Capítulo 11.

(Zayn)

- Perdona que se comporte así.-dijo Ash cuando Emma salió por la puerta de aquella manera.

- No te preocupes.-le dijo sonriendo.

- Será mejor que vaya con ella.-dijo Ash y cogió sus cosas.- Espero que nos veamos pronto.-me besó en la mejilla.- Luego hablamos chicas.

- Hasta luego.-respondieron las tres antes de que saliera de casa.

- Nosotras también nos vamos.-dijo Rose.

- Eh, que no tengo la peste, no hace falta que os vayáis en cuanto llego.-dije y las tres rieron.

- Yo tengo que terminar de recoger mis cosas, esta tarde viene Niall a ayudarme con la mudanza.-dijo Alice.

- Además seguro que has venido a verla a ella no a nosotras.-dijo Rose.

- Tenéis razón, os tengo muy vistas a las dos.-contesté sacándoles la lengua.

Y después de despedirse, ellas también se fueron. Entramos en el salón y nos sentamos los dos en el sofá.

- ¿Y bien? –dijo.- ¿A qué viene tanta urgencia?

- Si te digo una letra seguro que adivinas de qué va la cosa.-dije soltando después una risita.

- A ver, suéltalo.

- Se trata de Emma.-dije mirando al suelo.- No puedo más, Carol.-seguía sin levantar la mirada.- Necesito tenerla a mi lado.

- Eh, eh.-me cogió de la barbilla haciendo que la mirara.- No te preocupes, aún no sé como pero te ayudaré a recuperarla.

- Gracias Carol, de verdad.-dije y me abrazó.- Llevo todos estos meses pensando qué hacer pero nada es lo suficientemente bueno para conseguirlo.

- Algo se nos ocurrirá, ya lo verás.-me dijo sonriendo.-

Seguimos hablando durante toda la mañana, explicándole más detalladamente lo que había pasado con Emma y pensando qué podría hacer para conseguir que volviera a ser mía, que las cosas volvieran a estar como antes. Entonces alguien interrumpió nuestra charla llamando a la puerta. Carol se levantó en seguida y fue a abrir la puerta.

- Venía a comer contigo.-dijo la voz del ricitos.

- Lo siento, me he adelantado.-dije yo desde el salón.

- Eh, ¿qué haces tú aquí? –preguntó entrando en el salón seguido de Carol.

- Tenía cosas que hablar con ella.-contesté.

- Ah y… ¿se puede saber el que? –preguntó sentándose en el sofá.

- Eres un cotilla, Rizos.-dijo Carol.-

- ¿No me lo vais a contar? –dijo Harry poniendo cara de niño bueno.

- Mientras comemos.-contesté yo.- Empiezo a tener hambre.

- ¿Os importa si pedimos unas pizzas? No hay ganas de cocinar.-dijo Carol.

- Por mi vale.-dije y Harry asintió, compartiendo mi opinión.

Al rato llegaron las pizzas y nos sentamos los tres a comer a la mesa.

- A ver, vosotros dos me vais a contar ahora qué es lo que os traéis entre manos.-dijo Harry mirándonos a los dos, alternativamente.

- Estamos en una misión.-dijo Carol.

- Exacto. Se llama “Reconquista”.-dije riendo.

- De Emma, ¿verdad? –dijo Harry y asentimos.- Y por casualidad ¿no podríamos extender la misión?

- ¿Qué quieres decir? –pregunté.

- Me refería a utilizar la “reconquista” con Ash también.-dijo Harry.

- Uf, esto se está poniendo demasiado complicado me parece a mí.-dijo Carol.

- ¿Sabes algo que nosotros no sepamos, Carol? –pregunté y asintió con la cabeza.

- Según nos contó ayer, al parecer hay un chico en su clase que la gusta.-dijo y ambos vimos como la cara de Harry cambiaba radicalmente.- Lo siento, Hazza.  

- Es igual, no importa, además me di por vencido hace unos meses.-dijo Harry.

- Tío, no digas eso. Tú y yo las vamos a recuperar, créeme.

- Y yo os voy a ayudar en todo lo que pueda, lo prometo.-dijo Carol y los tres sonreímos.- ¿Sabéis? Daría lo que fuera por retroceder en el tiempo, volver a las navidades pasadas cuando todo iba genial y entonces pararlo para que no pasara nada de lo que ha pasado.

(Alice)

Después de comer con mis padres, sí, por raro que parezca hoy estaban en casa, terminé de recoger las cosas que quedaban en mi habitación y meterlas en cajas.

- ¿Te ayudo? –preguntó mi madre entrando en mi habitación.

- He terminado ya casi.-dije.

- No puedo creer que ya no vayas a vivir aquí con nosotros.-la miré extrañada y ella rió.- Sí ya sé que pasamos mucho tiempo fuera pero…

- Lo sé mamá, es el trabajo.-sonreí.- Pero tampoco me voy muy lejos y sabes que cuando estéis aquí vendré a veros, lo prometo.-dije abrazándola.

- Más te vale.-dijo.- ¿Estás segura de lo que haces? –preguntó.

- Sí mamá. Completamente.-sonreí ampliamente y después suspiré.- ¿Sabes? Niall es el chico perfecto.

- Le quieres mucho, ¿verdad?

- Mucho más que eso. Le amo. Como nunca antes amé a nadie.-dije sonrojándome levemente.

- Espero que seas feliz con él.-me sonrió acariciando mi mejilla.

- Estoy segura que sí.-dije y en ese momento escuché el timbre.- Debe ser él.- Y bajé corriendo las escaleras a abrirle.-

- ¿Lista para mudarte conmigo? –preguntó nada más abrir la puerta con una gran sonrisa.

- Lista.-respondí después de besarle.

- Vaya, así que tú eres el famoso Niall.-dijo mi padre saliendo del salón.

- Encantado señor Smith.-dijo Niall tendiéndole la mano.

- Por favor, llámame Nathan.-dijo estrechándole la mano. Mi madre bajó las escaleras a los pocos minutos.

- A mi madre ya la conoces.-dije.

- Claro, encantado de volver a verla.-dijo Niall.

- Nada de hablarme de usted, me haces sentir mayor.-contestó mi madre.

- Está bien.-dijo Niall y todos reímos.

Me ayudaron a bajar las cajas con mis cosas y las maletas con toda mi ropa hasta el coche y a meterlo todo en el maletero y en los asientos traseros del coche de Niall.

- Cuida a nuestra pequeña.-dijo mi padre.

- Lo haré, no se preocupen.-contestó Niall y le sonreí.- Te espero en el coche.-dijo y me besó en la mejilla.

- Os voy a echar de menos.-dije abrazándolos a los dos.

- Y nosotros a ti.-besé en la mejilla a cada uno.

- Os quiero mucho.-dije.

- Te queremos cielo.-dijo mi madre.

- Sé buena, eh.-dijo mi padre bromeando.

- ¡Papá! –protesté sonrojándome y los tres reímos.

- Anda ve, no le hagas esperar más.-dijo mi madre, volví a besarles en la mejilla y monté en el asiento del copiloto.

 

(Niall)

Subió en el coche y arranqué en dirección a mi casa. Bueno, a partir de ahora NUESTRA casa. Me encantaba como sonaba. Ninguno de los dos dejó de sonreír en todo el camino. Más o menos una media hora después llegamos al apartamento, bajamos todas las cajas y maletas del coche y las metimos en casa. Llevé las maletas a la habitación que a partir de hoy compartiríamos. Me parecía increíble que lo último que viera cada día sería ella y lo primero al despertar: ella de nuevo.

- Te he hecho hueco en el armario.-dije abrazándola por detrás.

- Gracias Nialler.- se giró y sonrió volviéndome loco una vez más.

Sus labios ahora mismo me estaban pidiendo a gritos que los atrapase entre los míos y no los dejara ir y eso fue exactamente lo que hice. Un beso que empezó siendo pausado y delicado hasta que nuestras lenguas, ansiosas por jugar entre ellas, decidieron hacerlo apasionado. La hice caminar hacia atrás hasta que cayó en la cama y rió sobre mis labios. Volvimos a besarnos, esta vez, mientras ella enredaba sus dedos en mi pelo, alborotándolo y yo acariciaba su cintura por debajo de su camiseta y lograba deshacerme de ella minutos después. Consiguió quitarme la camiseta y en menos de lo que esperaba solo había dos prendas que nos separaban de disfrutar el uno del otro, así que me encargué cuanto antes de hacerlas desaparecer para poder una vez más hacerla mía, y demostrarle que era la única para mí, que la amaba, que estaba enamorado de ella y que esto solo era un paso más en nuestra relación, en algo que iba a durar para siempre.

~

¡Hola, hola! Sí, podéis matarme si quereis que llevaba muchos días sin subir, lo siento, no he tenido mucho tiempo la verdad...pero bueno, espero que este capítulo os haya gustado. Como siempre, muchísimas gracias a todas, de verdad, no sabéis lo que significa para mí que leais la fic y que dejeis vuestros comentarios :') Os quiero.

Sarai.