¡Hola! Un nuevo capítulo que espero que os guste. Muchas gracias a todas por seguir leyendo y todo eso. Gracias por los comentarios que me hacen mucha ilusión*-* Mañana os subo otro.
Hope you like it!
(Zayn)
Después de
comer nos quedamos sentados en las toallas charlando un poco, riendo, conociéndonos
un poco más. Pasamos en la playa casi toda la tarde disfrutando del buen tiempo
que Inglaterra muy amablemente nos había regalado hoy. Cuando empezó a
anochecer decidimos irnos, así que recogimos las cosas y fuimos a los coches.
Nos dividimos nuevamente en dos grupos, esta vez: Emma, Ashley, Harry, Liam y
yo en el coche que conducía Liam y en el de Louis, él, Rose, Alice y Niall.
Durante el camino continuamos con la charla, daba gusto hablar con estas chicas,
parecía que nos conocíamos de toda la vida cuando en realidad no hacía ni un
día que nos habíamos presentado. Tras otra hora de vuelta, llegamos a su casa.
- Gracias
por traernos chicos, lo hemos pasado genial. –dijo Emma.
- Y
nosotros. Habrá que repetir, ¿no? –contesté sonriendola.
- Cuando queráis.
–sonrió.
- Por
cierto, el sábado es mi cumpleaños y haremos una fiesta. Estáis todas
invitadas. –dijo Liam.
- ¿En serio?
¡Muchas gracias, Liam! –dijo Ashley entusiasmada.
- Entonces,
el sábado por la noche nos vemos. –dijo Harry.
Y después de
intercambiar los números de teléfono, twitters y demás, salieron del coche y
antes de entrar en su casa nos dedicaron una última sonrisa y un “adiós” con la
mano. Liam nos llevó a casa de Larry ya que íbamos a cenar allí los cinco
juntos, cuando llegamos, ellos ya estaban allí, bueno supongo, porque solo
vimos a Niall en la cocina saqueando la nevera.
- ¿Y Louis? –pregunté.
- En su
habitación, creo, dijo que iba a hacer no sé qué cosa. –me contestó.
- Muy bien,
Niall, ya veo que le has prestado mucha atención.-reí saliendo de la cocina y
fui al salón.
(Carol)
Había pasado
un gran día en compañía de mi familia pero no había parado un momento desde que
aterricé y estaba bastante cansada así que cuando llegué de nuevo a casa, me
fui a mi habitación.
- ¿No
quieres cenar nada? –preguntó mi madre asomando la cabeza por la puerta de mi
habitación.
-Negué con
la cabeza.- No, no tengo hambre, gracias mamá. –La verdad es que habíamos
picado por ahí y no tenía ganas de cenar.
- Vale,
cariño. –dijo y salió de mi habitación cerrando la puerta.
En cuanto
cerró la puerta me quité la ropa y me puse el pijama que consistía en un
pantalón cortito azul con cuadritos y una camiseta de manga corta del mismo
azul y con un gran Bob Esponja en ella, sí, infantil, lo sé. Fue el regalo de
cumpleaños que me hizo mi hermana el año pasado y me encanta. Cogí el portátil y
me senté sobre la cama. Tenía la esperanza que alguna de las chicas estuviera
conectada, quería saber cómo las había ido hoy en el picnic. Entré en twitter
por si habían puesto algo en cuanto a eso pero nada, no había nada. Mientras
revisaba los emails, saltó una ventana de una videollamada y sí, era él.
- ¡Lou! –sonreí
mirando la pantalla.
- ¡Hola
pequeña! ¿Cómo ha ido el vuelo? –dijo sonriéndome.
- Muy bien,
¿y el picnic?
- Podría
haber estado mejor.
- ¿Y eso?
¿Os han dado mucho la lata mis amigas? –reí y él conmigo.
- Que va,
son estupendas. Pero faltabas tú. – Creo que en ese momento me sonrojé y
bastante. Era una manera de decir que me echaba de menos, ¿verdad?
- Bah,
seguro que no lo habéis notado. –dije queriendo quitarle importancia.
- Los demás
no lo sé, pero te aseguro que yo si que lo he notado. – Para de decirme estas
cosas, Lou. Primero los mensajes y ahora esto. ¡Los mensajes! Acabo de recordar
que no le contesté, se me olvidó por completo. - ¿Sigues ahí? –dijo riendo.
- Sí, sí,
aquí estoy. –sonreí. – Siento no haber contestado tus mensajes pero tuve que
apagar el móvil en el avión y bueno, luego estuve con mi familia y lo olvidé…-Creo
que solo de recordarlos otra vez estaba poniéndome cada vez más roja, podía
notar el calor en mis mejillas, seguía sin tener ni idea de cómo contestar.
Pero por suerte, alguien más apareció al otro lado de la pantalla para
salvarme.
- ¡Rubiaaaa!
–dijo Harry saludando.- Te has perdido un gran partido hoy.
- ¿Habéis
jugado al fútbol? ¿Rose y Emma también? –los dos asentían con la cabeza.- Pues
debo deciros que habéis conseguido lo imposible, ni Ash ni Alice ni yo lo hemos
conseguido en estos dos últimos veranos.
- No han
podido negarse a nuestros encantos. –dijo Harry haciéndose el interesante.
- Ya, ya me
imagino. –dije riendo.
(Louis)
Nada más
llegar a casa, subí a mi habitación. No había contestado mis mensajes y
esperaba encontrarla conectada a estas horas. ¡Et voilá! Ahí estaba, no dudé un
instante en enviarla una invitación a la videollamada y ella aceptó.
- ¡Lou!
–dijo con una sonrisa. Llevaba puesto lo que supuse debía ser su pijama y era
de Bob Esponja, lo que me hizo sonreir.
- ¡Hola
pequeña! ¿Cómo ha ido el vuelo? –dije.
- Muy bien,
¿y el picnic?
- Podría
haber estado mejor.
- ¿Y eso?
¿Os han dado mucho la lata mis amigas? –reí con ella.
- Que va,
son estupendas. Pero faltabas tú. – Y era totalmente cierto. La había echado en
falta en la playa. Pude notar cómo sus mejillas tomaban un leve tono rojizo.
- Bah, seguro
que no lo habéis notado. –me contestó.
- Los demás
no lo sé, pero te aseguro que yo si que lo he notado. – Repetí. Se quedó como
un poco “ida” - ¿Sigues ahí? –dije riendo.
- Sí, sí,
aquí estoy. –sonrió. – Siento no haber contestado tus mensajes pero tuve que
apagar el móvil en el avión y bueno, luego estuve con mi familia y lo olvidé…-Veía
que sus mejillas cada vez estaban más rojas y entonces sin si quiera llamar a
la puerta entró en la habitación.
- ¡Rubiaaaa!
–dijo Harry saludando.- Te has perdido un gran partido hoy. –Gracias Harry,
eres muy oportuno.
- ¿Habéis
jugado al fútbol? ¿Rose y Emma también? –asentimos Harry y yo a la vez.- Pues
debo deciros que habéis conseguido lo imposible, ni Ash ni Alice ni yo lo hemos
conseguido en estos dos últimos veranos.
- No han
podido negarse a nuestros encantos. –dijo Harry haciéndose el interesante.
- Ya, ya me
imagino. –contestó ella riendo.
Y supongo
que a causa de los gritos de Harry fue por lo que en cuestión de minutos
empezaron los demás a entrar en mi habitación y lo que empezó siendo una
conversación entre ella y yo, se convirtió en una entre los seis.
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