Capitulo 22

¡Hola! ¡Hola! Os traigo un nuevo capitulito que creo que es lo que todas esperáis Jijijijij Gracias a @MelanieMarin6 @Mrs_CrisStyles @1D_love_5 @RocioLerman @Mrs_styles_par @sonia_loves1D y a @AnaMtz_Mtz por leerme y darme vuestra opinión. Si se me ha olvidado alguna, decidmelo*-*

Hope you like it!

(Carol)

Pasamos el resto de la mañana tirados en el sofá, hablando y riendo. Me hubiera quedado así durante días, ahora mismo no necesitaba nada más, solo a él, contándome lo primero que se le viniera a la cabeza, cosas sin sentido, pero todo daba igual en esos momentos. Pero como siempre, tiene que haber algo o alguien que lo interrumpa, ambas cosas en este caso porque sonó su móvil.

- ¿Sí? Oh vaya, es verdad. Lo siento, lo había olvidado. Sí, sí, en seguida estoy allí. –colgó.- Me tengo que ir, pequeña. –dijo.- Llego tarde a una entrevista.

- Vaya día que llevamos hoy, te pegan por mi culpa, llegas tarde por mi culpa…-dije mirándole y él rió.

- Eres una mala influencia para mi. –dijo levantándose del sofá y caminando hacia la puerta.

- Pues ya sabes, aléjate de mi. –reí mientras él salía por la puerta.

- No podría hacerlo aunque quisiera.

Se metió en el coche y volvió a desaparecer al final de la calle. Ag, odio que me diga esas cosas y se largue, así, sin más, sin darme tiempo a contestarle.

Era la hora de comer, así que me preparé algo de comer, poca cosa porque no tenía mucha hambre. Después de recoger lo que había ensuciado y demás me tumbé en el sofá y encendí la televisión. No había nada interesante y mis ojos se fueron cerrando poco a poco hasta que el timbre me despertó. Abrí y casi me tiran al suelo del abrazo que me dieron.

- Sabíamos que no querrías salir así que…-dijo Ashley.

- Hemos traido los helados. –siguió Alice.

- Además, tenemos una conversación pendiente, señorita Martin. –me dijo Rose.

- Creo que no soy la única que tiene cosas que contar. –dije y volvimos de nuevo al salón. 

Fui a la cocina a por unas cucharillas para los helados, apagué la tele y puse música de fondo, nos sentamos todas en el suelo, en círculo.

- ¿Quién empieza? –dije yo y todas me miraron.- No por favor, dejadme la última esta vez.

- Venga yo misma. –dijo Emma.- Aunque bueno, Carol ya lo sabe. El otro día Zayn me invitó a desayunar y luego estuvimos paseando, es increíble. –dijo sonriendo.

- Ahora yo.- dijo Alice entusiasmada. – Tengo que decir que desde el domingo he vuelto a salir con Niall, varias veces…-soltó una risita nerviosa.

- ¿Y…?-dijimos las demás a la vez, con curiosidad.

- Creo que somos como almas gemelas, ¡me encanta! Es tan…adorable.-suspiró. Y se escuchó “Oh” por parte de todas.

- ¡Qué bonito es el amor! –dijo Rose.

- ¿Y tú qué? te vimos hablando mucho rato el otro día con Liam.- dijo Alice y Rose sonrió tímida.

- Sí, es que digamos que tenemos muchas cosas en común. –contestó.

- ¿Y tú, enana? –dije mirando a Ashley, la llamaba así siempre de cariño.- ¿Qué tal con el rizos?

- Bien…bien.-dijo con vergüenza.

- Venga hermanita.-dijo Emma.- dilas que os habéis estado mandando mensajitos casi todos los días.

- Es cierto, ¿qué quieres que le haga si le gusta hablar conmigo?

- Nada, nada. –y todas reimos.- Faltas tú, Carol.

- Bueno, creo que lo que pasó ayer con Dougie lo sabeis todas, ¿no? –asintieron todas.

- Y por cierto, ese chico se va a enterar, le voy a decir yo un par de cositas. –dijo Rose enfadada.

- No hace falta, Ro. Louis se te adelantó. –me miraron expectantes.

- ¿Qué ha pasado? –preguntó Ashley.

- Que el idiota vino esta mañana, Lou le abrió la puerta y no sé que le diría pero le dio un puñetazo…

- ¿En serio? –dijeron todas a la vez.

- En serio. –dije asintiendo con la cabeza.

- Le tienes loquito, amiga. –dijo Alice levantando las cejas.

- No digáis tonterías, es solo un amigo, un buen amigo. –Recordé sus últimas palabras antes de irse y me sonrojé.

- Tus mejillas no dicen lo mismo. –dijo Emma y reimos.

- Bueno, pero eso no era lo que quería contaros, tú lo sabes Emma porque desde que vine el primer verano has sido como una hermana para mí y bueno creo que es hora de que vosotras también lo sepáis.- Era verdad, Em era como la hermana gemela que siempre había querido tener, me escuchaba, me ayudaba y sobre todo estaba ahí siempre, pasara lo que pasara, incluso cuando estaba en mi casa, en Madrid, si tenía problemas, hablaba con ella para pedirla consejo. Y empecé a contarlas mi larga historia con Dani, mi ex.

Después de charlar un rato más y que me contaran con pelos y señales todo lo que había pasado en el picnic, las veces en las que se habían visto y lo que ponía en los mensajes que se habían estado mandado estos días, llegó la hora de despedirse.

- Bueno, mañana nos vemos en la fiesta de Liam. –dijo dándome un abrazo Alice.

- Sí, supongo que sí.-dije.

- ¿Cómo que se supone? Tienes que ir. –dijo Rose.

- No sé, la verdad es que no me apetece nada.

- Pero…-empezó Ashley.

- No insistáis, de verdad.-volví a decir.

- Está bien, y no pienses mucho, ¿vale? –dijo abrazándome Emma.

- Lo intentaré. Adiós chicas. –dije.

(…)

Al día siguiente me levanté casi a la hora de comer, necesitaba descansar porque con todo lo que ha pasado desde que volví no había dormido mucho la verdad. Después de comer, me subí a mi habitación, donde pasé toda la tarde tumbada en la cama, escuchando música, no tenía ninguna gana de hacer nada.

(Emma)

Sobre las siete de la tarde, mi hermana y yo empezamos a arreglarnos ya que en dos horas más o menos vendrían a recogernos los chicos para ir a la fiesta de cumpleaños de Liam. Después de ducharme, me sequé el pelo y lo alisé. Para esta ocasión escogí un vestido blanco con un lazo a un lado en azul, de tirantes y a la altura de las rodillas. Me maquillé y me puse unos tacones a juego. Bajé al salón a esperar a mi hermana que tardaba algo más que yo en arreglarse, cuando bajó, estaba genial, se había puesto una falda de tubo negra por encima de las rodillas con un top blanco de un solo tirante, los zapatos eran también de tacón, algo más bajos que los mios y se recogió el pelo en una coleta al lado, dejándolo caer por el lado contrario al tirante de la camiseta. A los cinco minutos o así, llamaron a la puerta.

- Wow .-dijo al verme.

- ¿Qué? ¿Voy mal? –dije mirando el vestido.

- Todo lo contrario. Estás preciosa. –sonrió mirándome y supongo que me sonrojé, siempre que me miraba así conseguía que mis mejillas se pusieran rojas.

- Hola Z.-dijo Ashley llegando por detrás.

- Hola guapísima.-la saludó. -¿nos vamos?

Subimos al coche que nos estaba esperando en la puerta con Harry dentro. Llegamos a la fiesta antes que los demás, aunque no tuvimos que esperarles mucho. Las chicas estaban geniales, Rose llevaba un vestido negro pegado al cuerpo y la hacía una figura increíble y más con los taconazos que se había puesto y Alice llevaba un pantalón corto beige con una blusa en azul muy bonita, con los zapatos a juego, por supuesto. Y que decir de los chicos, ellos como siempre, perfectos, cada uno en su estilo, pero al fin y al cabo, perfectos. Vi a Louis cómo miraba en nuestra dirección buscándola.

- No sé si va a venir.-le dije.

- ¿Por qué no?

- Ayer nos dijo que no tenía muchas ganas. –le noté algo triste. – pero, hemos venido a pasarlo bien, ¿no? Así que alégreme esa cara, señorito.- y sonrío.- ¿Ves? Así estás mucho más guapo.

Y entramos en la discoteca, que la verdad estaba bastante llena, en seguida nos acercamos a la barra a por algo de beber y nos pusimos a bailar.

(Carol)

Estaba tirada en la cama, tarareando una de mis canciones favoritas cuando sonó mi móvil. Un mensaje con una foto. En la foto aparecía Louis, imagino que en la fiesta, apoyado en la pared con un vaso medio vacio en la mano.

 “Mira quien está esperando a que vengas. Tienes de tiempo hasta que se termine el cubata, creo que después se irá. Em”

Miré una vez más la foto y de un salto me levanté de la cama y fui derecha a la ducha. Me arreglé lo más rápido que pude, me alisé el pelo y cogí el vestido que me había traido de mi casa para ir a la fiesta: de palabra de honor, a la altura de las rodillas, con vuelo, en un rosa fucsia que me encantaba. Me puse los zapatos de tacón blancos y cogí una americana de media manga blanca también. Llamé un taxi y le di la dirección de la fiesta. Cuando llegué, entré y fui a dejar la chaqueta y el bolso al ropero, no me gustaba estar en la discoteca cargando toda la noche con ambos y después me puse a buscarlos aunque había demasiada gente. Entré en una de las pistas de baile y le vi, se dirigía a la salida, me puse delante de él, pero pareció no verme.

- ¿Ya te ibas? –le pregunté.

- Las chicas me dijeron que no ibas a venir. –dijo mirándome.

- Cambié de opinión. –sonreí.

- Me alegro de que lo hicieras. –sonrió también.- Debo decirte que estás increíble, pequeña.

- Gracias Lou. –Como por inercia nos habíamos ido acercando cada vez más y sabía donde iba a terminar todo. Miré la herida en su labio. – No lo hagas, te va a doler. –Le dije. ¡Pero qué estúpida soy! ¡Si es lo que más deseo en este mundo!

- No pienso desperdiciar la oportunidad de nuevo.- Creo que los dos lo deseábamos de la misma manera. Sus labios encajaron a la perfección con los míos. Era un beso dulce, lento, suave, totalmente perfecto. Nos separamos escasos centímetros, los justos para mirarnos y sonreírnos a la vez y besarnos nuevamente.