Capítulo 41

¡Hola chicas! Os dejo ya otro capítulo, como podéis comprobar la cosa se está poniendo muy romántica*____* y será así durante unos cuantos capítulos más :) Mi otra fic (ahora mimso me pongo a escribir capitulo nuevo): takemetoanotherworld-fic.blogspot.com Como siempre y una vez más muchísimas gracias por leer, por comentar, en fin, por todo. ¡Os quiero!

Hope you like it!

(Niall)

Al despertar a la mañana siguiente con lo primero que me encontré fue con ella, durmiendo a mi lado. Dudo que haya una mejor forma de despertar que viéndola a ella. Estaba feliz, muy feliz por tener a alguien así a mi lado. Llevaba mucho tiempo esperando que apareciera la chica indicada y parecía que al fin había llegado. Me quedé observando cómo dormía durante un rato, era preciosa. Salí con cuidado de no despertarla de la habitación y bajé a la cocina a preparar el desayuno, cuando estuvo listo, lo puse todo en una bandeja y subí de nuevo a la habitación. Toqué a la puerta.

- Servicio de habitaciones.-dije en un tono divertido abriendo la puerta.

Se había despertado ya y estaba mirándome desde la cama con una gran sonrisa. Me acerqué hasta la cama, dejé la bandeja sobre la mesilla y me senté a su lado.

- Buenos días princesa.-dije después de que ella me besara.- ¿Qué tal has dormido?

- Si te digo que perfectamente, me quedaría corta.-sonreí al escucharla y la besé de nuevo.

Nos pusimos a desayunar en la habitación mientras hablábamos de nuestras tonterías como de costumbre. Estaba radiante de felicidad y me encantaba saber que yo era el principal causante de ello. Después de terminar con el desayuno, nos arreglamos para salir a dar una vuelta y pasar toda la mañana juntos.

(Ashley)

Lunes de nuevo. Asco de vida. Clases, clases y más clases. Ojalá todos los meses fueran verano y sin tener que ir al dichoso instituto me decía aún tumbada en la cama. Cerré los ojos de nuevo y me incorporé en la cama, me levanté y fui directa a la ducha. Si me hubiera quedado un poco más en la cama no habría nada ni nadie que me sacara de allí. Desayuné con mi hermana que también tenía clase en la universidad esa mañana y después de arreglarnos salimos de casa. Me despedí de ella cuando nuestros caminos se separaban y fui hasta el instituto. Al llegar estaban como siempre esperándome Rose y Alice.

- Buenos días.-dijeron las dos.

- Lo serán para vosotras.-dije refunfuñando.- Odio los lunes.

- Eres una exagerada, no son tan malos.-dijo Rose.

- Claaaaro, no lo serán para ti, como cuando llegas a casa tienes a Liam allí esperándote.-dije riendo.

- ¿Y eso qué tiene que ver?-dijo ella.

- Tiene que ver, no hay más que verte, desde que vives con él vienes todos los días con una gran sonrisa, a saber qué te dará…-respondí.

- Pues para tu información no es lo que tu crees, ¡mal pensada!-me chilló dándome en el brazo.

- Haya paz por favor chicas.-dijo Alice metiéndose en medio.

- Ahora salta la otra, con ese novio que tiene también está feliz de la vida.-dije.

- Pues sí, lo estoy.-contestó Alice.

- Creo que usted tiene cosas que contarnos señorita.-dijo Rose.

- No hay nada que contar.-dijo Alice sonrojándose.

- Awwwwww, no me digas que tú y Nialler…-dije, ella solo asintió.

- Oh, me alegro un montón por vosotros.-y Rose y yo la abrazamos.

- ¿Y tú qué, qué pasa con Harry? –dijo Alice.

Oh, oh, mal tema, mal tema, Alice.

- Nada de nada.-dije seria. En ese momento sonó el timbre indicando que empezaban las clases.- Luego me voy rápido a casa chicas, no me esperéis.

- Vale.-dijeron las dos y cada una entró a su clase.

Me pasé todo el día durante las clases pensando en él. No entendía muy bien qué había pasado, al principio, el día del picnic y cuando habíamos salido todos juntos parecía que iba  a haber algo entre nosotros pero después, estuvimos toda la semana pasada sin hablar y en la fiesta de Niall apenas nos dijimos nada, solo lo justo. Quizás fue que me hice ilusiones demasiado pronto y creí que yo le gustaba.

El último timbre del día hizo que volviera a la realidad, recogí rápidamente las cosas y salí deprisa del instituto, no quería entretenerme hoy mucho por eso las dije que no me esperaran. Tenía ganas de llegar a casa y no hacer nada sinceramente, pensé que en la fiesta de Niall todo volvería a ser como antes, tenía esa esperanza, pero no fue así y estaba dándole vueltas a todo.

Cuando llegué a casa, mi hermana aún no había llegado y mi madre ya tenía la comida preparada y la mesa puesta.

- Hola mamá.-dije entrando en la cocina y dándola un beso en la mejilla.

- ¿Qué tal el día? –preguntó contesté con un encogimiento de hombros.- Por cierto, hay algo para ti.

- ¿Para mi? –pregunté extrañada.

- Sí, ve al salón, ahí lo dejé.

Hice lo que me había dicho y cuando llegué al salón vi un enorme ramo de rosas rojas, me quedé alucinada.

- ¡Mamá!-grité para que pudiera escucharme.- ¿Estas flores son para mí?

- Sí.-contestó llegando al salón.- No he abierto la tarjeta pero por fuera pone “Ashley Roach” y esa eres tú.

Me acerqué al ramo, olía muy bien y cogí la tarjeta. Mi madre tenía razón, por fuera ponía mi nombre. Miré a mi madre y entendió perfectamente lo que quería, que me dejara sola en el salón, leyendo lo que fuera que pusiera dentro. Empecé a pensar quién podría haberme mandado aquel espectacular ramo antes de abrir y descubrir lo que había escrito. Iba a abrirlo cuando sonó el timbre y mi hermana entró en el salón y al ver el ramo me miró sonriendo.

- ¿Y esto? ¿Quién te lo ha mandado? Porque es para ti, ¿no? –dijo oliéndolo también.- Huele de maravilla.

- Hola a ti también, Em.-dije riendo.- Aún no sé de quién es.-dije toqueteando la tarjeta.

- Ábrelo, venga.-dijo.- O lo haces tú o lo haré yo y la leeré en alto.-me amenazó.

- Está bien, está bien.

Saqué un papelito que había dentro de la tarjeta, escrito a mano, ponía:

“Lo primero de todo, perdón, no sé cuáles son tus flores favoritas pero pensé que estas te gustarían. Son preciosas, como tú. Y lo segundo y más importante de todo, sé que estos días quizás me he comportado como un idiota pero para arreglarlo te propongo que  mañana te fíes de mi y dejes que te rapte durante todo el día. Styles xx.”

- ¿Y bien? –preguntó mi hermana.- No, mejor, espera, déjame que adivine.-me quedé mirándola.- Por esa sonrisilla diría que es de Harry.

- Lee.-le dije pasándole la nota.

- ¡Te quiere secuestrar! –gritó riendo.-

- Shhh, te va a oír mamá, escandalosa.-le dije.

- ¿Qué piensas hacer? ¿Irás verdad?

- Pues no lo sé, últimamente no hemos hablado casi y…-me interrumpió.

- Ash, ¿eres tonta o te lo haces? Ayer me das la brasa durante todo el día diciéndome que eras una tonta por hacerte ilusiones con él, que no le gustabas y bla, bla, bla…¿y ahora me dices que no sabes? Con esto me parece a mí que está demostrando de sobra que le importas, es más, apostaría que le encantas.-dijo algo enfadada.- Además, ya se lo has puesto demasiado difícil al chico, ¿no crees? Mira las flores y la nota, es adorable.-resoplé.

- ¿Qué me voy a poner? No sé dónde vamos a ir.-dije sonriendo.

- Esa es mi hermana.-me abrazó.- Ya pensaremos algo que vaya un poco con todo, ¿te parece? –asentí con la cabeza.-

- Gracias, Em.-dije.

- No seas boba.

Después de comer, subimos a mi habitación las dos y mientras escuchábamos música, Emma me hizo probarme todos los modelitos posibles que tenía en el armario y empezaba a estar un poco harta la verdad. No sabía a qué hora vendría a por mí ni nada, pero mi plan era salir con la mochila como si fuera a ir al instituto, obviamente no podía pedir permiso en casa, la respuesta sería un no rotundo. Aquella noche me dormí pensando en aquella nota, en las flores y en qué pasaría al día siguiente.