Capitulo 25

¡Hola! Siento no haber subido ayer y que el capitulo de hoy sea un poco corto pero es que no he tenido mucho tiempo la verdad. He añadido dos cositas al blog que espero que os gusten, la primera, un reproductor con canciones que me gustan mucho para que (si quereis) las escucheis mientras leeis y que espero que os gusten y la otra es que puse las fotos de los personajes (los chicos sabemos todas de sobra como son jajaja) y tengo que decir que me ha costado muchísimo encontrar las de las chicas pero bueno, al final las encontré. Nada más, que muchas gracias como siempre y que espero subir mañana un capitulo nuevo.

Hope you like it!

(Louis)

Estaba dormido cuando sentí que alguien me besaba en la mejilla, abrí los ojos y ahí estaba ella, frente a mí, con una gran sonrisa. ¿Había una mejor manera de despertar? No, imposible.

- Lou, despierta.-dijo bajito.

- Un poquito más, por favor. –dije haciéndome el remolón.

- Vamos, levántate ya, gandul. –dijo riendo y poniéndose de pie.

- Está bien.-dije incorporándome, me quedé sentado en la cama, mirándola de arriba abajo. Tan solo llevaba puesta una camiseta mía que la cubría lo justo dejando ver una parte de sus muslos.- No me digas que te he tenido así toda la noche al lado y lo he desaprovechado.

- Pero que idiota eres. –rió y me dio un golpe en el brazo.

- Eh, vas a tener que empezar a dejar de pegarme, te estás acostumbrando muy mal. –repliqué tocándome el brazo, exagerando mientras ella me hacía burla y me sacaba la lengua. Fui más rápido que ella y antes de que pudiera escapar la cogí en brazos.- Eres muy mala conmigo ni siquiera me das un beso de buenos días.-Sonrió mirándome, cogió mi cara entre sus manos y me besó.- Eso ya me gusta más.

Y aquel beso dio paso a unos cuantos más mientras la dejaba tumbada en la cama, colocándome yo encima sin dejar caer el peso de mi cuerpo sobre el suyo, apoyando las manos a la altura de su cara sin poder dejar de sonreír.

- Nos esperan para desayunar.-susurró mientras nuestras narices se rozaban.

- Tengo que hacerte una pregunta antes. –dije sonriéndole.

- ¿Cuál? –dijo mirándome algo curiosa.

- Pues…-oímos un grito que venía de abajo “¡QUE BAJEN YA DE UNA VEZ LAS ZANAHORIAS! ¡ALGUNOS QUEREMOS DESAYUNAR!” Un grito de Niall que nos hizo reir a los dos.- La pregunta es –hice una pausa y me quedé un momento mirándola.- ¿Quieres ser mi chica zanahoria?

Al escucharlo, su preciosa sonrisa se volvió aún más grande y yo seguía esperando a que contestara mientras la miraba.

- ¿No me vas a contestar? –dije riendo.-

- Creo que es bastante obvio.-me contestó acariciando mi mejilla.

- Venga, es el protocolo, pequeña.-dije y volvimos a reír.

- En ese caso…contestaré con un “por supuesto que sí”. –nos besamos de nuevo mientras notaba como su sonrisa seguía dibujada en su cara.

Me levanté de la cama, ofreciéndole la mano para ayudarla y bajamos al salón agarrados de la  mano.

- ¡Por fin! –exclamó Niall y todos reimos.

(Harry)

- Chicos, ya está el desayuno.-dijo Carol asomando la cabeza por la puerta de mi habitación. La contesté con un gesto y se fue.

Me levanté del suelo y recogí la sábana, Ashley aún seguía dormida tumbada a sus anchas en la cama. Al final anoche decidí dejarla la cama para ella sola, no quería que pensara que querría “aprovecharme de ella” como había dicho por la noche, aunque supongo que habría sido en broma. Yo nunca intentaría aprovecharme de ninguna chica, y mucho menos de ella. La miré, ahí estaba dormida tan tranquilamente y a juzgar por la expresión de su cara, con sonrisa incluida, debe estar soñando con algo muy bueno. Lo siento porque debe ser un gran sueño, bonita, pero tengo que despertarte.

- Ash, es hora de despertarse.-dije en un susurro dándola levemente en el brazo. Ella solo se removió un poco.- Vamos dormilona.-dije sentándome en la cama y despertó.

- Buenos días, Styles.-dijo sonriéndome.

- ¿Has dormido bien?

- Perfectamente pero…tengo hambre.-dijo y reí.

- Pues venga, está el desayuno esperándonos abajo.

Bajamos y ya estaban todos sentados alrededor de la mesa excepto Louis y Carol. Pregunté por ellos y Liam contestó que Carol había subido a despertar a Lou. Al rato, escuchamos unas risas y Niall que no podía más con el hambre que tenía y más viendo todo lo que había encima de la mesa decidió pegar un grito para ver si se daban por aludidos. “¡QUE BAJEN YA DE UNA VEZ LAS ZANAHORIAS! ¡ALGUNOS QUEREMOS DESAYUNAR!” gritó a pleno pulmón y causó la risa de todos los que estábamos allí. Afortunadamente parece ser que hizo efecto porque al poco rato bajaron los dos tortolitos de la mano.

- ¡Por fin!-exclamó Niall y volvimos a reir.

Cuando se sentaron empezamos a desayunar y la verdad es que había de todo, Liam y Carol habían preparado un desayuno como los que hay en los buffets de los hoteles. Mientras desayunábamos no podían faltar las bromas, las risas y las charlas, por supuesto.

- ¿Tenéis algo que hacer hoy, chicas? –preguntó Zayn.

- No.- contestaron las cinco a la vez y empezaron a reírse.

- ¿Por qué lo dices? –preguntó Alice.

- Podríamos quedar esta tarde y dar una vuelta por ahí. –contestó Zayn.

- Es una buena idea.- dije yo.

- Sí, además sería una buena forma de terminar las vacaciones.- dijo Ashley.

- ¿Empezais ya las clases? –preguntó Liam.

- Sí, la semana que viene, el lunes.- contestó Rose.

- Bueno, eso vosotras, a nosotras nos queda una semanita más.-dijo Emma y chocó la mano con Carol por encima de la mesa ya que estaban sentadas en frente.

- Mucho morro es lo que teneis vosotras.-dijo Alice.

- Entonces no se hable más, esta tarde no hagáis planes.- dijo Niall.

Cuando terminamos de desayunar, nos levantamos todos de la mesa para empezar a recoger aunque antes, Lou fue hacia el “Home Cinema” para poner algo de música y no se le ocurrió poner nada mejor que nuestro cd. Era un situación un tanto divertida: todas ellas con una camiseta nuestra a modo de pijama pero que no las llegaba ni a las rodillas y todos nosotros solamente con el pantalón del pijama o en mi caso directamente en calzoncillos y a eso hay que añadirle la imagen de todos haciendo viajes a la cocina mientras otros fregaban y cantando sin ninguna vergüenza por parte de las chicas todas y cada una de las canciones. Después de recoger todo nos sentamos en el salón a decidir a donde iríamos esta tarde.