Como dije antes, hoy dos capítulos, sí, tenía ganas de escribir. Gracias por leerla. Aquí os dejo con el siguiente capítulo. Twitter: @SaraiLoveSlayer ¡Ah! Quería pediros un favor...¿podriais pasarle mi fic a vuestras amigas y eso? ¡Os lo agradecería un montón!
Hope you like it!
“¿Estás
disponible hoy?”
Inmediatamente
una sonrisa apareció en mi cara. Era Louis. Iba a contestar cuando sonó el
timbre de la puerta. Me levanté, me recogí el pelo, y bajé con la Blackberry en
la mano contestándole.
“Depende de
para quién.”
Lo envié.
Abrí la puerta. Y ahí estaba él con su increíble sonrisa mirándome.
- ¿Para mi?
–me preguntó.
- Miraré en
mi agenda a ver si hay algún hueco. –Dije queriendo parecer seria y él empezó a
reír.- Anda pasa. –Entró y cerré la puerta, le llevé hasta el salón. – Tendrás
que esperar a que me vista, no querrás que vaya por ahí en pijama.
- Tendría su
gracia. Pero en otra ocasión. –Me sonrió.- Aquí te espero.- Dijo sentándose en
el sofá.
- Pon la
tele si quieres. –Dije mientras subía las escaleras.
Me metí al
baño a darme una ducha rápida, me sequé el pelo haciendo hincapié en que el
flequillo quedara bien recto sobre la frente y lo demás lo dejé suelto aunque
aún no estaba del todo seco. Me pinté la raya inferior del ojo negra y me di un
poco de colorete en las mejillas. Abrí el armario, miré por la ventana, hacía
sol, así que elegí un pantalón corto vaquero y una camiseta blanca con el
hombro caído. Un toque de rímel, cogí la Blackberry, algo de dinero que guardé
en el bolsillo del pantalón y lista. Bajé silenciosamente las escaleras y entré
al salón. Me acerqué despacio al sofá, parecía que no me había oído llegar.
- Estoy
lista. –susurré.
- Pues
vámonos. –giró la cabeza para mirarme, ambos sonreímos, apagó la tele y salimos
de casa.
- ¿Y dónde
vamos hoy? –pregunté mientras subíamos en su coche.
- Primero
pasamos por mi casa, me he dejado la cartera.
- Ok.
Después de
unos veinte minutos llegamos a su casa. Bajamos del coche y abrió la puerta, me
guió por el pasillo poniendo su mano en mi espalda hasta el salón.
- No te
asustes, seguramente aparezca Harry en calzoncillos de un momento a otro. –me dijo
cuando llegábamos al salón.
Reí ante su
comentario entrando en el salón. La verdad, tenía ganas de conocer a Harry en
persona, bueno, como al resto de los chicos, pero a él especialmente,
llevábamos varios días hablando por Skype y era encantador.
- Esperame
aquí, ahora vuelvo. –Me dijo a lo que yo respondí con una sonrisa.
Me quedé
observando el salón, era bastante amplio, tenía un sofá bastante grande delante
de la pantalla de plasma, una mesa, muebles y algo que llamó mi atención,
varios portafotos y me acerqué a verlos mejor. Había fotos de los cinco juntos,
de Louis de pequeño, de Harry con su familia… Cuando estaba viéndolo alguien me
abrazó por detrás.
- Hola
rubia.
- ¡Rizos! –Le
abracé.
- Ya era
hora que Louis te trajera. Estaba empezándome a cansar de verte solo por la
pantalla del ordenador. –Reí.
- Sí, yo
también tenía ganas de verte. –Sonrió y nos dimos otro abrazo. Era increíble,
habíamos hablado varias veces, ni siquiera nos habíamos visto en persona pero
nos habíamos echo muy amigos.
- ¿Te
quedarás a comer? –Me preguntó.
- Tendrá que
ser otro día porque hoy me la llevo yo. –Dijo Louis bajando las escaleras.
- Bueno,
vale. –Dijo Harry haciendo una mueca.- Pero me debes una comida, rubia. –Me señalaba
con el dedo.
- Eso está
hecho, rizos. Cuando y donde quieras.
- ¿Nos
vamos?
- Claro. Ya
nos veremos señorito Styles. –Le di un beso en la mejilla y fui hacia la puerta
con Louis.
- Adiós
rubia. –Oí que gritó Harry antes de que saliéramos de allí.
Salimos de
la casa pero esta vez no cogimos el coche.
- ¿Te
importa caminar? –me preguntó.
- Para nada,
me gusta pasear.
- Mejor, de
todas maneras no está muy lejos de aquí.
- Aún no me
has dicho donde vamos. –Le miré.
- A comer.
- ¿No me
digas? –dije irónicamente.- Me refería a qué sitio, bobo.
- Ya lo sé,
pero no quiero decírtelo.
- Ah,
entiendo, ¿una sorpresa? –Asintió.-
Entonces no te torturaré para que me lo digas.
- ¿Pensabas
torturarme? –dijo mirándome con sorpresa.
- Claro. –Y no
pude evitar echarme a reir por la cara que había puesto.
Seguimos
caminando durante un rato mientras charlábamos y reíamos, era imposible estar
un minuto seria si estabas con él. Llegamos a un pequeño restaurante, por
dentro parecía un bosque, era muy bonito, me encantaba. Nos sentamos en una
mesa del fondo y el camarero trajo la carta para que decidiéramos qué íbamos a
comer. Después de mirar todo lo que había, al fin nos decidimos, Louis llamó al
camarero, pedimos y al rato nos trajeron la comida. Mientras comíamos reíamos,
hablábamos de todo un poco, de música, de cine.
- ¿Puedo
hacerte una pregunta? –dijo cambiando de tema.
- Claro,
dime. –dije metiéndome un trozo de filete en la boca.
(Louis)
- ¿Te gusta
Harry? –Pregunté y se atragantó – Eh, no te ahogues, si lo sé no te lo
pregunto. –reí levemente.
- No, ¿por? –Contestó
después de toser.
- Nada,
nada, simple curiosidad. –Dije restándole importancia.
No, no era
simple curiosidad. “Necesitaba preguntarlo” habría estado mejor, aunque
seguramente eso hubiera llevado a varias preguntar por su parte. Parecía firme
y segura de ese “no” y eso me aliviaba, no me había gustado para nada verlos
abrazados en casa, y sí, supongo que habían sido celos y aún no sé muy bien por
qué, me atrevería a decir que es algo pronto para poder decir que estaba
enamorado de ella. Lo que sí sé es que sentía algo por ella, algo que nunca
antes había sentido por nadie.
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