¡Hola! Os dejo con el siguiente capítulo. Daros las gracias una vez más por leer mi fic y que me encanta que me dejéis comentarios por twitter o por aquí diciéndome lo que os parece. Me voy que quiero empezar el capítulo 16 para que esté listo para mañana.
Hope you like it!
(Carol)
Salimos de
allí, yo iba delante hablando con Emma, Harry y Ashley, detrás de nosotros
venían Zayn, Alice y Niall y por último, Liam, Louis y Rose. Nos dividimos en
dos coches para ir a cenar algo, la verdad es que Niall no era el único que ya
tenía hambre. Llegamos en seguida y entramos en un restaurante, pidieron una
mesa al final del todo para que pudiéramos cenar tranquilos sin fans
interrumpiendo todo el tiempo. Nos sentamos y en seguida vino el camarero con
la carta para que viéramos qué íbamos a pedir. El pobre Niall tenía un gran
dilema, no sabía qué escoger, creo que si por él fuera, pediría todo. Al final
nos decidimos y nos pusimos a hablar mientras esperábamos que llegara nuestra
comida.
- Harry,
tengo que pedirte algo. –dije.
- Lo que
quieras rubia. –contestó.
-Que no te
metas en la cabeza de Ash por las noches que no la dejas dormir y luego tiene
ojeras por la mañana.-Sabía que querría matarme por lo que acababa de decir
pero no había podido evitarlo. Harry miró a Ashley y ella se sonrojó.
- Gracias
Carol. –dijo irónicamente.
- Te dije
que esta noche se lo diría. –reí.
Al rato el camarero
trajo todo lo que habíamos pedido, mientras comíamos charlábamos y reíamos, lo
estábamos pasando realmente bien y veía que las chicas estaban disfrutando
muchísimo de aquella cena.
- Se me está
ocurriendo una idea.- soltó Harry sin venir a cuento.
- Miedo nos
das. –dijo Liam y todos menos Harry reimos.
- A ver,
suéltalo. –dijo Zayn.
- Pues que
mañana podríamos quedar todos juntos para ir de picnic. –dijo orgulloso de su
idea y todas en seguida me miraron.
- ¿Por qué
me mirais así? ¿Tengo manchada la cara o qué? –dije riendo.
- No tonta,
es por lo que dice Harry de quedar mañana. –dijo Emma.
- ¿Qué pasa?
–pregunté.
- ¿Has
olvidado que mañana tienes que coger un avión? –dijo Alice.
- ¡Es
verdad! –Lo había olvidado por completo.
- ¿A dónde
te vas? –preguntó Louis mirándome.
- ¿No habías
dicho que estarías aquí todo el año? –dijo Niall.
- Sí, sí, lo
que pasa es que mañana voy a España a ver a mi familia, para despedirme y eso
porque durante el curso no podré ir a menudo a verles.-expliqué.-Así que creo
que me perderé ese estupendo picnic de mañana. –me encogí de hombros.
- ¿Y cuando
vuelves? –volvió a preguntar Louis.
- El jueves
por la tarde estaré de vuelta. –le sonreí.- Y hablando del avión, sale muy
pronto mañana mi vuelo –miré la hora en el móvil.- es tarde y debería irme ya.
- Lástima,
¡con lo bien que lo estábamos pasando! –dijo Zayn.
- No os
preocupéis, quedaos vosotros. –sonreí levantándome de la mesa para empezar a despedirme.
- Te llevo a
casa. –dijo Louis levantándose a la vez.
- No estamos
lejos, llegaré pronto dando un paseo.
- Eres muy
cabezota, ¿eh?
- Lo es.-respondió
Rose por mí.
- Es igual,
te acompañaré quieras o no. –Resoplé haciendo que se me revolviera el flequillo
y empecé a despedirme de los demás, dando un beso a cada uno en la mejilla.
- Pásalo
bien en Madrid, rubia. –dijo Harry.
- Te
echaremos de menos loquita. –dijo Ash.
- Y yo a
vosotros, aunque estaremos en contacto y solo son cuatro días. –dije besando en
la mejilla a Emma que era la que me faltaba. Cogí el bolso y la sudadera que
había dejado en la silla. – Os dejo en buenas manos chicas, cuidádmelas eh.
–dije dirigiéndome a ellos y Louis y yo salimos de allí.
(Louis)
Salimos del
restaurante y empezamos a caminar despacio, parecía como si ninguno de los dos
quisiera llegar al destino. Pasé el brazo por sus hombros mientras andábamos y
pareció no molestarle, al contrario, me miró dedicándome una sonrisa.
- Siempre te
sales con la tuya, eh. –dijo.
- ¿Yo? ¿Qué
he hecho ahora? –pregunté.
- Pues
acompañarme a casa.
- ¿Y eso es
malo?
- No, claro
que no. –Negó con la cabeza.-
- Pues ya
está. –Sonreí.
Tras caminar
durante unos diez minutos llegamos a la puerta de su casa.
- Bueno
guardaespaldas su recorrido termina aquí. –dijo divertida.
- ¿Ahora soy
tu guardaespaldas? ¿Me está utilizando señorita? –contesté haciéndome el
indignado.
- Sí, eso es
exactamente lo que estoy haciendo. –rió mirándome.
- Eso está
muy mal. ¿Y cómo me vas a pagar? –sonreí acercándome a ella, ella retrocedía
hasta que su espalda chocó con la puerta de su casa.
- Ah, ¿Qué
te tengo que pagar? Pues no ando muy bien de dinero que digamos. –reía pero
notaba que se había puesto algo nerviosa y apoyé mis manos en la puerta a la
altura de su cara.
- A veces
hay cosas mejores con las que pagar que el dinero. –En ese momento me moría de ganas de
besarla y lo conseguiría tan solo acercándome unos centímetros más. Pero no
quería que pareciese que iba rápido con ella así que solamente eliminé la
distancia que nos separaba para darla un beso en la frente. – Bueno, no te
entretengo más si tienes que madrugar mañana. Pásalo bien y nos vemos a la
vuelta. –le sonreí por última vez y empecé a andar por donde habíamos llegado.
- Lou,
espera. –dijo cuando tan solo me había alejado unos pasos.
- ¿Qué pasa?
–pregunté girándome.
- Tu
sudadera, casi se me olvida devolvértela. –dijo acercándose y tendiéndome la
sudadera.
- Quédatela,
así te acordarás de mi. –ella sonrió y me dio un beso en la mejilla.
- Me
acordaría de ti aunque no tuviera la sudadera. –susurró, volvió a la puerta de
su casa y yo me marché de vuelta al restaurante donde estaban los demás con una
sonrisa en la cara y sus últimas palabras revoloteando en mi cabeza.
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