Capítulo 36.

(Bea)

Terminamos durmiendo todas juntas en la misma habitación, la verdad es que mi hermana me daba envidia, de la sana, por supuesto: estaba en la ciudad donde siempre habíamos querido vivir y tenía unas amigas adorables por no hablar de que estaba comprometida con uno de los chicos más maravillosos de este mundo.

Cuando me desperté solo quedaba Ashley en la habitación. Me levanté y bajé a la cocina donde las demás estaban preparando ya el desayuno.

- ¿Ash sigue durmiendo? –me preguntó Emma. Asentí con la cabeza.- Voy a despertarla que ya es hora.- dijo y subió a la cocina.

- Buenos días.-las saludé antes de coger una tostada.

Unos minutos después, bajaron las dos hermanas y cuando terminamos de desayunar, empezó la batalla por quién entraba primero a la ducha.  Y después de casi dos horas, conseguimos estar todas listas para salir en dirección al sitio donde estaban ensayando los chicos. Llegamos allí después de unos veinte minutos de metro y sin ni siquiera haber entrado allí, yo ya estaba nerviosa, y eso que ya los conocía del día de Madrid, pero aun así, no podía evitar estarlo.

Entramos y las chicas saludaron a Paul tan tranquilamente. Y mi corazón y yo ya estábamos fangirleando. Genial.

- Ella es Bea, mi hermana.-me presentó y él me saludó con un beso en cada mejilla.

- Encantado.

- Igualmente.

- Venid conmigo, chicas.-dijo y empezó a andar por el pasillo, nosotras le seguimos.- Ya os lo dije, discreción, ¿vale? Nada de decir las canciones que habéis visto ensayar, ¿entendido? –dijo mirándome a mí especialmente.

- Puedes estar tranquilo.-dijo Carol.

- Soy como una tumba.-dije haciéndoles reír.

- Está bien.-nos sonrió.- Es la segunda puerta.-nos indicó para después desaparecer al final del pasillo.

- Cógeme, Carol, que me muero aquí mismo.-dije en cuanto escuché la voz de Liam empezando con “They don’t know about us” cuando nos acercamos a la puerta.

- Tranquila, Bea.-me dijo Alice poniendo una mano sobre mi hombro.

Entonces sin ni siquiera llamar a la puerta, Emma abrió la puerta y todas gritamos un “FELICIDADES, ZAYN” seguido de una versión del “cumpleaños feliz” algo desafinada. Inmediatamente los chicos dejaron los micrófonos para ir a saludar, bastantes sorprendidos, a sus respectivas novias.

- ¿Qué hace aquí mi querida cuñada? –dijo Louis abrazándome.

- He venido a pasar el fin de semana.-le expliqué cuando me soltó.

- Eso es genial.-sonrió y seguí saludando a los demás con un par de besos a excepción de Harry que me espachurró contra él. Nos sentamos en el suelo para dejarles que siguieran con el ensayo, así que empezaron de nuevo con “They don’t know about us”.

- Creo que voy a robarte el novio.-le dije a Emma cuando terminaron.

- Carol, controla a tu hermana, eh.- Me contestó ella riendo.

- Eh, chicas, chicas, hay Bradford Bad Boi para las dos.-

Ellos se quedaron hablando un rato con las chicas antes de ponerse con la siguiente canción mientras que mi atención había sido captada por una batería que se encontraba en el fondo de la sala. Siempre había querido aprender a tocar la batería. Me acerqué a ella y pasé la mano ligeramente por el platillo.

- ¿Y tú eres…? –dijo una voz detrás de mí que me asustó e hizo que las baquetas, que tenía en la mano, cayeran encima de la batería, haciendo bastante ruido. Él rio aun detrás de mí. Me giré para ver quién era encontrándome con un chico más alto que yo, castaño con el flequillo hacia un lado, alguien fácilmente reconocible para mí.

- Soy la hermana de Carol.-sonreí tímida, agachándome para recoger las baquetas que habían terminado en el suelo.

- Pero supongo que ese no será tu nombre, ¿no? –rio levemente.

- Bea.-dije extendiendo la mano, sonriendo.

- Josh, un placer.-estrechó mi mano, haciendo un suave movimiento, inclinando levemente la cabeza, sonriéndome.

(Carol)

No hace falta decir que “They don’t know about us” es una canción absolutamente perfecta. Después de que la cantaran, hicieron un descanso y estuvimos hablando con los chicos cuando otros cuatro nos interrumpieron.

- ¡Ya estamos aquí para darle caña al ensayo! –gritó Josh. Llegaban ahora para ensayar las canciones con más ritmo. Los saludamos a los cuatro y en seguida se unieron a nuestra conversación.

Estaba buscando a mi hermana con la mirada cuando escuchamos un ruido, miré hacia donde se había escuchado y era mi hermana, liándola un poco para variar porque había estado toqueteando la batería. Se puso roja ya que todas las miradas se posaron en ella, pero después de una risa general, los demás volvieron a lo suyo, mientras yo la observaba, ¿qué la estaría diciendo Josh que no paraba de reír?

Estuvimos un rato más allí, viéndoles ensayar un par de canciones más aunque la verdad es que más que ensayar, hacían un poco el idiota entre todos. Comimos juntos y después nos despedimos, ellos se quedarían un rato más ensayando y nosotras nos fuimos cada una a su casa. Quedamos en vernos ya directamente en la discoteca donde celebraríamos el cumpleaños de Zayn.

- ¿Y bien? ¿Qué te trajiste para esta noche? –le pregunté a mi hermana mientras yo sacaba la ropa que había escogido del armario: un vaquero oscuro ajustado y un top de tirantes morado.

- Te va a encantar.-me dijo abriendo su maleta, cogió algo rápidamente que no pude ver bien y se fue corriendo al baño.- Cuando salga lo verás.-me gritó.

- Eh, eso es trampa, enana.-respondí de la misma forma pero como sabía que no me lo diría, me empecé a vestir, me maquillé con una sombra de ojos rosa clarita, me pinte la raya superior del ojo de un tono parecido al del top y la inferior negra, me puse algo de colorete, rímel y pintalabios rosa. Elegí para esta ocasión no llevar tacones, así que me puse unas botas grises de serraje hasta la rodilla. Estaba terminando de peinarme cuando salió mi hermana del baño.-

- ¿Te gusta? –dijo dando una vuelta sobre si misma. Llevaba un vestido muy parecido al que llevaba la protagonista de “Street Dance ¡a bailar!” cuando va a la ópera: por encima de las rodillas, dorado y con casi toda la espalda descubierta. Lo acompañaba, como hacía la de la película, con unas deportivas totalmente a juego con el vestido, mi hermana no había sido nunca de ir en tacones.

- Me encanta, estás genial.-sonreí.- Hoy vas a ligar con algún londinense, eh.-reímos. Cogí mi americana negra del armario y el bolso, y ella su abrigo y el bolso también.

-  Fiu, fiu.-silbó mi primo desde el sofá cuando nos vió bajar a mi hermana y a mí.

- Fiu, fiu tú también.-le dije y reímos. Se levantó y salimos los tres de casa, camino a la discoteca.

Cuando llegamos allí, ya estaban Harry y Louis esperándonos en la puerta, los demás aún no habían llegado. Los saludamos y mientras charlábamos, poco a poco, fueron llegando todos: primero las hermanas Roach, luego Els, después Rose y Liam, luego Niall y Alice, seguidos de Josh y por último el cumpleañero. Entramos al local y fuimos directamente a la zona VIP donde nos esperaban unas mesas con comida para cenar, cena que transcurrió para variar, entre muchas risas.

- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseamos todos, cumpleaños feliz! –cantamos todos juntos antes de empezar a darle los regalos. Niall y Alice le habían comprado un reloj.

- Es muy chulo, gracias.-dijo Zayn poniéndoselo.

- Nosotros somos los siguientes.-dijo Rose dándole un paquete: unos vaqueros. A continuación, Liam le dio otro: un jersey.

- Espero que te guste.-comentó Liam a lo que él asintió sonriendo.

- El nuestro es el mejor.-dijo Harry pasando un brazo por los hombros de Ashley mientras le entregaba un sobre. Lo abrió y había una tarjetita que decía “vale por un tatuaje”.

- ¿Alguien me acompaña? –preugntó Zayn riendo, enseñándonos la tarjeta para que la leyéramos, al instante, Louis, Liam y Harry levantaron la mano y todos reímos.

- Este de parte de los chicos y yo, claro.-habló Josh dándole otro regalo: una sudadera esta vez.

- No sabíamos que comprarte así que fuimos a lo seguro.-explicó mi primo mientras Els le daba el regalo: una sudadera como las que él solía llevar  con la “M” a un lado.

- Es muy bonita, gracias.

- De las zanahorias.-dijo Louis dándole el nuestro: unas converse all star blancas con el comic de Superman.

- Me encantan.-dijo mirándolas.- Y por último.-dijo mirando a Emma.

- Sí, yo también tengo algo.-dijo ella riendo y dándole otro regalo: una cazadora de cuero.

Guardó los regalos en bolsas y nos levantamos para bajar a bailar a la pista.

- Eh, que falto yo.-dijo mi hermana. Le dio una bolsa pequeña.

- No tenías que comprar nada.-le sonrió mientras lo abría: una camiseta blanca de manga corta en la que ponía “Cool kids don’t dance”.- Es genial.-rió.- Muchas gracias Bea.-besó su mejilla.

(Louis)

Una vez que todos le dimos los regalos y por supuesto, después de que tomáramos un trocito de tarta, fuimos a bailar a la pista de abajo. Bueno, en realidad, fueron las chicas, nosotros preferimos ir primero a la barra a por algo de beber.

- ¿A quién buscas? –le dije abrazándola desde atrás.

- A mi hermana.-contestó.- Hace un rato que no la veo.-

- Estará bien.-besé su mejilla.

- Habrá ligado con algún londinense.-rió dándose la vuelta, para quedar frente a mí y darme un pequeño beso en los labios.-

- Sí, con un londinense llamado Josh Devine.-dije al separarnos, la ví al fondo, bailando con él. Carol inmediatamente se giró para comprobar que lo que acababa de decir era cierto. La vi abrir mucho los ojos, sorprendida.- ¿Pasa algo, pequeña? –negó levemente con la cabeza.

- Es solo que.-

- No te preocupes.-la interrumpí, haciéndola girar para que me mirara de nuevo.- Déjala que disfrute.

- Ni siquiera tiene dieciocho y él…

- ¿Qué crees que pueda pasar si solo se conocen de un día? Nada malo, solo van a pasarse la noche tonteando.-reí.- Además, él es un buen chico y lo sabes.-asintió levemente con la cabeza.- Y tú y yo vamos a pasar la noche bailando, ¿de acuerdo? –respondió a mi última pregunta con un beso y tiró de mí hasta el centro de la pista.

Pasamos gran parte de la noche allí entre bailes, copas, charlas y risas. Sobre las cuatro de la mañana, empezamos a desalojar el lugar y ya que Rober iría a acompañar a Els a su casa, yo llevé a Carol y Bea en coche a la suya.

- Mañana te voy a llevar de compras, sé de una tienda que te va a encantar.-le decía Carol desde el asiento del copiloto a Bea.

- ¡Genial!-contestó.

- ¿Pensáis iros de compras sin mi? –dije haciéndome el ofendido.

- Exacto.-contestó Carol y las dos rieron.

- Tengo una proposición que haceros, señoritas.-dije aparcando frente a su casa.- ¿Qué tal si nos vamos los tres de compras y os invito a comer?

- Hecho.-dijeron prácticamente a la vez y bajamos del coche. Bea se despidió de mi con un beso en la mejilla.- Os he estropeado el final de la noche, ¿verdad? –le susurró a su hermana, pero no lo suficiente bajo para que yo no lo oyera, cuando pasó a su lado para entrar en la casa. Carol negó levemente con la cabeza.

- ¡Si que lo has hecho, cuñada! –grité yo antes de que ella entrara en la casa riendo.

- No grites, vas a despertar a los vecinos.-me regañó Carol, dándome un leve golpe en el pecho.

- Auh.-me quejé y ella rió.

- Buenas noches, Lou.-dijo antes de besarme, nos separamos por la necesidad de respirar, pero antes de que empezara a andar hasta su casa, la cogi de la cintura, reteniéndola conmigo un poco más.

- ¿Hay alguna posibilidad de que tú y yo pasemos mañana solos el resto del día después de que tu hermana coja el avión? –susurré juntando nuestras frentes. Ella sonrió encogiéndose de hombros. La miré levantando una ceja.

- Echaré a Rob de casa.-dijo y sonreí. Me besó de nuevo.-

- Pasaré a las once a por vosotras.-dije dándola otro beso después.

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¡Hola! Sí, probablemente querréis matarme porque llevo cinco días sin subir. Lo siento, lo siento, lo siento, es que no he tenido tiempo para ponerme a escribir... Espero que os haya gustado este capítulo aunque quizás es algo aburrido y va un poco lento...para las que preguntais por la boda y el nacimiento de los bebés, creo que más o menos sobre el capítulo 40 llegará la boda y un par de capítulos después el nacimiento, aunque no es seguro ya que no tengo nada escrito. Muchísimas gracias. Os quiero.

Sarai.