domingo, 16 de junio de 2013

Epílogo.





Me levanté sigilosamente para no despertarle y estropearlo todo. Caminé hasta la habitación de la pequeña Moni y después de moverla levemente, se despertó.

- ¿Ya podemos ir a despertar a papá? –preguntó con la torpeza de una niña de tres años, incorporándose.
- Espérame con tu regalo en la puerta de la habitación, voy a coger la tarta, ¿vale? –ella asintió con la cabeza y tras besar su mejilla, bajé a la cocina.

Saqué la tarta de la nevera y cogí las velas con el “2” y el “5”, las coloqué sobre la tarta y las encendí con un mechero. Subí las escaleras con cuidado y vi a la pequeña esperándome tal y como le había indicado. Abrí la puerta y empecé a cantar, ella me acompañó.

- Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos Boo Bear, cumpleaños feliz.-se despertó al oírnos cantar y nos miró a ambas sonriendo.
- Felicidades, mi chico zanahoria.-dije sentándome en el borde de la cama a lo que él respondió besando mis labios.
- Papi, ¡que es tu cumpleaños! –ambos reímos.
- Ven aquí, princesita.-dijo cogiéndola en brazos para sentarla en la cama en medio de los dos.
- ¿No tienes algo que darle? –le dije y ella se tapó graciosa la boca mientras reía.
- ¿Para mí? –exageró él cuando le dio el paquete envuelto. Ella asintió enérgicamente con la cabeza.- ¿Lo has hecho tu solita? –le preguntó y ella me miró, señalándome con el dedo.
- Ha sido cosa de las dos.-sonreí. Habíamos hecho un portafotos en el que habíamos puesto una foto de los tres.

(…)

Los chicos habían estado ocupados estos días y por desgracia no les había dado tiempo a ir a sus respectivas casas para pasar las navidades con su familia así que habíamos pensado celebrarlo juntos en nuestra casa.

- ¿Te ayudo en algo? –preguntó mi hermana entrando en la cocina. Mi padre y ella sí habían venido, al igual que la familia de Louis.
- Empieza a poner la mesa por favor.-contesté.
- ¿Dónde tienes los vasos? –preguntó Lotte.
- Allí.-indiqué la estantería mientras terminaba de hacer la cena.

Subí a arreglarme antes de que empezaran a llegar todos. Escogí un vestido negro con un lazo fucsia atado en la cintura.

- ¿Te ayudo? –su voz era inconfundible. Sonreí.
- Nunca se te han dado bien las cremalleras de mis vestidos.-dije divertida.
- Ya les he cogido el truco.-reímos mientras él consiguió subirme la cremallera.- ¿Lo ves? –sonreí mirándonos en el espejo.- ¿Sabes? Tengo cierto rencor a este vestido.-le miré.- ¿Qué? No me mires así. Me lo puso difícil la noche de nuestra primera “reconciliación”.
- No puedo creer que aun recuerdes qué vestido llevaba esa noche.-dije mirándole a los ojos. Esos ojos azules que desde el primer momento me habían hecho caer rendida ante él.
- Estabas espectacular, como hoy, ¿cómo voy a olvidarlo, pequeña? –sonreí antes de besarle. Un beso dulce, cálido, lleno de amor que fue interrumpido por el sonido del timbre.- Nuestros queridos amigos, cómo no, interrumpiendo nuestros besos.-reí quitándole un pequeño resto de pintalabios que le había dejado.
- Anda vamos.-me puse los zapatos y le cogí de la mano, arrastrándole hasta abajo. Mi hermana había abierto la puerta, eran Emma y Zayn.
- ¿A qué fiesta vais tan guapos vosotros? –dijo ella antes de que Louis la recibiera con un abrazo.
- A la misma que tú.-contestó él.
- ¿Qué tal se porta? –pregunté yo.
- Cada día peor, es como un niño grande.-dijo poniendo una mano sobre el hombro de Zayn. Yo reí.
- Me refería al bebé, tonta.
- Ah, él perfecto, no da nada de guerra.- Contestó acariciando su pronunciada barriguita. Entramos al salón donde empezaron a saludar a la familia de Louis, a nuestra pequeña y a mi padre y mi hermana cuando volvió a sonar el timbre. Esta vez, abrió Fizzy, seguida por Moni.
- ¡Tío Harry! –gritó la pequeña. Segundos después, tuvimos en el salón a Ash y Harry con Moni en brazos.
- ¿Habéis visto con qué preciosidad me he encontrado por el camino? –dijo Harry dando un toque a la nariz de Mónica.- Hola Rubia.-besé su mejilla.- Uy, te has puesto el de la “reconquista”.
- ¿Qué pasa? ¿Todos sabéis lo que pasó con este vestido? –pregunté con los brazos apoyados en la cintura.
- Lo elegí yo.-me sacó la lengua. Escuchamos de nuevo el timbre y jaleo cuando Louis abrió la puerta: la familia Horan estaba aquí. En seguida, los tres se fueron a jugar a no sé sabe donde.
- Eh, controla a tu hijo, Horan, o se las verá conmigo como le haga algo a mi princesa.-le dijo Louis a Niall viendo como Ethan agarraba la mano de Moni.
- Louis, son niños.-dije yo riendo.

Después llegó Josh, mi futuro cuñado, y por último Liam y Rose con el reciente miembro de la familia: Danny. Nos pusimos a cenar en cuanto estuvimos todos y después, empezaron a darle los regalos a Louis.

- Tengo algo que deciros.-dijo Ash.- bueno, tenemos.-dijo mirando a Harry.
- Soltadlo, enanos.-contestó Nialler. Ella mostró tímidamente su mano, dejando ver un anillo en el dedo anular.
- ¿Por fin te has decidido, Hazza? –dijo Zayn y este asintió.

Seguimos charlando, recordando cosas del pasado. Bailamos, bebimos y lo pasamos como siempre cuando estábamos juntos, con la pequeña diferencia de que ahora habíamos formado cinco familias. Los niños acabaron dormidos por los sofás de casa y poco a poco, fuimos despidiéndolos a todos. Finalmente, nos quedamos los tres solos. Louis cogió en brazos a Monica para llevarla a su habitación. La desvistió mientras yo terminaba de recoger y después, subí a la habitación. Me puse el pijama y fui al armario a guardar el vestido, noté que él observaba detenidamente mis movimientos desde la cama.

- Nunca me ha gustado que me mires así.-dije soltando una pequeña risa.
- ¿Cómo? ¿Así? –dijo poniéndose bizco.
- No seas idiota.-reí.- Tengo algo que decirte, Lou.-me senté frente a él, en la cama.
- ¿Pasa algo? Te has puesto seria.-dijo y sonreí, llevé una mano a mi vientre.
- Estoy embarazada de nuevo.
- ¿Qué? ¡Eso es genial! –dijo emocionado.- Espera, ¿desde hace cuanto que lo sabes?
- Un par de semanas.-dije contesté.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –frunció el ceño.
- Quería darte la sorpresa hoy.-sonreí mirándole.
- Sin duda, ha sido el mejor regalo de cumpleaños.-sonrió también haciendo rozar su nariz con la mía. Acorté la distancia, presionando mis labios contra los suyos.- Esperemos que esta vez sea un niño.-susurró en mis labios.
- Espero que sí.-reí antes de besarle de nuevo. 

~THE END~ 




Tal y como os dije, aquí estoy de nuevo con el epílogo de la fic y esta vez no os vais  a librar de un pequeño testamento jajaja. Espero que os haya gustado y que, hoy, al ser el final definitivo de la historia dejarais un comentario, aunque fuera pequeñito, diciéndome qué os ha parecido en general toda la fic, si ha habido algo que creáis que pueda ser mejorable, vuestros momentos favoritos, en fin, una opinión de lo que han sido estos cien capítulos (ciento uno si contamos el epílogo, claro). Creedme que a mí es a la que más pena la da terminar con esta historia porque es la primera que escribí sobre los chicos y aunque voy a echar muchísimo de menos pensar ideas para que estos cinco locos vivan con Carol y compañía, el final tenía que llegar en algún momento. Lo primero que quería hacer, a pesar de que lo hacía cada vez que publicaba una nueva entrada, es daros las gracias a todas vosotras por haber estado ahí siempre durante más de un año, siendo pacientes cuando no podía subir durante varios días y aguantando las ganas de estrangularme cuando dejaba el capítulo en la mejor parte. Gracias de verdad porque sin vosotras, no hubiera podido seguir con la fic, vamos, no hubiera llegado ni a los diez capítulos. Hoy voy a enrollarme un pelín más y quería hacer algunas menciones especiales.
Empezaré con la que desde que la conocí hace un año ya, se convirtió en mi little sis, Vic, aunque últimamente no hablamos mucho (sí, me tienes MUY abandonada), siempre ha estado ahí, presionándome para subir capítulos, comentándolos con sus biblias, animándome a seguir y muchas veces, exagerándolo todo. Gracias pequeña, te quiero.
Mi besuga, Evita, y su hermana, Tania: sois dos personas encantadoras a las que en breve voy a conocer (no sabéis las ganas que tengo de veros). Gracias por haber aguantado sin clavarme ningún cuchillo y por comentar todos y cada uno de los capítulos. Os quiero.
Ahora a todas las que os aviso cada día por twitter: @AllAboutZiall Rebe y Antí que siempre están por ahí para comentar mis capítulos por twitter, @iMissLightwood Lau, la que pone nombres a todas las parejas de mis fics, @MiLoveDirection una pequeña loca a la que he cogido mucho cariño, @InHarrysDimples que me prometió un testamento en esta entrada, y todas las demás: @DanielaMarin17, @msv_lauu, @yonkie_, @RocioLerman, @crisstylescox, @Lidia498, @THNL18Iwish, @anamariposaroja, @madeinmemories, @NadiaLemrini, @OihaneAramendia, @Angelaa_DM, @FabiolaCortes1D, @Judith9999, @ohsweetstyles, @MakeMeLive1D, @Infinito_1D, @PaolaFini26, @Luiziita1djb, @AnaIsabel1D, @Nieves_Martos, @Rocio_Direction, @smilefearless_, @NeLadyStarbucks, @EstherGarlitos, @Albita_1D, @Ovii_Tomlinson, @noticemeidols, @Laura_duk, @nyan_1D, @puy_07_13, @celiazqr, @paumb13, @bringtome1dMl, @welove1D23, @AreYou1DFan, @PaolsRedondo4, @love_1D_spain, @anitaacv, @claudia31102000, @Estela_Garciam, @Esther_pomar y @OurFeels1D. También sé que hay gente como @Astyles9 a la que no aviso por twitter pero que sé que me lee igualmente, gracias a esas personas también.
Por supuesto a las que comentáis desde blogger como Veru Payne, Patri, Aina, Lisbeth, Josmy, Yera, Agente C, Lia, Carolina, Free Love, María, Melanie, Gema y por supuesto, a todos los anónimos.
Y por último, pero no menos importante, a todos los lectores fantasmas, a esas que no os atrevéis a comentar, gracias también. Lo siento si me he olvidado de alguien.
Solo quería deciros una cosa más y es que sí, empezaré una fic nueva, algunas ya lo habéis descubierto porque habéis visto el blog que llevo preparando desde hace unos días, esta es la dirección en la que he puesto los nuevos personajes y he dejado una pequeña introducción en forma de video: "Our little secret" . No subiré el primer capítulo hasta dentro de una semana o así porque quiero tener varios escritos antes de empezar a subir. Espero que os paséis por allí y no decepcionaros con esta nueva historia.
Creo que nada más, solo daros una vez más las gracias, creo que nunca os lo podré agradecer lo suficiente, gracias por todo, de verdad y nos vemos en el otro blog. Os quiero.
Sarai.


viernes, 14 de junio de 2013

Capítulo 50.





(Louis)

-¿Estás lista? –dije gritando desde el pasillo.
- Dame un minuto.-contestó de la misma forma y unos segundos después, bajaba las escaleras para encontrarse conmigo.- He quedado con ellos a las seis.-dijo una vez estuvimos en el coche.
-De acuerdo.-contesté.- Yo estaré escondido por ahí.-reímos. Habíamos planeado hacerles una broma a los chicos: Carol iba a decirles que lo habíamos dejado para siempre.
- Nos vemos luego.-dijo cuando aparqué el coche unas dos calles detrás del Starbucks.
- Eh, ¿no se te olvida algo? –dije cuando empezó a caminar.
- Discúlpeme usted.-rió antes de besarme.

La di unos minutos de ventaja y cuando la vi entrar en el Starbucks, caminé hasta allí. Entré con cuidado de que no me vieran y me coloqué en un sitio estrátegico en el que pudiera escuchar la conversación.

- ¿Y bien? –preguntó Zayn.- ¿Lo habéis arreglado?-ella agachó la cabeza.
- Es inútil. Hemos hablado pero ya no hay nada que hacer.-contestó y yo tuve que luchar con todas mis fuerzas por controlar las ganas que tenía de reírme por las caras que habían puesto.
- ¿Qué? Pero.-empezó a hablar Alice.
- Nada de peros. Ya no tiene solución.
- Lo siento mucho, Carol.-dijo Liam abrazándola. Ya no pude aguantar más.
- Señor Payne, va a dejar sin aire a mi chica si la sigue abrazando así.-dije apareciendo detrás de Alice y Niall.
- ¿Cómo que tu chica? –preguntó Ash. Carol empezó a reírse.
- Era una broma.-expliqué.- Hemos arreglado lo que teníamos que arreglar, ¿verdad? –dije mirándola, asintió.
- ¿Cómo has sido capaz de hacernos esto?-preguntó Harry, indignado.
- Tú eres el que más te lo merecías, por meterte donde no te llaman.-le contestó, abrió la boca para contestar pero no dijo nada, sabiendo que tenía razón.
- ¿Entonces está todo como antes? –preguntó Rose. Cogí una silla para sentarme entre Carol y Liam.
- Bueno, no exactamente igual.-hablé, lanzándola una mirada cómplice.
- Cierto, lo que me recuerda, que tengo que matarte.-dijo poniendo la mano en el hombro de Harry.
- Eh, ¿qué he hecho? –dijo el aludido.
- Hablar de la cuenta.
- ¿Alguien quiere explicarnos qué pasa? –intervino Emma. Entrelacé mi mano con la suya y sonreímos.
- En unos meses, tendremos un nuevo miembro en la familia.-dije.
- ¡Bienvenidos al maravilloso mundo de las cacas y los “no dormir” por las noches! –dijo Nialler y todos reímos.
- Habrá cosas buenas también, ¿no? –le dijo Carol.
- Sí, chupetes y biberones.-contestó y volvimos a reír.

Estuvimos un rato más charlando allí los diez y después acompañamos a Niall y Alice a terminar de arreglar algunos detalles para la boda que sería en dos semanas.

(Liam)

Me desperté y con cuidado, me deshice de su abrazo para levantarme de la cama. La dejé durmiendo mientras yo preparaba el desayuno y su sorpresa. Estaba seguro que no se lo esperaba para nada. Cogí zumo de naranja de la nevera, lo eché en un vaso que después coloqué sobre una bandeja, cogí una taza para poner el café y un par de magdalenas que sabía que adoraba. Cogí la bandeja y volví a la habitación, la dejé sobre la mesilla y me senté en la cama para despertarla. Acaricié su mejilla lentamente y dejé un beso sobre su frente que la hizo abrir los ojos.

- Buenos días.-dije sonriendo. Me levanté para coger la bandeja, ella se incorporó y la coloqué sobre su regazo.
- ¿Y esto?
- Tu desayuno.
- Ya sé lo que es.-rió.- me refería que a qué viene esto.-dijo antes de beber un poco de zumo.
- En un momento lo sabrás.-dije mirándola.- Tú come. Yo voy a darme una ducha, en media hora tenemos una entrevista.
- No entiendo nada.-volvió a reír y esta vez cogió una de las magdalenas.

Mientras, me metí en la ducha. Sabía que estaría comiéndose la magdalena cogiendo pequeños pellizcos y que de un momento a otro, lo descubriría. No estaba equivocado, a los pocos minutos, la escuché llamarme.

- Liam.-dijo.
- ¿Sí? –pregunté desde la ducha. Cerré el grifo y salí, enrollando una toalla a mi cintura.
- ¿Tú sabes qué hace esto en mi magdalena? –reí interiormente y salí del baño.
- ¿El qué? –dije sonriendo.
- Esto.-dijo enseñándome el anillo.
- Oh, esto.-dije acercándome a ella. Me senté de nuevo en la cama, me humedecí los labios con la lengua, quizás un poco nervioso por lo que estaba a punto de hacer.- Verás, Rose, llevamos mucho tiempo juntos y había pensado que ha llegado la hora de dar un paso más en esta relación.-a medida que hablaba, el brillo aumentaba en sus ojos. Sonreí y la cogí de la mano.- Rose Parker, ¿quieres casarte conmigo? –se abalanzó sobre mí y la abracé.
- ¡Sí, sí y por supuesto que sí! –dijo emocionada.

(Ashley)

Quedaban dos días para la boda y estábamos todas en la tienda de vestidos de novia. Alice tenía que probarse el vestido y comprobar que todo estaba correcto. Nosotras, por nuestra parte, nos probamos también por última vez los vestidos que llevaríamos como damas de honor. Eran violetas, con el pecho palabra de honor, ajustado y vuelo debajo de este. Salimos del probador casi todas a la vez y nos miramos las unas a las otras.

- Estáis guapísimas, chicas.-nos dijo la novia.
- No más que tú.-dije yo.
- Como debe ser.-comentó Rose y reímos.
- Ya verás cuando te vea Nialler, se le quita el apetito.-dijo Carol.
- No creo que eso suceda nunca.-dijo mi hermana.

Volvimos a meternos en los probadores después de asegurarnos que los vestidos estaban perfectos y nos pusimos de nuevo nuestra ropa. Pagamos lo que quedaba y salimos de allí con todos los vestidos. Decidimos acompañar a Alice a recoger a los pequeños que se habían quedado con sus padres y luego fuimos todas a su casa.

- ¿Al final habéis decidido ya dónde os iréis de viaje?-pregunté yo. Estábamos sentadas en el sofá, Alice con Vic en brazos y Carol con Ethan sentado en sus rodillas.
- Niall está empeñado en que nos vayamos aunque sea una semana pero no estoy convencida del todo, no quiero dejar a los niños solos.-explicó ella.
-  Nialler tiene razón, tenéis que iros solos y disfrutar, una solo se casa una vez en la vida.-dijo Carol.
- Quiere que vayamos a visitar Egipto y es un viaje que yo siempre he querido hacer.
- Además, nos dijiste que Maura estaba dispuesta a venirse aquí para cuidarlos, ¿no? –preguntó Rose. Ella asintió.
- Pues ya está, no veo ningún problema.-dijo mi hermana. Hablamos un rato más, hasta que conseguimos convencerla de que se fuera esa semana a disfrutar su luna de miel.
- ¿Os dais cuenta que en unos meses tendremos que ponernos a organizar otra boda? –dije yo después de un momento de silencio. Todas estallaron en carcajadas.
- Creo que deberíamos abrir un negocio para organizar bodas.-sugirió Carol.
- Experiencia vamos a tener, desde luego.-dijo Rose riendo.

(Zayn)

Pasamos toda la tarde los cinco juntos, sin prensa, ni fans ni nada. Tan solo cinco amigos pasando un buen rato. Niall y Alice no habían querido una despedida de solteros a lo grande más que nada para evitar que pasara lo mismo que en la de Louis, que casi llegamos tarde a la boda, así que, simplemente estuvimos charlando en casa de Liam, bebiendo unas cervezas mientras jugábamos a la play.

- Mañana nos vemos, tío.-se despidió Hazza de Niall con un apretón de manos.
- Y tranquilízate, luego no es para tanto.-le dijo Louis.
- Pues te recuerdo que tú parecías un flan.-le contestó.
- Tú no te preocupes, todo saldrá genial.-dijo Liam.
- Y tú cuida de mis pequeños.-dijo refiriéndose a mí. Esta noche, los dos bebés se quedarían con Emma y conmigo ya que Alice estaría en casa de sus padres y Niall en la suya, y con el lío de la boda no podrían encargarse de ellos. Asentí como respuesta. Terminamos de despedirnos de él y cada uno fue a su casa.

Tenía el coche aparcado en la puerta así que, después de despedirme de los demás, me monté para conducir hasta casa.  Introduje la llave en la cerradura y después de girarla un par de veces, abrí la puerta. Inmediatamente la pequeña Anya, vino a saludarme. Como siempre hacía, me agachaba para acariciarla un momento mientras ella, contenta, movía la cola de un lado hacia el otro. Segundos después, Emma apareció al fondo del pasillo.

- Hola morena.-la saludé antes de que ella se acercara para besarme.- ¿Y los mellizos?
- Están durmiendo.-contestó.- ¿Qué tal lo habéis pasado? –me preguntó mientras íbamos a sentarnos al sofá.
- Bien, hemos hechado unas cuantas partidas al fifa.- Ella rió.
- ¡Cómo no!
- ¿Y vosotras qué? ¿Hablando de nosotros? –dije divertido.
- No toda nuestra vida gira en torno a vosotros, listo.-
- ¿Ah no? Yo pensaba que desde el día que nos conocisteis sí.-dije para picarla.- Oh, espera.-continué.- que giraba ya en torno a nosotros antes de conocernos.-la saqué la lengua.
- ¡Eres un…!-empezó a decir, sentándose sobre mí, con una rodilla a cada lado de mi cintura.
- ¿Un tipo adorable? –dije y ella empezó a darme golpes mientras yo reía.
- Eres un tipo creído e insoportable.-dijo mientras yo sujetaba sus muñecas con una mano.
- ¿Ah sí? –ella asintió y yo sonreí.- Pero a ti te gusta este tipo creído e insoportable.-dije mirándola, consiguió soltarse de mi agarre y colocó sus manos rodeando mi cuello.
- Algo peor.-acercó su cara a mi oído.- Estoy enamorada de él.-susurró dejando un beso debajo de mi oreja que hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo y que una inmensa sonrisa se dibujara en mi cara.

(Emma)

Como normalmente, desperté antes que él. Era igual que una marmota, nunca se cansaba de dormir y era prácticamente imposible despertarle. Decidí darle cinco minutos más, mientras me duchaba para después desayunar y ponerme a arreglar a Ethan y Victoria. Salí de la cama con cuidado, recogí la ropa que la noche anterior había acabado en el suelo, la puse sobre una de las sillas de la habitación y caminé hasta el baño. Me tomé mi tiempo para ducharme y después,  enrollé una toalla en mi cuerpo. Empecé a secarme el pelo cuando sentí unos labios posarse en mi hombro.

- ¿Te has levantado tu solo? –pregunté mirándole por el espejo.- No me lo puedo creer.
- Que tonta eres, ¿cómo te crees que me despertaba cuando no estabas tú aquí?-besó ahora mi mejilla.
- ¿Por qué no vas vistiendo a los enanos mientras termino?
- De acuerdo.-dejé un pequeño beso en sus labios antes de que saliera del baño.

Tardé unos cuantos minutos más en secarme el pelo aunque no le hice gran cosa ya que lo iba a llevar recogido en un moño para la boda. Salí del baño para encontrarme con una escena un tanto adorable y divertida: Zayn intentando vestir a los niños y a la vez peleándose con la ropa. Solté una risita y me acerqué a la cama, donde los estaba vistiendo.

- ¿No ves que lo estás poniendo del revés? –le dije señalándole los pantalones del pequeño Ethan.
- Uy, es cierto.-reí de nuevo.- Anda, ve a ducharte, yo termino con ellos.-le dije.
- De eso nada, quiero hacerlo yo.-insistió.- Tengo que ir practicando para cuando tengamos los nuestros.-dijo haciéndome sonreír como una idiota ante la idea de formar una familia con él.

(Niall)

Se me hizo raro levantarme y no verla a mi lado. Desayuné rápidamente y me metí en la ducha. Respiré hondo mirándome en el espejo, terminando de vestirme. Hoy era el gran día. El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos, corrí a abrir y tal y como había prometido el día anterior, ahí estaba Liam para hacer de chófer como en la boda anterior.

- ¿Estás listo? –me preguntó.
- Un minuto.-me miré una vez más en el espejo, peiné mi pelo un poco con la mano y cogí la chaqueta del traje.- Podemos irnos.

Nos subimos en el coche y en unos diez minutos estábamos llegando a la puerta de la iglesia. Aparcamos en el primer hueco libre y nos bajamos. Había ya unos cuantos invitados en la puerta esperando que me saludaron al verme. Entré en la iglesia y me encontré con mi familia. Mi madre fue la primera en venir a abrazarme y repetirme no sé cuántas veces lo guapo que estaba hoy. Los chicos también estaban allí, a excepción de Louis, esta vez, el chófer de la novia, al igual que las chicas.

- Mira quien ha venido.-escuché que decía Carol y unos segundos después, aparecieron Ethan y Victoria detrás, andando torpemente. Balbucearon algo que supuse que sería “papá” y los cogí a ambos en brazos.

Estuvimos unos minutos charlando lo más bajito posible y aunque entre todos intentaban tranquilizarme, mis nervios empezaban a ser cada vez mayores, sobre todo porque ya pasaban diez minutos de las doce y no había ni rastro de Louis y Alice. Cinco minutos más tarde, apareció Louis.

- Lo siento tío, el GPS nos ha perdido.-explicó y los chicos soltaron unas risitas que se vieron interrumpidas por la entrada de mi novia agarrada del brazo de su padre.
- Me has hecho pasar los peores quince minutos de toda mi vida.-le susurré cuando llegó a mi lado.- Creí que te habías arrepentido.
- Eso nunca.-dijo sonriendo. Hoy estaba más preciosa que nunca. Besé su mejilla y empezó la ceremonia.

(Alice)

Después de la ceremonia, fuimos al restaurante donde celebraríamos el banquete. Estuvo, como no, lleno de risas y creo que todos disfrutamos muchísimo de la fiesta. El baile que organizamos duró casi hasta las nueve de la noche y después, todos nos acompañaron a despedirnos al aeropuerto.

- Disfrutad muchísimo.-dijo Rose abrazándonos a los dos.
- Pero tened cuidado y no vengáis con un Horan más.-dijo Harry y todos reímos.
- No os preocupéis por los niños, yo me encargo de ellos encantada.-dijo Maura. Ella se quedaría esta semana en nuestra casa y así, cuidaría de los mellizos ya que mis padres no podían por el trabajo.
- Muchísimas gracias.-le dije yo.
- Iros ya, pesados, vais a perder el avión.-comentó Zayn.
- ¿Tanto quieres perderme de vista, Bad boy? –le dijo Niall poniendo una especie de puchero que nos hizo reír. Y los cinco empezaron con sus chorradas de siempre. Los interrumpió el anuncio por megafonía. Volvimos a despedirnos de todos, especialmente de Ethan y Vic y nos alejamos de ellos para llegar a la puerta de embarque.

Me quedé dormida prácticamente al sentarnos en el avión y no desperté hasta que llegamos al aeropuerto de El Cairo. Recogimos las maletas y nos subimos a un taxi que nos llevó hasta el hotel.

- Necesito cenar algo.-exclamó Niall y yo reí.
- Con un poco de suerte, todavía está abierto el restaurante.-
- Crucemos los dedos.-hizo un gesto gracioso y volví a reír. Bajamos después de dejar las maletas en la habitación y tuvimos la suerte de que aún daban cenas.
- Me ha dado pena dejar a los niños en Londres.-comenté.
- Estarán bien.-dijo Niall sonriéndome.
- Lo sé pero no me gusta dejarlos solos tanto tiempo.-pasó su brazo por mis hombros cuando íbamos de vuelta a la habitación.
- No te preocupes, la abuela Horan los cuidará bien.-besó mi mejilla.- Ahora tú y yo vamos a disfrutar esta semana que tenemos.-llegamos a nuestro piso.- Hemos tenido muchas noches de llanto y tenemos que recuperar el tiempo perdido, señora Horan.-dijo cogiéndome en brazos, reí mientras abría la puerta de la habitación.
- En eso tiene usted toda la razón del mundo.-dije sobre sus labios, antes de unirlos en un beso que duraría gran parte de aquella noche.

(Rose)

Hacía mucho que no sabía nada de mi padre, como un mes o así pero Liam había insistido en querer hacer las cosas bien, es decir, quería pedirle mi mano a mi padre a pesar de que yo ya le hubiera dicho que sí hacía ya dos semanas y claro, para eso, teníamos que vernos. Llamé a mi padre que accedió sin ningún problema a la comida que le había invitado.

- Estás preciosa.-dijo abrazándome desde atrás y besando mi mejilla.- ¿Nos vamos? No quiero llegar tarde a la primera cita con mi futuro suegro.-reí y después de coger el bolso, salimos de casa cogidos de la mano.

Habíamos quedado en un restaurante que había cerca de nuestra casa así que no fue necesario coger el coche. Cuando entramos, divisé a mi padre sentado ya en una mesa. Le saludé con un beso en la mejilla y Liam con un apretón de manos.

- Supongo que esta comida será por algo en concreto, ¿no? –preguntó directo mi padre. Liam carraspeó y empezó a hablar.
- Señor Parker, a mi me gusta hacer las cosas bien y es por eso que estamos ahora mismo los tres aquí.-hizo una pequeña pausa, como pensando bien qué iba a decir.- Amo a su hija y me gustaría que nos diera su consentimiento para casarnos.-mi padre inmediatamente me miró a mí.
- Si es eso lo que quieres, Rose, por mi no hay ningún problema.-dijo y me levanté para abrazarle. Aunque hubiéramos estado separados, le quería como siempre.- Has demostrado ser un buen chico y sé que seguirás cuidando de ella como has hecho hasta ahora.-dijo esta vez dirigiéndose a Liam.- Yo también tengo algo que deciros.-dijo después de que la camarera dejara nuestra comida sobre la mesa.
- ¿De qué se trata, papá? –pregunté.
- Marie y yo lo hemos dejado.-dijo.
- ¿Qué? ¿De verdad? ¿Hace cuánto? –pregunté sorprendida y para qué negarlo, emocionada por la noticia.
- Hace una semana, no aguantaba más. La pillé con su amante en casa.-me tapé la boca con las manos.
- Lo siento mucho.
- No lo sientas, en realidad debería haberlo hecho hace mucho, te perdí por su culpa.-dijo cogiendo mi mano.
- No, papá, nunca me has perdido.-sonreí.
- Estás invitada a venir a casa ahora cuando quieras.-dijo.- Los dos.-le sonrió a Liam y seguimos comiendo charlando animadamente.

Nos despedimos de mi padre quedando en que iríamos a comer con él un día la semana que viene y en vez de ir a casa, decidimos ir a dar un paseo.

- Se te ve feliz.-comentó Liam sonriéndome.
- Lo estoy.
- Me encanta verte así.

(Harry)

Llevábamos un mes muy ocupados preparando un nuevo álbum. No parábamos un momento: entrevistas, sesiones de fotos, últimos retoques en el estudio y más entrevistas. Ultimamente no había pasado todo el tiempo que me gustaría con Ash y aunque las cosas entre nosotros iban perfectamente bien, había tenido una idea genial. Ella saldría en media hora del trabajo, sí, en estos meses de verano iba por las mañanas a una cafetería para trabajar de camarera asi que revisé que todo estuviera listo y bajé la maleta al coche.  Aparqué frente a la cafetería y salí del coche. Me quedé apoyado en la puerta de este y ella me vió a través del cristal y nos saludamos con la mano. Unos minutos después, salió y vino hasta mí. La recibí con una sonrisa y besó cortamente mis labios.

- ¿Qué haces aquí? –preguntó risueña.
- Tengo una sorpresa para ti.-dije.- Y antes de que digas nada, no, no te lo voy a decir.-ella se cruzó de brazos mirándome.- Vamos, sube al coche.
- A sus órdenes.

Puse la radio en cuanto subimos al coche, nos esperaba un largo camino hasta nuestro destino así que había que entretenerse. Conduje durante casi tres horas en las que estuvimos hablando de todo un poco y cantando las canciones que iban saliendo en la radio hasta que llegamos. Una playa prácticamente deshabitada, solamente con una pequeña cabaña en la que pasaríamos los dos días siguientes.

- ¿Qué es todo esto, Harry? –preguntó nada más bajarnos.
- Una playa, una cabaña.-contesté sacando la maleta del maletero.
- Me refería a qué por qué estamos aquí.
- Por que me apetecía pasar unos días contigo, solos sin nadie que nos moleste. Ni entrevistas, ni paparazzis, solo tú y yo.-dije acercándome a ella.
- ¿Y tu trabajo? Ahora estáis muy ocupados.
- He dicho que estaba malo.-ella rió.
- Muy mal, Hazza, eso es mentir.-dijo intentando hacer que me regañaba.
- Merecerá la pena, estoy seguro.-la robé un beso antes de ir hasta la cabaña para dejar las cosas.

En efecto, no me equivocaba, pasamos allí dos días estupendos entre besos, caricias y juegos en el agua.

(Carol)

- Lou, ¿quieres dejar de meterme prisa? Estás poniéndome nerviosa.-dije terminando de maquillarme un poco frente al espejo.
- ¡Es que vamos a llegar tarde!
- La cita es dentro de una hora y no tardamos ni media en llegar.-Tenía cita con el médico y quizás hoy nos dirían si tendríamos un niño o una niña.
- ¿Y si nos vamos por si nos atienden antes? –dijo asomando la cabeza por la puerta de la habitación.
- Sí, mejor, vámonos a ver si te callas.-le dije riendo. Cogí el bolso y nos metimos en el coche.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquila? ¿No tienes ganas de saber qué será? –me dijo mientras conducía.
- Sea lo que sea, será perfecto.-contesté. Y era verdad, me daba igual que fuera niño o niña porque sería suyo.
- Por un lado quiero una niña.-él siguió con su debate interno que hacía en voz alta.- Seguro que saldría rubia y tan preciosa como tú.-reí.- Pero por otro quiero un niño, le enseñaría todas mis habilidades jugando al fútbol y mis técnicas para ligar.-mi carcajada fue mayor.
- Seguramente de las técnicas de ligue se encargaría Harold.-dije.
- Oye, ¿insinúas que no sé ligar? Por que creo que no me ha ido nada mal, ¿no?
- No insinúo nada.-dije entre risas mientras aparcaba en el aparcamiento del hospital.

Entramos y, como aún no era la hora, nos mandaron a sentar a la sala de espera.

- ¿Carolina Tomlinson? –dijo una enfermera y ambos nos levantamos para seguirla a lo largo de un pasillo.

Entramos en la consulta donde nos estaba esperando el doctor. Me tumbé en la camilla, levanté la camiseta y el médico puso un poco de gel sobre mi tripa que ya empezaba a crecer. Observó durante unos minutos al bebé por la pantalla y apreté la mano de Louis que se encontraba a mi lado. Era muy emocionante ver que aquella cosa tan pequeñita que estaba dentro de mí, la habíamos creado nosotros.

- ¿Y bien? ¿Qué es? ¿Niño o niña? –preguntó Louis.
- Hm.-dudó un momento mirando mejor.- Es una niña.-dijo y Louis depositó un beso en mi mano. Ambos sonreímos.- Está todo perfecto.-quité el gel con un papel y después de despedirnos de él, salimos de la consulta. Cogí el móvil para mandar un mensaje a mi padre y avisarle. Louis llamó a su madre mientras caminábamos para salir de allí con su brazo rodeando mis hombros.
- Sí, mamá, todo está bien.-asintió.- Sí, sí, una niña.-ahora negaba y reí.- No hace falta, ya sé qué nombre le vamos a poner. Exacto.-estaba en silencio y era su madre la que hablaba ahora, me miró, rodó los ojos haciéndole burla. Este chico no tenía remedio.- Claro, de tu parte. Sí, iremos pronto. Te quiero.-y colgó.
- ¿Así que ya tenemos nombre y no lo sabía? –pregunté.
- Mónica, como tu madre.-de un momento a otro mis ojos se cristalizaron. Era un bonito detalle por su parte.
- No llores, pequeña.-me abrazó y besó mi cabeza.
- Te quiero.
- Y yo a ti.-sonreí y nos besamos.- Ahora tenemos un problema.-dijo.
- ¿Cuál?
- Que yo quiero tener un niño.
- No veo el problema.-me encogí de hombros.
- Ay, pequeña, que no lo entiendes.-dijo negando con la cabeza.- quiero un niño, es decir, no vamos a parar hasta tenerlo.
- No hablas en serio, ¿verdad?
- Totalmente.-
- Estás loco.-reí.- ¿Y si yo solo estoy hecha para traer niñas al mundo?
- Me buscaré entonces a otra que traiga un Tomlinson a la familia.
- ¡Oye! –le regañé.
- ¿Qué? Es que siempre he estado rodeado de chicas.-se excusó.- Pero no te preocupes, tendría el niño y luego volvería contigo.
- No lo estás arreglando, Tomlinson.-dije queriendo parecer enfadada.
- Es broma tonta.-me abrazó de nuevo.- No necesito a nadie más que a ti.

Aquí estoy de nuevo después de un montón de días. Lo siento, es que me ha costado un montón escribir este último capítulo, se me resistía. No sé, no me convence demasiado pero bueno. Espero que os haya gustado este último capítulo de la fic, como veis todo a acabado con su final feliz, todas las parejas contentas así que no podéis matarme. No penséis que os librais de mí tan facilmente, el domingo por la tarde (si me da tiempo), como muy tarde el lunes, subiré el epílogo y ya os escribiré un testamento poniendome sentimental y dandoos más detenidamente las gracias. Así que, nos leemos en el epílogo. Os quiero.
Sarai.