Capítulo 33

¡Hola mis querídisimas lectoras! ¿Cómo va todo? Espero que perfectamente. Después de unos días sin escribir por mis exámenes (como ya os dije) he conseguido sacar un ratito estos días para escribir este capitulo y en cuanto lo he terminado he dicho: ¡voy a subirselo a mis chicas! Así que espero que os guste, seguramente este finde pueda subir otro pero no lo sé. Os quiero un montón y muchísimas gracias a todas por leer.

Hope you like it!

(Carol)

Después de que Louis me dejara en casa, subí a mi habitación a cambiarme, me puse el pijama y bajé a la cocina a prepararme algo para cenar. Volví a mi habitación, hoy me apetecía cenar sentada en la cama. Cogí el ordenador, la cámara de fotos y la bandeja con la comida y me senté en la cama con las piernas cruzadas como los indios. Encendí el ordenador, esperaba que estuviera mi hermana conectada, me apetecía hablar un ratito con ella, la echaba de menos, además tenía muchas cosas que contarla. Mientras cenaba me puse a pasar las fotos que había echo por la tarde al ordenador y las estuve viendo. Estaban genial. Entonces sonó mi móvil, lo cogí ya que estaba en la mesilla.

- ¿Diga? –pregunté. Siempre contestaba así aunque viera el nombre de la persona que llamaba en la pantalla, sí, soy tonta.

- Hola Carol, perdón por llamarte a estas horas.

- No te preocupes, ¿qué pasa Liam?

- Verás, es que no dejo de darle vueltas a algo.-dijo

- Creo adivinar a qué.-seguro que era por Rose.- Es por la llamada que recibió Rose, ¿verdad?

- Sí, me tiene preocupado.-se le notaba en la voz.

- Ella siempre ha tenido problemas familiares pero creo que es mejor que te lo cuente ella y no yo.

- Lo sé, ¿me darías la dirección del instituto?

- Por supuesto.-Y eso hice.

- Muchísimas gracias.

- No hay de qué.

- Y perdón otra vez por llamarte tan tarde.

- Que no pasa nada hombre.

- Bueno, bueno.-reímos.- Un beso preciosa.

- Otro para ti, guapo. –Y colgué.

No me dio tiempo a ponerme a pensar en cómo estaría Rose, aunque me podía hacer una idea de por dónde iba la cosa, porque mi hermana se conectó al Skype, estuve un rato hablando con ella, aunque no se creyó que Louis y yo estábamos juntos y que había conocido a todos los demás. Por suerte tenía como prueba las fotos de esta tarde y tendríais que haber visto la cara que se la quedó. Estuve riéndome un buen rato. Cuando ella se marchó y terminé de cenar, decidí imprimir las que más me gustaban para ponerlas por la habitación. La primera que elegí una que me hice con Louis en la que me está besando en la mejilla, la segunda una haciendo el idiota con Harry, la tercera un abrazo conjunto entre Liam, Niall y yo, la cuarta una con Zayn posando como dos chulos, la quinta una con todas mis chicas y la última una en la que salíamos todos.

Bajé la bandeja a la cocina, recogí, subí de nuevo, apagué el ordenador y me metí en la cama dispuesta a quedarme dormida cuanto antes.

(Zayn)

Ya hacía bastante rato que Emma se había ido a toda prisa por llegar antes que su padre a casa. Espero que lo haya conseguido. Terminé de recoger todo y me senté en el sofá, dijo que me llamaría así que esperaré viendo algo en la televisión aunque no había nada interesante. Al poco tiempo, sonó mi móvil, sí, era ella.

- ¿Qué tal has llegado? –pregunté.- ¿Lo conseguiste?

- Bien.-soltó una risa.- Sí, sí, lo conseguí. Es más, él aún no ha llegado.

- Mejor, entonces, ¿mañana nos vemos?

- No va a poder ser. –dijo algo enfadada.

- ¿Por qué?

- Mi madre, estoy castigada durante toda la semana, digamos se ha juntado todo entre lo de llegar esta mañana a la hora de comer sin avisarla que pasaría la noche fuera y lo de llegar tan tarde ahora…El resultado es castigada sin salir.-resopló.- odio que me trate como si fuera una niña pequeña, ya soy mayorcita.

- ¿Y no hay manera de que te quite el castigo?

- Que va, es una cabezota. No sabes las ganas que tenía de pasar mañana el día contigo…-me hizo sonreír.

- Yo también, morena, la semana se me va a hacer eterna sin verte.

- Tengo que colgar, en esta casa siguen pensando que soy un bebé y que no tengo que quedarme hasta las tantas hablando por teléfono.-resopló de nuevo y yo reí.

- Está bien. Que duermas bien.

- Buenas noches.-y colgó.

Me levanté del sofá, me fui a mi habitación y me tumbé en la cama. Se me estaba ocurriendo una idea para poder verla mañana mismo de todas formas.

(Ashley)

Primer día de instituto, otra vez como todos los años teníamos que ir a la dichosa presentación, no sé para qué la verdad, si todos los años repetían lo mismo: que si tenemos que ser puntuales, que si tenemos que estudiar no se cuantas horas y bla, bla, bla. La presentación por suerte era a las 10 y no tenía que madrugar mucho, así que a las 8 me levanté, me duché, me arreglé y me preparé el desayuno, tuve que desayunar sola, cosa que odiaba, pero mi padre salía más temprano que yo para irse a trabajar, mi hermana no tenía aún universidad así que estaría aún durmiendo y mi madre supongo que también porque trabaja desde casa. Fui de nuevo a mi habitación, a coger lo necesario para el día de hoy, me puse el reloj, no soportaba ir sin él al instituto porque si no las clases se me hacían más largas de lo habitual y me dirigí al joyero a coger mi colgante de la suerte como me gustaba llamarlo a mí. Pero no estaba. Juraría que lo dejé ahí, donde siempre. Me senté un momento en la cama a pensar dónde podría estar. Repasé en mi cabeza cuando había sido la última vez que me lo había puesto y fue para la fiesta del cumpleaños de Liam. Es posible que lo hubiera olvidado en la casa de Harry. Miré el reloj, tenía tiempo de sobra y los chicos no vivían muy lejos así que decidí ir a su casa, a ver si estaba allí mi querido colgante. Salí de casa y me metí al metro, después de unas cuentas paradas y unos minutos andando estaba ya en frente de la casa de Harry. Llamé al timbre un par de veces. Louis me abrió la puerta.

- ¡Vaya, qué sorpresa! –nos saludamos con dos besos en la mejilla.- ¿Qué te trae por aquí, Ash?

- ¡Buenos días! Pues verás es que el otro día creo que me dejé aquí un colgante. Probablemente me lo quité para dormir y se quedaría en la habitación de Harry.

- ¿Harry? ¡Qué raro! Tú siempre le llamas Styles.-ambos reímos. Me encogí de hombros.

- Sí, solo cuando está él delante, me gusta picarle.-contesté.

- Bueno, pasa, como si estuvieras en tu casa, ya sabes donde está la habitación.-dijo amablemente y entré.

- Gracias.-sonreí y me dirigí a la habitación de Harry. Llamé a la puerta antes de pasar. -¿Estás visible, Styles?

- ¿Ashley? –oí que decía extrañado al otro lado de la puerta.

- ¿Puedo pasar? Se me olvidó un colgante el otro día

- Si claro, pasa, pasa. –abrí la puerta y entré. 

Le pillé terminando de abrocharse el botón del pantalón, aún estaba sin camiseta y no pude evitar mirar un momento aquellos abdominales que me volvían loca.

- Buenos días, Styles, ¿te he despertado? –dije acercándome y dándole un beso en la mejilla.

- Si hubieras llegado quince minutos antes, sí.-reí.- ¿Qué haces aquí?

- Creo que cuando me quedé a dormir aquí, me olvidé un colgante, me he dado cuenta esta mañana al ir a ponérmelo. –le expliqué.- ¿Lo has visto por aquí? –negó con la cabeza.

- Pero busquemos por si acaso.

Empezamos a buscar por su habitación aunque con lo desordenada que estaba no era un tarea fácil. Después de buscar encima de la mesilla y estanterías, me agaché para buscar debajo de la cama.

- ¡Bingo! Aquí está. –dije cogiéndolo.

- Misión cumplida entonces.- dijo sonriéndome. Miré el reloj, o me daba prisa o no llegaría a tiempo a la presentación.- ¿tienes prisa? –asentí a modo de respuesta.

- Primer día de instituto, así que me voy ya. –le sonreí nuevamente y le besé en la mejilla.- Adiós Styles.

- Adiós Ash. –y salí de la habitación. Bajé casi corriendo y me encontré a Louis terminando de arreglarse.

- Adiós Louis. –le besé también en la mejilla, me contestó con un “hasta pronto”, salí de allí y puse rumbo al instituto.