí un sorbo a mi café.

(Liam)

- Tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.-le sonreí, la notaba algo nerviosa, ¿tan malo era lo que pasaba?
- No sé por donde empezar.-dijo y cogí su mano para tranquilizarla.
- ¿Qué tal por la llamada de ayer? –asintió con la cabeza.
- El que me llamó ayer fue mi padre para decirme que habían vuelto pero eso ya te lo dije antes.-sonrió levemente.- Se refería a él, su novia y el hijo de ella, vamos, mi hermanastro.
- ¿Hace mucho que tus padres están separados? –pregunté.
- Hará unos dos años más o menos, mi madre se largó con otro tío, por eso me quedé viviendo aquí con mi padre. Las cosas iban bien hasta que llegó ella y todo cambió.-vi una lágrima salir de sus ojos.-
- Eh, eh, Ro, tranquila.-me levanté para sentarme a su lado y abrazarla.-
- No sabes cómo ha cambiado, yo ya ni le conozco, ése ya no es mi padre.-apoyó su cabeza sobre mi hombro y empecé a acariciarle el pelo, vi un arañazo en su cuello.
- ¿Y esto? –pregunté haciendo que me mirara pero bajó la cabeza. Hice que me mirara poniendo la mano sobre su barbilla.- Contéstame.
- Esta mañana, el golpe que oíste.-empezó a decir mientras las lágrimas caían por su mejilla.
- Espera, espera, ¿tu padre te pega? O peor, ¿consiente que te peguen? –bajó la cabeza nuevamente lo que contestó a mi pregunta.- ¿Por qué sigues viviendo allí? Quiero decir, ya eres mayor de edad, no te pueden obligar a quedarte ahí.
- No tengo donde ir, tampoco, tendría que ponerme a trabajar para poder vivir sola.
- Podrías irte a vivir con Carol por ejemplo, ella tiene la casa para ella sola.
- Eso me lo ha dicho ella, pero no quiero ser una carga para ella y que tenga que estar manteniéndome.
- No puedes seguir allí, no lo voy a permitir, ¿me oyes? –la dije haciendo que me mirara de nuevo.- Ahora mismo vamos a ir a por tus cosas y te vienes conmigo.
- Pero Liam.
- Sh.-la interrumpí.- No hay peros que valgan, te vienes a vivir conmigo y no acepto un no por respuesta. –me abrazó más fuerte y le besé en la cabeza.- Vámonos.

Salimos de allí y pusimos rumbo a su casa. No podía dejar que volviera a su casa después de lo que sabía, cogería sus cosas y se vendría conmigo, no estaba dispuesto a dejar que la siguieran tratando así, ella no lo merecía.



viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 35


¡Hola chicas! ¿Qué tal estáis? Sé que el capítulo que he subido hoy es muy muy muy cortito, casi minúsculo pero sigo aún de exámenes y no quería dejaros abandonadas hasta la semana que viene. El miércoles que viene termino (al fin) y todo volverá a la normalidad: capítulos más bien largos y todos los días. Promise! Muchas gracias por leer y os quiero <3

Hope you like it!

(Rose)

- Te ha dicho que la sueltes.-dijo una voz detrás de mí que al instante reconocí.
- Liam.-susurré.
- ¿Y tú quién eres? –preguntó Tom molesto.
- Alguien con quien vas a tener serios problemas si no la sueltas inmediatamente.-respondió Liam serio.
- No me das miedo, niño pijo. –dijo Tom soltándome y acercándose a Liam mientras cerraba el puño. Vi que Liam había preparado también su puño y corrí hacia él.
- Déjalo, no merece la pena. –le susurré al oído y asintió con la cabeza. Nos dimos la vuelta para irnos.
- Esto no va a quedar así Rose, no siempre va a estar él para salvarte.- gritó Tom mientras me alejaba con Liam.
- ¿Quién era ese capullo? –me preguntó mientras caminábamos en dirección a mi casa.
- Mi ex.-dije agachando la cabeza.- Y tú, ¿qué hacías ahí?
- Vine a verte, estaba preocupado por ti, quería saber cómo estabas. Ayer se te vio afectada con la llamada que recibiste, ¿quién era?
- Era mi…padre.
- ¿Tu padre?¿Le ha pasado algo malo? –preguntó rápidamente.
- No, no es eso.-dije.
- ¿Entonces?
- Era para avisar que habían vuelto.
- Rose, perdón pero no estoy entendiendo nada de nada.-dijo apenado, ya casi estábamos en la puerta de mi casa.

(Liam)

-Es igual, no importa.-dijo sacando las llaves de su casa de la mochila.
- A mi me importa, pero si no me lo explicas no puedo ayudarte. –dije cogiendo su cara entre mis manos.
- Ahora no puedo, Liam, lo siento. –dijo.- Gracias por lo de antes.-me dio un beso en la mejilla y entró en su casa.

La vi entrar en su casa y me di la vuelta para irme de allí, cuando escuché unos gritos y algún que otro golpe que venían de la casa donde la acababa de ver entrar. No lo pensé dos veces y volví inmediatamente, llamé al timbre y nadie abría. Lo volví a hacer. Un muchacho más o menos de mi edad abrió la puerta.

- ¿Qué quieres? –preguntó.
- ¿Puedo ver a Rose? –dije intentando ver si estaba por allí.
- Está ocupada en estos momentos. No puede salir. –contestó secamente.
- Será solo un segundo.-dije con educación.
- He dicho que no.-Y cerró la puerta con un portazo.

Realmente todo esto era muy raro pero no iba a parar hasta saber qué demonios era lo que pasaba con ella y su familia. Empecé a andar hasta llegar a mi casa pensando en ella, tenía que llamarla y hablar con ella en seguida. No me había gustado para nada aquel chico que me había abierto la puerta de su casa. En cuanto llegué, me preparé algo de comer, después me senté en el sofá y me dispuse a llamarla. Un tono, dos, tres, cuatro. Vamos Rose, ¡cógelo! Nada. Lo hice de nuevo. Un tono, dos.

- Pensé que no ibas a cogerlo.-dije.
- Pensaba no cogerlo.-contestó seria.
- Rose, ¿me vas a contar de una vez que pasa? En cuanto te has metido en tu casa, he escuchado golpes y gritos, he vuelto y no me han dejado verte.
- Lo sé, te he escuchado hablar con Ryan.
- ¿Lo has escuchado? ¿Por qué no has salido? –me estaba empezando a poner nervioso.
- No podía.-notaba que le temblaba la voz.
- Rose, escúchame, ahora mismo me lo vas a contar todo o iré a buscarte, quieras o no me lo vas a decir.
- No, no vengas, ahora no puedo hablar.-iba a interrumpirla pero siguió hablando.- Mira, si quieres, quedamos en un rato y te prometo que te explicaré todo lo que quieras, pero por favor no vengas.
- Está bien. Tú dirás donde.
- Bajo el London Eye en media hora.-dijo.
- Perfecto. Nos vemos allí.-y colgamos.