miércoles, 27 de marzo de 2013

Capítulo 42.



(Carol)

No podía dormir más y todo era culpa de los nervios. Miré a mí alrededor. Las chicas seguían dormidas, a excepción de mi hermana que también estaba despierta a pesar de seguir tumbada en la cama. Me hizo una señal y ambas salimos de la habitación. Preparé un café para cada una y nos sentamos en el sofá, aún eran las ocho de la mañana, así que era pronto para despertar a las demás.

- ¿Qué tal has dormido? –me preguntó.
- Fatal.-reí.-
- ¿Muy nerviosa? –asentí con la cabeza. Suspiré.- ¿Pasa algo, Carol? –negué con la cabeza y la vista se me nubló a causa de las lágrimas que empezaban a acumularse en mis ojos. Bea se acercó a mí y me abrazó.- Echas de menos a mamá, ¿verdad?
- No sabes cuánto.-Ambas nos echamos a llorar. Siempre había pensado que en ese día tan importante para mí, mi madre estaría a mi lado, me ayudaría a vestirme y a prepararme para la boda. Pero eso era imposible porque hacía ya más de un año que nos había dejado y no había pasado un solo día que no me acordara de ella.
- ¿Qué pasa chicas? –dijo preocupada Ash apareciendo por el salón.- Entiendo.-dijo unos segundos después y vino a unirse al abrazo.- Sabes que estará allí, aunque no sea físicamente.-asentí con la cabeza.- No lloréis anda.

Poco a poco todas fueron despertándose y desayunamos juntas. Fui la primera en entrar a la ducha para esperar después a que Gemma llegara. A las nueve, tal y como había dicho, se presentó en mi casa, con su vestido en una funda para no arrugárselo mientras estaba allí. Fuimos a mi habitación a que me peinara mientras las demás empezaban a arreglarse. No pude evitar reír mientras escuchaba como se gritaban unas a otras, echaban a suertes la posición de entrada al baño y como alguna preguntaba desesperada porque no se acordaba de dónde había dejado los zapatos la noche anterior. ¡Qué caos!

(Louis)

- ¿No podemos ir un poco más rápido? –pregunté algo nervioso. Miré el reloj. Las doce y diez y Harry y yo aun no habíamos llegado a casa.
- ¿Quieres tranquilizarte?
- ¿Cómo quieres que me tranquilice? ¡Voy a llegar tarde a mi propia boda! –

Llegamos unos cinco minutos después, aparcó rápidamente y entramos en casa. Empecé a desvestirme por el pasillo, corriendo prácticamente hasta el baño. Salí en unos minutos y enrollé una toalla a mi cintura, quité el exceso de agua del pelo con una toalla y fui a mi habitación donde estaba el smoquin ya preparado sobre la cama. Me vestí lo más rápido que pude y me puse frente al espejo para hacerme bien el nudo de la corbata.

- Lou, me voy a recoger a Carol, Liam vendrá en cinco minutos a por ti, nos vemos allí.-dijo asomando la cabeza por la puerta de la habitación.
- De acuerdo.-sonrió.- Harold.-le llamé y volvió a aparecer.- Si llegais antes, da un par de vueltas con el coche, no quiero que entre antes que yo.-Él rió.
- Todo va a salir bien, no te preocupes.-y salió de allí, dejándome solo en la habitación, peleándome con la corbata. Un rato después, sonó el timbre, bajé a abrir.
- ¿Todavía estás así? –preguntó Liam.
- ¡Si es que no quiere que haga el nudo! –me quejé y él rió.
- A ver, déjame a mí.-Y no tardó más de medio minuto en hacer el nudo.- Venga, vámonos.

(Emma)

Estábamos todas en casa de Carol, incluídas Gemma y Jay que habían venido para ayudarnos un poco. Todas estábamos nerviosas y era un auténtico caos. Eran las doce más o menos cuando se abrió la puerta. Roberto.

- ¿Se puede saber por qué llegas a estas horas? –le pregunté.
- Verás es que los chicos digamos que nos quedamos traspuestos, acabamos de despertarnos gracias a Zayn.- Oh, Dios. Esto no podía estar pasando.
- Corre a vestirte y ni se te ocurra decirle nada a Carol o se pondrá más nerviosa de lo que está.-él subió corriendo las escaleras.- Espera, Rob, ¿y su padre? Me ha preguntado ya varias veces por él.
- En unos minutos llegará, ha ido al hotel a cambiarse.

Quedaba una hora, bueno, algo menos si tenemos en cuenta que teníamos que salir antes para llegar bien a la iglesia. Harry sería el encargado de llevar a la novia y al padrino, nosotras iríamos en mi coche y Rob y la hermana de Carol se irían en un taxi con Gemma. Jay se fue cuando Carol estuvo lista, quería estar, lógicamente, con su hijo ya en la iglesia esperando a que todos los demás llegaran.

(Carol)

Cada vez que miraba el reloj, más nerviosa me ponía. Mi padre debería haber llegado ya hacía un rato, eran las doce y cuarto y no había ni rastro de él.

- Tranquila, Carol.-me decía Rose que estaba conmigo en mi habitación. Sonó el timbre de nuevo.
- ¡Ya voy yo! –dijo mi hermana corriendo por el pasillo.- ¡Al fin llegas, papá!
- Ya estoy aquí.-dijo entrando a la habitación.
- Os dejo solos.-Rose besó mi mejilla y salió.
- Estás preciosa.-sonreí y nos abrazamos.- Te he traído algo, dicen que hay que llevar algo viejo y algo azul.-sacó algo de su bolsillo. Unos alfileres con una flor blanca y algunos pequeños detalles en azul.- Tu madre las llevó en nuestra boda.-sonrió.- y seguramente querría que las llevaras tú también.
- Gracias papá.-le abracé de nuevo.
- Eh, eh, nada de llorar.-dijo cogiendo mi cara entre sus manos. Sonó el timbre de nuevo. “Ese debe ser Harry”, pensé.- Creo que han venido a por nosotros.
- Baja tú, en seguida voy.-le dije y me miré por última vez en el espejo.- ¡Gemma! –la llamé y apareció en la puerta.- ¿Puedes ponérmelas?
- Claro.-colocó los alfileres en el moño que me había hecho.- Harry ha llegado.-asentí con la cabeza y ambas salimos de allí. Bajé las escaleras y allí estaban todas las chicas, preciosas con aquellos vestidos y a Harry, con un traje impecable y su característica pajarita.
- Que guapa, Rubia.-dijo besando mi mejilla.
- Gracias, Rizos.-sonreí.
- ¿Nos vamos? –preguntó.

(Zayn)

Al final habíamos llegado con tiempo de sobra y todo. Estaba en la iglesia, hablando un rato con mi familia, Niall y las familias de los demás cuando apareció Jay que en seguida fue a dar un beso a sus hijas, ellas habían venido con los padres de Harry. Miró por todos lados buscando a Louis pero tuve que explicarle el pequeño percance que habíamos tenido. Afortunadamente, unos minutos después llegó Liam acompañado de Louis y un rato después, todas las chicas. Iban guapísimas con un vestido en rosa clarito que hacía juego con nuestra corbata, bueno y con la pajarita de Harry, el muy testarudo se había empeñado en llevarla. Miré el reloj, quedaban menos de diez minutos para la una de la tarde, así que el cura salió de la sacristía para indicarnos que nos colocáramos en nuestra posición: Louis en el centro del altar, su madre a su lado y en un banco justo detrás de él, todos nosotros como testigos. A la misma altura que nosotros, en el banco de la izquierda, se sentaron las chicas y delante de ellas, irían Carol y su padre.

- Tío, tranquilízate un poco.-le susurré a Louis. Estaba visiblemente nervioso y no paraba de mover la pierna o toquetearse las manos.
- ¿Y si no viene? –preguntó. Reí.
- ¿Cómo no va a venir? –le contestó Niall poniéndose un dedo en la sien, diciéndole que estaba loco.

(Louis)

“Pues no viniendo” Le iba a contestar pero entonces empezó a sonar la típica marcha nupcial y segundos después, la vi ahí, más preciosa que nunca, vestida de blanco, caminando hasta el altar donde yo estaba cogida del brazo de su padre. Sonreí mirándola. Aún no me podía creer que esto estuviera pasando. Se me hizo una eternidad hasta que llegó a mi lado, su padre besó su mejilla antes de entregarme su mano. Nos miramos y sonreímos, y aunque el velo no me dejaba ver perfectamente sus ojos verdes, sabía que en este momento tenían ese brillo especial con el que me miraba siempre. Mis nervios parecieron tranquilizarse en el momento en que el cura nos indicó que podíamos sentarnos y empezó con las lecturas que las hicieron Ashley y Niall, su sermón y todo el procedimiento típico de una misa pero volvieron a acelerarse cuando llegó el momento de los votos.

(Harry)

El momento de los votos había llegado. Los chicos y Louis me miraron como esperando algo de mí. ¡Qué empanado estaba por Dios! ¡Los anillos los tenía yo! Metí la mano en el bolsillo interior derecho de la americana del traje pero allí no estaba la cajita. Ay madre. ¿A qué se me han olvidado? Tenía ahora mismo un montón de ojos pendientes de mí y eso no ayudaba. Se me ocurrió mirar en el bolsillo izquierdo y respiré profundamente. ¡Ahí estaban los condenados! Menos mal. Los saqué de la caja y se los entregué a Louis que sonrió aliviado también.

(Carol)

Menudo susto nos has dado, Hazza. Ya pensábamos que se le habían olvidado los anillos. Se los entregó a Louis y el cura empezó a hablar.

[Escuchad esta canción mientras leéis a partir de aquí.]

- Louis William Tomlinson,  ¿quieres recibir a Carolina Martín como esposa, serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarla y respetarla todo los días de tu vida?
- Sí, quiero.-contestó sonriendo para después coger mi mano derecha y ponerme el anillo en el dedo anular. Ahora era mi turno.
- Carolina Martin, ¿quieres recibir a Louis William Tomlinson como esposo, serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarle y respetarle todos los días de tu vida?
- Sí, quiero.-respondí de la misma manera y le puse el anillo a él. Nos dedicamos una mirada y sonreímos de nuevo antes de que continuara la ceremonia.

(Louis)

Ahora era el turno de mis pequeñas, habíamos elegido a las gemelas para llevar las arras. Así que, tras un gesto por parte de una de las hermanas de Liam, las dos aparecieron por el final del pasillo, llevando una cestita. Llegaron hasta donde estábamos nosotros y se lo entregaron al cura. Después de recibir las arras, llegaba la frase que más esperaba oír.

- Yo os declaro marido y mujer.-pronunció.- Puedes besar a la novia.-dijo mirándome.

Me giré levemente al igual que ella, de manera que quedábamos el uno frente al otro. Levanté con cuidado el velo descubriendo su sonrisa.

- Te amo, pequeña.-le susurré.
- Te amo, mi chico zanahoria.-respondió.

Sonreí también y me acerqué a ella para sellar aquello con un beso. Un beso cargado de sentimientos, un beso en el que el resto del mundo pareció pararse. Solo estábamos ella y yo y no necesitaba nada más. Los aplausos por parte de los invitados hicieron que volviéramos al mundo real. En seguida los chicos vinieron a abrazarme después de mi madre, mientras el padre de Carol y las chicas hacían lo mismo con ella.

(Carol)

Salimos de la iglesia después de firmar los papeles agarrados de la mano y nos recibieron fueran tirándonos un montón de arroz. Intentamos cubrirnos hasta llegar al coche en el que Harry nos esperaba pero fue inútil. Pude observar que había varios grupitos de fans haciendo fotos y como no, nuestros amigos los paparazzis. No nos entretuvimos y fuimos directamente al coche. Nos llevó hasta el restaurante donde celebraríamos la comida, tenía unos jardines preciosos por lo que elegimos hacernos las fotos allí.

Después de un montón de fotos, hicimos la entrada en el salón donde ya estaban todos los invitados sentados. Fuimos hasta la mesa central y nos sentamos junto a mi padre y Jay. Los chicos y las chicas estaban sentados en la mesa más cercana a la nuestra y se pasaron toda la comida gritando cosas como “que se besen los novios” y demás, vamos, que fue una comida de todo menos tranquila. Todos parecían estar pasándolo de maravilla, todos a excepción de cierta pareja que había evitado sentarse juntos. Vi a Rose levantarse, supuse que iría al baño y aproveché que Liam estaba mirando en mi dirección para indicarle con un movimiento de cabeza que fuera tras ella, que ahora era el momento indicado para que le explicara todo y arreglaran las cosas de una vez.

(Liam)

Lo estaría pasando de maravilla de no ser porque tengo a Rose en frente y ni siquiera me mira. Llevaba dándole vueltas a cómo podía  explicarle lo que había pasado pero no encontraba el momento adecuado. Ella se levantó de la mesa y vi a Carol haciéndome señas para que la siguiera así que eso hice. La seguí y se metió en el cuarto de baño. Entré detrás de ella y rápidamente me metí con ella y eché el cerrojo.

- ¿Se puede saber qué haces aquí? –preguntó algo incrédula.
- Tengo que explicarte lo que pasó.
- No quiero oírlo, Liam.
- No vamos a salir de aquí hasta que me escuches. Me da igual si se acaba la boda y todo el mundo se va.-respondí firme. Ella resopló.- No era lo que piensas. Sí, es cierto que salimos cogidos de la mano, pero tú conoces Nueva York, sabes como es aquello, está llenísimo de gente y no es difícil perderse. Por eso la agarré, nos vimos allí y como hacía mucho que no hablábamos, quedamos para tomar un café. Eso es todo. Pero claro, están los periodistas y la gente de twitter que lo malinterpreta todo. Y luego estás tú que te lo crees sin ni siquiera escuchar lo que yo tenga que decir.-hice una pausa. Ella me miraba atentamente.
- Liam.-empezó a decir.
- No, espera. Aún no he acabado. Nos conocemos ya desde hace más de un año y creo que en todo este tiempo siempre he estado ahí, a tu lado, y a pesar de las giras y la distancia hemos conseguido salir adelante, nunca te he dado ningún motivo para desconfiar de mí.-cogí su cara entre mis manos.- Sabes que te quiero, que estoy perdidamente enamorado de ti como nunca antes lo he estado y me niego a perderte por una tontería. Sí aun así, sigues con tu idea de que te he engañado con Danielle, pues, adelante, dímelo, pero que sepas que no voy a hacer como que nada de esto no ha pasado, seguiré ahí e intentaré volver a recuperarte, aunque sea lo último que haga. Ahora ya si he terminado.-La miré a los ojos. Estaba a punto de ponerse a llorar.- Eh, eh, se supone que el que tendría que llorar soy yo, eres tú la que no quiere saber nada de mí, ¿recuerdas? –dije divertido, intentando quitarle algo de hierro al asunto.
- No te merezco Liam, ni nada de lo que has hecho por mí desde que nos conocemos. Soy una tonta.
- Pero da la casualidad de que yo adoro a esta tonta con todo mi corazón.-sonreí quitando una de las lágrimas que había salido a recorrer su mejilla.
- Te quiero, Liam.-dijo antes de inclinarse para besarme. ¡Al fin! Había hechado de menos esa sensación. La de tener sus labios sobre los míos y sentirme más feliz que nunca.

(Louis)

Después de cortar la tarta y comer el postre, venía la parte del vals. No sabía bailarlo muy bien y tampoco había aprendido pero bueno, intentaría hacerlo lo mejor posible. Carol y yo salimos al espacio del salón que habían habilitado para el baile retirando unas cuantas mesas, habían puesto un pequeño escenario por petición nuestra (sí, los chicos y yo le teníamos preparada una sorpresa) y un equipo de música. Se recogió el vestido, cogiéndolo con la mano derecha, agarré su mano izquierda y mi otra mano la coloqué en su cintura, preparado para que la música empezara a sonar. Pero no sería el típico vals de todas las bodas. Había elegido una canción especial, [sí, es la misma que os he puesto que escuchéis mientras leéis.] una que tenía un significado especial para nosotros dos.

- ¿Es la que yo creo que es? –preguntó nada más escuchar las primeras notas. Asentí con la cabeza.
- Sorpresa.-sonreí mientras empezábamos a bailar. Aquella canción era la que sonaba en la discoteca aquel día en la fiesta de cumpleaños de Liam. Durante la que nos dimos nuestro primer beso. Lo recordaba perfectamente, como si fuera ayer.

¡Hola chicas! Aquí el capítulo esperado: ¡la boda al fin! y traía como sorpresita la reconciliación de Liam y Rose. Me ha costado un montón escribirlo, de verdad, no sabéis cuanto jajajajaja no sé, quizás me ha quedado un poco cursi, pero bueno. Y lo peor de todo es que llevo todo el rato imaginándome Carol ksjfbsdjhvbjhfvbjhdbjhdg que mal estoy, de verdad. Bueno, para el próximo capi la sorpresa de los chicos, el resto de la fiesta de la boda y la luna de miel, ¿dónde se irán los tortolitos? Hm...no se sabe. Ah, tenía que deciros que seguramente en el capítulo 50 terminaré la fic, aunque todavía no sé bien como, pero don't worry girls, primero tienen que nacer los bebés Horan y aún tengo alguna idea más para haceros sufrir un pelín antes de que todo termine. Espero que os haya gustado y que dejeis comentarios. No sé cuando volveré a subir porque mañana por la tarde me voy al pueblo (no os preocupeis, intentaré mañana dejaros capi de Make you feel like the first time) y no vuelvo hasta el domingo así que... Muchísimas gracias por todo. Os quiero.
Sarai.

domingo, 24 de marzo de 2013

Capítulo 41.




(Carol)

Llamé a Rose al día siguiente para verla y hablar con ella con la excusa de que teníamos que elegir todavía qué flores llevaría en el ramo para la boda. Llegó quince minutos tarde pero no le dí importancia, fue cuando me dijo que había olvidado el catálogo cuando empecé a mosquearme, ella no era una chica despistada y no digamos ya cuando la pregunté por Liam, su cara cambió completamente, y ahí ya supe que algo no iba bien. Fue pronunciar esa frase y que ella se viniera completamente abajo.

- ¿Qué pasa Rose? –la abracé. Había empezado a llorar.- Sabes que puedes contármelo.
- He visto unas fotos.-dijo intentando calmarse.- De Liam y…Danielle.-dijo casi en un susurro.
- ¿Qué?
- En Nueva York y no me digas que a lo mejor no son lo que parecen porque van cogidos de la mano.
- ¿A qué no has hablado con él? –negó levemente con la cabeza.
- No quiero saber nada más de él.
- Ro, ayer me llamó preocupado por ti, dice que no le coges el teléfono.
- Y no pienso hacerlo, Carol, se acabó. Me ha engañado.
- ¿Puedo darte un consejo? Escúchale, estoy segura que tiene que haber alguna explicación, Ro. Liam no es ese tipo de chicos.
- No sé, Carol, no quiero escucharle, sabes eso de que una imagen vale más que mil palabras, ¿no? Pues ya está.
- Haz lo que quieras.-la abracé de nuevo.- Pero piénsalo bien antes de hacer nada. Anda, vámonos, te acompaño a casa.
- No hace falta, además ahora vivo más lejos.
- ¿Cómo que ahora vives más lejos? –No entendía nada.
- Me he mudado, tenía que salir de casa de Liam, todo me recordaba a él.-Y volvía a llorar.

La pregunté donde vivía ahora y aunque tardé un buen rato en convencerla de que se viniera conmigo hasta que encontrara otro sitio mejor, lo conseguí. Fuimos a recoger sus cosas y luego, volvimos a mi casa. Cuando llegamos estaba allí mi primo, le saludamos, dejé a Rose que subiera a mi habitación a dejar sus cosas ya que dormiría conmigo mientras yo le contaba a Rober en el salón todo lo que había pasado. ¿Y ahora yo que se suponía que tenía que hacer? Le había prometido a Liam enterarme de qué le sucedía a Rose y contárselo después pero claro, nunca imaginé que sería algo como esto. No me hizo falta seguir pensando porque mi móvil sonó y era él. Genial…

(Liam)

No había recibido ninguna llamada suya y Rose seguía sin contestar a las mías así que cogí el teléfono y busqué en seguida el número de Carol para llamarla.

- ¡Hola Carol! ¿Ya sabes algo? –dije en cuanto descolgó.
- Hola Liam. Sí, ya sé lo que pasa.-no me gustó nada su tono de voz.
- ¿Y bien?
- Liam…-empezó a decir.
- ¿Qué pasa, Carol? Dímelo.-pedí.- ¿Es que le ha pasado algo malo? ¿Está enferma?-Ya me estaba poniendo en lo peor.
- No, no, está bien, es solo que…-suspiró antes de volver a hablar.- Ha visto unas fotos tuyas con Danielle en Nueva York.-me quedé en el sitio, alucinado.
- ¿Qué?-Fue lo único que salió de mis labios.
- Pues eso, Liam. Está fatal, incluso se fue de vuestra casa a un sitio horrible.
- Esto es un malentendido, Carol. No la he engañado, de verdad, tienes que creerme, Dani es solo mi amiga, nos encontramos allí y salimos a pasear, solo eso.-dije nervioso.
- ¿Con quién hablas, Carol? –Era ella. Su voz. Estaba seguro.
- ¿Está ahí contigo? –pregunté.- Pásale el teléfono, tengo que hablar con ella.
- No creo que quiera…
- Por favor.-Solo escuché que resoplaba y le dijo a Rose “es para ti, es Liam” y tras varias quejas por su parte, aceptó el teléfono.
- ¿Qué quieres? –se notaba su enfado.
- Sé lo que has visto pero solo salimos como amigos, hacía mucho tiempo que no la veía y salimos a dar una vuelta, no ha pasado nada más, tienes que creerme, Rose, te quiero.-dije rápidamente.
- Claro, y los amigos van ahora de la mano, ¿no? Mira Liam, no sigas riéndote de mí, no quiero volver a verte así que no vuelvas a llamarme, ¿de acuerdo? Haz como si nada de lo nuestro hubiera pasado, como si nunca nos hubiéramos conocido.-Y colgó.

Esto no podía estar pasando. No. Me niego. Tiré el móvil con fuerza, cabreado, muy cabreado. Quería gritar, coger el primer avión que saliese hacia Londres para arreglarlo todo. “Como si nunca nos hubiéramos conocido” Las lágrimas comenzaron a salir por mis ojos recordando sus palabras.

- Liam, tenemos que irnos.-dijo una voz al otro lado de la puerta.
- Un momento.-dije limpiándome las lágrimas. Cogí la chaqueta y salí de la habitación.
- ¿Estás bien? –dijo Zayn cuando me vio. Asentí con la cabeza levemente.- No me engañes, has estado llorando, ¿qué pasa? –Mierda. Seguramente los ojos rojos me hubieran delatado.
- Es Rose.-dije en un susurro. Me miró sin entender.- Me ha dejado.-Ahora abrió un montón los ojos, sorprendido.- Ha visto unas fotos de ayer cuando salí con Dani, había muchísima gente y la agarré de la mano para no perderla, debieron de hacernos fotos los paparazzis y todo el mundo cree que hemos vuelto y Rose piensa que la he engañado.-expliqué.
- Pero tienes que hablar con ella, seguro que si se lo explicas como a mi, lo entenderá y todo volverá a estar bien.-dijo poniendo una mano sobre mi hombro. Negué levemente con la cabeza.
- Acabo de hablar con ella, me ha dicho que no quiere saber nada más de mí, que haga como si nunca nos hubiéramos conocido.-repetí su frase y volví a llorar.- Y yo…no puedo hacer eso, Zayn. Ella es una de las personas más importantes de mi vida. La quiero de verdad.-él simplemente me abrazó, sabía que era lo único que necesitaba en aquel momento: nada de más palabras, simplemente el abrazo de un hermano.

(Louis)

Después de un mes recorriendo toda América, volábamos de nuevo hacia Londres. Tenía muchas ganas de aterrizar y ver a mi chica, a la que en un par de días se convertiría en mi esposa. Íbamos en el avión, haciendo un poco el idiota para variar e intentando hacer sonreír a Liam. Desde lo que pasó con Rose, el pobre no levantaba cabeza, ya ni siquiera nos regañaba cuando nos comportábamos como niños pero estaba seguro que con nuestro regreso a Londres, él podría aclarar las cosas con ella. O al menos eso esperaba. Ambos se querían muchísimo y no era justo que estuvieran así por culpa de los rumores y fotos que no eran lo que parecían.

- ¡Ay mi Boo, que en dos días me abandonas! –dijo Harry dramatizando, haciendo que lloraba.
- No seas idiota, Harold.-reí.- Sabes que no te librarás tan fácilmente de mí.
- Préparate para una buena fiesta de despedida de soltero.-me dijo Zayn, sentándose a mi lado.
- Miedo me dais.-
- Bah, no te preocupes hombre, lo tenemos todo controlado.-dijo despreocupado Niall.
- Por eso mismo.-todos reímos.

Nos avisaron de que en cinco minutos el avión tocaría tierra así que nos sentamos cada uno en su asiento y nos pusimos el cinturón de seguridad. Cuando aterrizamos, fuimos a recoger nuestras maletas y cuando nos dirigíamos a la puerta de salida, las vimos venir hasta nosotros prácticamente corriendo. Dejé las maletas en el suelo para abrazarla fuerte y besarnos después.

- Te echaba de menos, pequeña.
- Ha sido más duro de lo que pensaba.-dijo colocando un mechón de mi flequillo que se había revuelto.
- Pero ya estoy aquí.-sonreímos y volvimos a besarnos.

Hicimos intercambio de parejas para saludarnos todos con un par de besos y algún que otro achuchón que especialmente las chicas dieron a Liam ya que no había ni rastro de Rose, como era de esperar.

- ¿Cómo vas, futura mamá? –le pregunté a Alice cuando se acercó a abrazarme.
- Pues mírame, ¡gordísima!-dijo riendo apoyando una mano sobre la tripa que había crecido considerablemente desde la última vez que la vimos. Algo completamente normal ya que estaba de ocho meses.

(Carol)

Volví al aeropuerto aquella misma tarde acompañada de Louis. Hoy llegaba su madre y sus hermanas y mi padre y mi hermana, el resto de nuestras familias no llegarían hasta mañana por la tarde. Cuando llegaron, y después de dejar sus maletas en el hotel donde se quedarían, fuimos todos a cenar por ahí.

Al día siguiente, después de desayunar, fui con las chicas a recoger el vestido que ya estaba más que listo para mañana y pasamos toda la mañana revisando que todo estuviera bien.

- ¿Estás nerviosa? –me preguntó. Íbamos de camino a mi casa, habíamos quedado a comer y luego habíamos estado dando un paseo.
- Un poco.-sonreí mirándole.- ¿Tú?
- Creo que también.-se encogió de hombros y ambos reímos. Caminamos unos minutos más hasta llegar a mi casa.
- ¿Quieres pasar y vemos una peli hasta que vengan las chicas? –le pregunté y él asintió. Fui a meter la llave en la puerta cuando alguien la abrió por mí.
- ¿Pero se puede saber qué hacéis vosotros dos juntos? –dijo Emma poniendo los brazos en jarra.- Vamos, tú para adentro.-me cogió del brazo tirando de mí.- Y tú.-señaló a Louis.- los chicos te están esperando en casa de Zayn.
- Espera, espera, déjame al menos que me despida de él.-dije riendo a lo que ella resopló.
- Dos minutos.-dijo apuntándome con el dedo a lo que yo asentí riendo. Se fue dejándonos solos de nuevo.
- Espero que no haya chicos en esa fiesta, eh.-dijo haciendo un movimiento con la cabeza, señalando mi casa.
- Y yo que no haya strippers en la tuya.-reímos.
- No te entretengo más, mañana nos vemos.-acarició mi mejilla y asentí sonriendo.
- Pasadlo bien.-dejó un pequeño beso sobre mis labios.- Y recuerda, soy la que va de blanco.-dije mientras andaba, alejándose de allí. Le escuché reír.
- Te quiero.-gritó antes de dar la vuelta a la esquina.
- Y yo a ti.-contesté de la misma manera.

Entré en casa, encontrándome con la casa decorada para la fiesta y con todas las chicas, mi hermana, las hermanas de Liam, las de Zayn, la de Harry, Els, las madres de los chicos y hasta incluso con las dos hermanas mayores de Louis. Habían preparado una mesa con platos para picar algo y en seguida Emma puso música. Pasamos una noche muy divertida, sin duda.

- Mañana me tienes aquí a las nueve, eh.-me dijo Gemma. Había insistido en que no fuera a la peluquería, que ella se encargaría de peinarme.
- De acuerdo.-sonreí.
- Nosotras también estaremos pronto por aquí por si tenemos que ayudar en algo.-se ofreció Jay.

Nos despedimos de ellas que se fueron al hotel, en cambio, las chicas y mi hermana se quedaron a dormir conmigo. Recogimos un poco el salón y subimos a mi habitación donde, como siempre, ya estaban todos los sacos de dormir en el suelo. Me metí en la cama y suspiré. Mañana sería un gran día.

(Zayn)

Por petición de las chicas, bueno, más bien, fuimos amenazados por ellas, organizamos una fiesta de despedida de soltero para Louis pero sin nada de strippers o cosas por el estilo. Todos los chicos fueron llegando poco a poco, Niall con su hermano, después Harry, los chicos de la banda, incluso Liam que no tenía muchas ganas de venir y nuestros padres y el de Carol que se habían apuntado también. El único que faltaba era el novio.

- ¡Ya era hora! –dijo Harry cuando llamaron a la puerta.
- ¿Dónde andabas? –pregunté yo.
- Es igual.-no le dejó contestar Niall.- ¡Vamos a pasarlo bien esta noche!

Pasamos una buena noche aunque eso de controlar las copas a los hombres no se nos daba muy bien así que acabamos todos tirados por el salón sin saber ni lo que decíamos. Por raro que parezca, al día siguiente, fui el primero que me levanté. Me restregué los ojos y miré el reloj. Los abrí como platos.

- ¡Louis, Louis! –grité zarandeándole.
- ¿Qué pasa? –dijo medio dormido.
- Que o te levantas ya o vamos a llegar tarde a la boda.-fue pronunciar esa frase y que se levantara de un salto.
- ¿Qué hora es?
- Las doce y tenemos que estar en la iglesia a la una.
- Ay Dios.-dijo llevándose la mano a la frente.- ¡Harold, arriba que nos vamos! –dijo despertando a Harry que nos miraba con cara de “¿qué pasa? ¿por qué no me dejais dormir en paz?”-
- Iros vosotros, yo me encargo de despertar a todos estos. Nos vemos allí.

Ambos salieron prácticamente corriendo de casa, y yo desperté primero a Liam ya que él era el que haría de chofer de Louis y tenía que estar arreglado antes que nadie. No me costó mucho y a los diez minutos estaban todos arriba y cada uno se fue a su sitio correspondiente para darse una buena ducha y vestirse.

¡Hola, hola! Siento MUCHÍSIMO no haber subido antes pero me están acribillando con un montón de trabajos en la universidad y no me ha dado tiempo a escribir -.- No sé cuando subiré el siguiente ni cuando podré subir de la otra fic pero bueno, en cuanto tenga un ratito me pongo a escribir para que sea lo antes posible. ¿Qué os ha parecido el capítulo? Espero que os haya gustado. Muchísimas gracias como siempre. Os quiero.
Sarai.