Capítulo 31.

(Carol)

- ¿Quién llama a estas horas? –pregunté desde mi habitación, aún en la cama.

- Es para ti.-dijo mi primo abriendo la puerta de mi habitación, asomando solo la cabeza.- ¿Puede pasar?

- No.-dije riendo, tapándome hasta la cabeza con la funda nórdica.

- Voy a pasar de todas maneras.-escuché su voz inconfundible y unos segundos más tarde, la puerta se había cerrado y le noté sentarse sobre la cama.- Vamos pequeña, levántate.-dijo destapándome.

- ¿Se puede saber qué haces aquí a estas horas, Louis? –pregunté.- ¿No volvías esta tarde? –negó con la cabeza.

- Veo que te alegras de verme.-dijo irónico.- Pues no sé si voy a querer casarme con la chica que no recibe a su chico como se merece.-se cruzó de brazos, poniendo mala cara. Reí.

- Ven aquí, no seas bobo.-dije incorporándome, acercándome a él.

- Ahora no quiero el beso.-

- Tú te lo pierdes.-contesté y me sacó la lengua, cosa que imité.- ¿No vas a decirme qué te trae por aquí tan temprano?

- Nos vamos de viaje.-

- ¿Qué? ¿Cuándo? ¿A dónde? –pregunté.

- Ahora mismo, bueno, en unas tres horas sale el avión y el destino, tachán, sorpresa.-dijo sonriendo.

- ¿Te he dicho ya lo loco que estás?

- Loco por ti, pequeña.-sonreí y me acerqué más para besarle. Me respondió con otro beso y así estuvimos un rato más hasta que mi querido primo llamó a la puerta.

- Perdón, ¿interrumpo? –ambos reímos y negamos con la cabeza.- Era para avisar que está el desayuno listo.

- Genial, muero de hambre.-dije.- ¿Has desayunado tú ya?

- Pensaba invitarte a desayunar fuera mientras esperábamos al avión pero ya que Rob lo ha preparado.

Bajamos a desayunar y después, subí a hacer la maleta. Era día 27 y según Louis pasaríamos donde fuera que íbamos a ir hasta el día 3. Así que en una media hora con su ayuda, tenía todo lo necesario para esos días. Después me metí a darme una ducha y me vestí con algo cómodo para el viaje: unos vaqueros pitillo oscuros, una sudadera azul clarita y las botas azules.

- Pasadlo bien.-nos dijo mi primo ya en la puerta sonriendo.

- Adoras que te deje solo en casa, eh.-le dije bromeando.

- No sabes cuánto, así puedo invitar a Els.-me contestó.

- Tú como si fuera tu casa eh.-ironicé.

- Por supuesto.-respondió, me acerqué a darle un beso en la mejilla y se despidió de Louis con un choque de manos.- Y cuidado con lo que hacéis, a ver si vais a acabar como Niall y Alice.

- ¡Roberto! –le regañé mientras él y Louis reían.-

Salimos de casa y tras meter mi maleta en el maletero del coche de Louis, nos montamos y pusimos rumbo al aeropuerto.

- ¿De verdad no me vas a decir a dónde vamos? –pregunté por no sé cuanta vez. Negó con la cabeza.

- No preguntes más, no lo sabrás hasta que lo anuncien por megafonía.

- Malo.-dije sacándole la lengua.

- Yo también te quiero.-rió pasando su brazo por mis hombros.

Estuvimos dando una vuelta por el aeropuerto durante una hora y después nos sentamos en una cafetería a tomar algo mientras esperábamos a que saliera nuestro avión.

- Pasajeros con destino a Nueva York vayan a la puerta de embarque número cinco.-dijo la voz de megafonía.

- Ese es nuestro vuelo, pequeña.-dijo levantándose de la banqueta en la que estaba sentado y ofreciéndome la mano.

(Louis)

- Pasajeros con destino a Nueva York vayan a la puerta de embarque número cinco.-dijo la voz de megafonía.

- Ese es nuestro vuelo, pequeña.-me levanté de la banqueta y le ofrecí mi mano que al instante cogió.

- ¿Qué? –dijo sonriendo.- ¿Nos vamos a Nueva York?

- Exacto.-contesté mientras caminábamos hasta la puerta de embarque que habían dicho por megafonía.

- ¿Cómo se te ocurrió la idea? –me preguntó una vez estuvimos sentados en el avión.

- En realidad, hay una sorpresa, bueno más bien, es el regalo de Navidad pero para dártelo teníamos que ir hasta allí.-me miraba con expectación, iba a hablar pero me adelanté.- Y no preguntes qué es.

- Jo.-hizo un puchero y besé sus labios antes de despegar.- ¿Cómo te las apañaste para hablar con mi padre? –preguntó al rato, con la cabeza apoyada en mi hombro.- No tiene ni idea de inglés.-reímos.

- Tu hermana hizo de intérprete.-contesté.

- ¿Y de qué hablasteis?

- ¿Estás muy curiosa tú hoy, no?

- Siempre.-sonrió y levantó la cabeza para mirarme un momento.- Dímelo, anda.

- Digamos que le pedí tu mano por teléfono.-sonreí.-

- ¿Puso muchas objeciones? –rió levemente. Negué con la cabeza.

- Que va. Está encantado de tener un yerno como yo.-reímos los dos.- ¿Has pensado ya qué día quieres que nos casemos?

- Aún no. Pero quiero que sea en primavera. ¿Tú quieres algún día en especial?

- Me da igual, pero estaría bien antes de que Niall y Alice sean papás.

- Completamente de acuerdo. Si quieres cuando volvamos elegimos la fecha en concreto.

- Perfecto.-dije besando su frente.

Al rato se quedó dormida y yo tampoco tardé en hacerlo. Cuando nos despertamos aún quedaban unas tres horas de vuelo que pasaron bastante rápido entre risas y bromas. Llegamos al aeropuerto y tras recoger nuestras maletas, fuimos a la salida y nos montamos en un taxi que nos llevó al hotel donde nos quedaríamos estos días.

- ¿No había una habitación más grande, no? –dijo riendo cuando llegamos a la habitación.

Como era casi la hora de comer, dejamos las maletas y decidimos ir a buscar un sitio donde comer. Bajamos a la recepción y tras atender a un par de chicas que me habían reconocido y de hacerme alguna foto con ellas, salimos a la calle. Nos costó un poco llegar hasta el restaurante ya que cada dos por tres me paraba alguna fan.

Después de comer, volvimos al hotel, estábamos algo cansados del viaje.

- No me puedo creer que estemos aquí.-sonrió tumbándose en la cama. Me eché a su lado.- ¿Sabes? Venir aquí era uno de mis sueños.

- Lo sé.-sonreí acariciando su mejilla.

- Te quiero.-dijo y yo simplemente la besé.

Nos quedamos un rato tumbados en la cama, la miraba y ella no dejaba de sonreír. La veía feliz y eso hacía que yo también lo fuera. Sonreí pensando en la sorpresa que tenía para ella. No se lo podía ni imaginar pero estaba seguro que la iba a encantar.

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¡Hola chicas! ¿Qué tal? Sé que he estado mucho sin subir, pero ya sabéis que estaba con los exámenes y demás. Pero bueno, el caso es que al fin terminé, sí, el sábado fui libre otra vez *-* Así que ahora, como tengo también la otra fic, intentaré subir cada dos días, como hacía normalmente. Espero que os haya gustado el capítulo aunque es un pelín corto. Muchísimas gracias. Os quiero.

Sarai.