¡Hola querídisimas lectoras! :) Lo primero de todo pediros un millón de disculpas por dos cosas: por tardar tanto en subir y por que este capítulo es muy cortito. Lo siento, en serio. Pero ambas cosas tienen la misma explicación y es que estoy un poquito bloqueada con la fic, a ver, sé qué quiero que pase, tengo algunas ideas, y además ya tengo el final pero sigo dando vueltas para encajar las cosas y demás porque quiero que quede bien y que os guste. Mañana espero poder subir otro capítulo largo y avanzar bastante.
Para las que no os habéis pasado aún, os dejo mi otra fic de los chicos que parece que (a las que lo leeis) os está gustando bastante :) takemetoanotherworld-fic.blogspot.com
Seguid dejando vuestros comentarios que ya sabeis que me encantan, y bueno ya me callo y os dejo que leais tranquilamente. Perdón otra vez y que os quiero un montón!.
Hope you like it!
(Rose)
- Ni en
sueños.- dije antes de salir por la puerta.
- Más te
vale no hacerlo si no será peor, te lo aseguro.-escuché como Ryan gritaba desde
la puerta.
Él era el
que peor me trataba de todos y el que se atrevía a pegarme cada vez que no le
obedecía. Me tenía por su sirvienta y lo peor de todo es que mi padre lo
consentía, no hacía nada por evitarlo, incluso estos últimos meses él también
me trataba de la misma forma.
Andamos unos
40 minutos antes de llegar al apartamento de Liam. Sacó las llaves y abrió la
puerta del portal.
- Es el
tercero, la puerta de la derecha.-asentí con la cabeza y empecé a subir las
escaleras, él venía detrás. Cuando llegamos, abrió la puerta.- Bueno,
bienvenida a tu nueva casa.-dijo con una gran sonrisa.
Entré
observando cada detalle a mi alrededor. Era un apartamento precioso. Nada más
entrar, a la derecha se encontraba la cocina, más adelante dos habitaciones, a
la izquierda un gran salón con una terraza y al fondo el cuarto de baño.
- ¿Te gusta?
–dijo abrazándome por detrás.
- Sí, es
genial. Muchas gracias por dejarme vivir contigo, Liam.
- No tienes
que darlas.
- Si tengo
que hacerlo.
- No seas
cabezota, anda. –besó mi mejilla.- ven, te enseñaré tu habitación.
Me llevó a
la segunda habitación que había visto antes de pasada, tenía un gran armario,
las paredes pintadas de azul clarito, una cama en el centro con una mesilla al
lado y algunas estanterías. Dejó mi maleta en el suelo.
- Es toda
tuya. Dejo que te instales y esas cosas, estaré en el salón.-me sonrió antes de
salir de la habitación.
Me tiré en
la cama, resoplé mirando al techo. Aún no terminaba de creerme lo que había
echo sobre todo lo de estar viviendo con Liam. Es absolutamente un chico
adorable, no hay nadie en el mundo mejor que él, de eso estoy completamente
segura.
Me levanté
para coger la maleta, abrirla y empezar a colocar la ropa que me había dado
tiempo a coger. Fui poniéndolo todo en el armario y en los cajones. Después
coloqué en la mesilla un marco con una foto que tenía con las chicas y salí al
salón. Liam estaba sentado en el sofá viendo la tele.
- ¿Ya has
colocado todas tus cosas?.-dijo haciéndome un sitio.
- Sí, ya
está cada cosa en su sitio.-sonreí sentándome a su lado.- ¿Qué ves?
- Nada
interesante.-reímos.
- Liam.-dije
apoyando la cabeza sobre su hombro.
- ¿Qué pasa?
–preguntó mirándome.
- ¿Por qué haces
todo esto? Quiero decir…-me interrumpió.
- Sé lo que
quieres decir, por qué te he traído a vivir conmigo si hace apenas unas semanas
que nos conocemos y bla, bla, bla.-reí.
- Sí, eso
exactamente, ¿me lees la mente o qué señorito Payne?-dije.
- Hm es
posible, sí.-ahora rio él.- ¿Qué quieres que cenemos?
- Lo que
tengas por ahí.
- Pues vamos
a ver que hay.-se levantó del sofá y le acompañé hasta la cocina.
Después de
mirar en la nevera nos pusimos a preparar la cena entre alguna que otra risa.
Pusimos la mesa y nos sentamos a cenar, seguimos hablando de cosas, él intentaba
hablarme de cosas graciosas haciendo lo posible para que mi mente no volviera a
todo lo que había ocurrido hoy. Después de recoger, nos sentamos de nuevo en el
sofá a ver una película y cuando terminó, nos fuimos a dormir, había sido un
día duro.
- Buenas
noches, Ro.-me dijo entrando en su habitación.
- Liam.- le
llamé antes de que se fuera.-
- ¿Sí? –preguntó
volviendo a la puerta.
- Aún no me
has contestado a la pregunta de antes.-dije mirándole.