Capítulo 35.

(Carol)

- Vas happenin’ sister! –prácticamente lo dijo gritando. Reí.

- Hola enana.-

- Sabes que no me gusta que me llames así.-dijo con voz seria.

- Vale, vale, lo siento.-me disculpé.- ¿Y a qué debo tu llamada? –pregunté intrigada. Siempre solíamos hablar por Skype.

- Pues verás, he pensado...

- Miedo me das cuando piensas, Bea.

- ¡Déjame hablar! –protestó.

- Venga, sigue.-esperé a que continuara.

- Es que papá se va este fin de semana de viaje y la verdad, no me apetece quedarme con la abuela y había pensado...

- Venir a pasar el fin de semana aquí, ¿verdad? –terminé la frase por ella.

- Sí, más o menos. ¿Puedo? –preguntó poniendo voz de niña pequeña. Apostaría cualquier cosa a que ahora mismo estaba poniendo cara de cachorrito.

- No sé, no sé…-dije haciéndome de rogar.

- Anda por favoooooor.

- Que sí, tonta, sabes que no tienes que pedir permiso.

- Gracias, gracias, gracias. Mañana me tienes allí por la tarde.-dijo ilusionada.

- Avísame cuando llegues para ir a recogerte, ¿vale? Por cierto.-hice una pausa.- tráete ropa para salir de fiesta, el sábado vamos a ir a celebrar el cumple de Zayn.-ahora era cuando esperaba su momento fangirleo.

- Sé lo que estás pensando y no, no voy a gritar hasta que colguemos.-dijo y yo reí.

- Entonces colgamos y te dejo que lo asimiles. Hasta mañana enana y dale un beso a papá.

- Lo haré. Hasta mañana.-y colgamos. Seguramente ahora estaría  abriendo como loca su armario para elegir qué se pondría para la fiesta.

(…)

Había recibido un mensaje de mi hermana, en quince minutos aterrizaría, así que me puse el abrigo y salí a coger el metro para ir a buscarla al aeropuerto. La vi aparecer al fondo de la terminal, moviendo la cabeza hacia todos lados, buscándome. Yo me reía y pasados unos minutos decidí ponerme a hacerle señas con las manos para que me viera.

- ¡Carol! –dijo abrazándome.

- ¿Qué tal ha ido el vuelo? –dije cogiendo su maleta y andando hacia la salida.

- Muy bien.-subimos en el metro y volvimos a casa. Cuando entramos, estaban Els y Rober en el sofá, viendo una peli.

- Eh, ¿cómo estás pequeñaja? –le dijo Rob, viniendo a abrazarla y haciendo que levantara ligeramente los pies del suelo.

- Ay, bájame.-se quejó y reímos.- Hola Els.-la saludó a ella también.

Subí a dejar su maleta en la habitación y cuando bajé, estuvimos hablando un rato los cuatro. Sobre las 8 de la tarde, sonó el timbre. Seguramente serían las chicas, así que me levanté a abrir. Eran las hermanas Roach.

- Puedes quedarte a la noche de chicas, Els.-le dije cuando se levantaron ella y Roberto del sofá.

- En otra ocasión, me va a invitar a cenar, así que tengo que aprovechar.-me contestó.

- Uy sí, aprovecha que esas cosas no las suele hacer muy a menudo.-Él me sacó la lengua.

(Ashley)

Llegamos las primeras a casa de Carol para esa esperada noche de chicas. Nos había avisado de que su hermana pasaría el fin de semana aquí así que en esta ocasión seríamos una más. Después de que Roberto y Eleanor se despidieran de nosotras, empezamos a prepararlo todo mientras esperábamos a que Alice y Rose llegaran. Metimos unas pizzas en el horno y estábamos terminando de preparar la mesa cuando llamaron al timbre.

- ¿Habéis llamado a Paul ya? –preguntó Alice y Carol contestó asintiendo con la cabeza.

- Ha dicho que no hay ningún problema.-sonrió.

Habíamos pensado ir mañana a darles una sorpresa a los chicos, iríamos a verles a los ensayos pero claro, primero habíamos querido pedirle permiso a Paul.

- No me entero.-dijo la hermana de Carol.

- Vamos a ir mañana a ver a los chicos al ensayo para el tour.-le explicó Rose.

- Decidme que puedo ir también.-las cinco nos reímos.

- Claro que sí.-dijo mi hermana.

Terminamos de cenar y después de recoger entre todas la cocina, nos preparamos como hacíamos siempre, unas palomitas, algo de música, los cojines en el suelo y a hablar de nuestras cosas.

- Creo que no hace falta decir quién tiene que empezar esta vez, ¿no? –dijo Alice. Sabía que me tocaba a mí porque entre otras cosas todas se giraron a mirarme a mí.

- A ver, panda de cotillas, ¿qué queréis saber? –pregunté después de soltar un suspiro.

- Queremos saber si Harry y tú…aunque suponemos que sí, así que, venga, habla.-dijo Rose.

- ¿Me vais a hacer pasar la vergüenza de contaros cómo fue? –dije. Seguramente ya me había sonrojado. Todas asintieron.- Está bien.-me miraban atentamente y me estaban poniendo nerviosas.- Por favor, no me miréis así.-solté una risita nerviosa.- Fue el día que tú.-señalé a Carol.- y Louis os fuisteis a Nueva York, Harry me llamó para que fuera a cenar con él…

-----FLASHBACK-----

Llamé al timbre y en seguida me abrió perfectamente arreglado: vaqueros oscuros, camisa blanca y americana azul oscura. Entré seguida de él después de darnos un pequeño beso en la puerta. Cuando llegamos al salón había una mesa para dos preparada, con un par de velas sobre ella y la cena ya lista en los platos.

- Espero que te guste, lo he cocinado yo.-dijo apartando la silla para que me sentara.

- ¿En serio? –asintió con la cabeza.- Eres genial, ¿lo sabías?

- Me lo dicen a menudo.-sonrió sentándose frente a mí.

- Creído.-dije tirándole un trocito de pan, dándole en el hombro.

- Con la comida no se juega, señorita.-dijo y reímos.

Tuvimos una cena estupenda, mientras hablábamos de nuestras cosas o simplemente de tonterías. Ahora me daba cuenta de todo el tiempo que habíamos perdido estando separados, en gran parte por mi culpa y me arrepentía demasiado. Terminamos la cena aunque no me dejó ayudarle a recoger y comimos el postre, que también lo había hecho él, ya sentados en el sofá: yo medio tumbada con mis piernas sobre las suyas.

- Te has manchado, Styles.-le dije riendo.

- ¿Dónde? –preguntó.

- Aquí.-le señalé la comisura de los labios.

- Quítamelo.

- Quítatelo tú, ya eres mayorcito.-le saqué la lengua.

- Pero yo quiero que lo hagas tú.-sonrió pícaro mirándome.

- Que pesadito eres a veces.-dije incorporándome, acercando mi cara a la suya, apoyé ligeramente mi nariz en su mejilla y le limpié con un dedo.

- Eh, así no vale.-se quejó y reí. Se metió un trozo más, manchándose aposta toda la boca de chocolate.- Estoy sucio otra vez.-rió.

- Igual que un bebé.-reí mirándole y con un beso hice desaparecer el chocolate que había en sus labios.

- Mucho mejor así.-susurró cuando nos separamos, antes de besarme de nuevo. Un beso que dio paso a unos cuantos más, y cuando me quise dar cuenta, estaba tumbada en el sofá, con él encima de mí sin dejar de besarnos.- Ash, espera.-dijo cuándo notó mis manos bajo su camisa. Le miré sin entender bien qué pasaba, ¿es que había hecho algo mal?

- ¿Qué pasa, Harry?

- Me has llamado Harry.-sonrió ampliamente.- Solo quería preguntarte si estabas segura después de lo que pasó con, ya sabes.

- Eh.-acaricié su mejilla.- desperdicié mi primera vez, es cierto, pero sé que tú no eres como él, que después de esta noche no me dejarás tirada.-sonreí y él lo hizo conmigo.

- Nunca lo haré.-volvió a besarme, se levantó del sofá, cogiéndome en brazos y empezando a caminar hasta su habitación. Me dejó suavemente sobre la cama mientras yo empezaba a deshacerme de su camisa. Poco a poco, entre besos y caricias, quedamos sin ninguna prenda sobre nuestros cuerpos.- Te quiero Ash.-susurró antes de que nos convirtiéramos en uno solo.

---------FIN DEL FLASHBACK-----------

Un “Aw” por parte de todas inundó el salón en cuanto terminé de contarles lo que había pasado y yo no podía estar más roja.

- El Rizos es un romántico en toda regla.-comentó Carol.

- Que monos por dios.-dijo mi hermana.

- ¿Podemos pasar a que hable otra, por favor? –pedí y todas rieron.

- Rose creo que también tiene algo que contarnos, algo de su cumple, ¿no? –dijo Alice dándole un codazo. Y entonces empezó ella a contarnos lo que Liam le había preparado y que al final después de más de un año de relación había llegado la hora de dar un paso más.

- No sabéis la envidia que me dais todas.-dijo Bea después de que Emma y Carol contaran también cómo iba su relación.

- No seré yo, me siento frustrada.-dijo Alice poniendo un pequeño puchero.

- ¿Y eso? –pregunté yo.

- Niall y yo…que desde que supimos que estaba embarazada pues eso, nada de nada.-dijo y todas reímos.- Sí, sí, reíros. ¡Asquerosas! –se cruzó de brazos.

- Bueno, piensa que solo te quedan cinco meses.-dijo Emma.

- Como si fueran pocos.-volvimos a reír.- 

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¡Hola! Aquí os dejo el capítulo 35. Espero que os haya gustado *-* Intentaré subir en un par de días el siguiente. Muchísimas gracias a todas. Os quiero.

Sarai.