Capítulo 43.

(Carol)

Empezamos a bailar aquella canción bajo la atenta mirada de todos los invitados. No podía creer que recordara ese pequeño detalle. No dejamos de mirarnos a los ojos y de sonreír mientras bailábamos. La canción cambió después, ahora sí, a ese tradicional vals que suena en todas las bodas. Esta vez, cambiamos de parejas: Lou con su madre y yo con mi padre. Y poco a poco, la pista se fue llenando de las demás parejas.

- ¿Y ese chico con el que baila tu hermana? –me preguntó mi padre. Giré ligeramente la cabeza para mirar donde estaba ella. Tal y como esperaba: bailaba con Josh.

- ¿No te lo ha dicho?

- ¿Decirme qué?

- Es su novio.-reí levemente al ver la cara de mi padre.- Pero tranquilo, le conozco, es de la banda de los chicos, el batería. Es un buen chico.

- Claaaaro, por eso tanto ímpetu en venir al concierto, ¿verdad? –asentí levemente.- No, si al final terminará viviendo ella aquí también y me dejaréis allí solo.

- Podrías venir aquí.-le sugerí.

- Como se me da tan bien el inglés.-dijo irónicamente.

- Aprenderías si quisieras, papá.-reí.

Volvimos a cambiar de parejas hasta que acabamos bailando todos con todos: primero Harry, luego Liam, después Zayn y para terminar, Niall.

- ¿Seguro que no te molesta?

- Claro que no, bobo. Va a ser genial.

- Pero es tu día.

- Que te calles ya, irlandés.-sonreí.- Vas a hacerlo hoy y punto.

- Señor, sí, señor.

Terminó el vals pero no empezó a sonar más música, cosa que me extrañó. Vi subirse a los cinco al escenario y supe que tramaban algo.

- Queremos dedicarle esta canción a la novia.-empezó a hablar Zayn.

- Aunque me haya quitado a mi Boo Bear.-añadió Harry y reímos.

- A la que debemos mucho por habernos presentado a las chicas más maravillosas de este mundo.-dijo Niall.

- Cierto.-dijo Liam.- Gracias por chocaros aquel día, chicos.-nos miró a Louis y a mí y reímos.- Hablando en serio ya, esperamos que seáis muy felices juntos.

- Te amo, pequeña.-dijo Louis mirándome. No había empezado a sonar la música y yo ya estaba emocionada. Las chicas estaban a mi lado y no pudimos evitar cantar la canción que conocíamos a la perfección.

- Don’t try to make me stay or ask if I’m okay, I don’t have the answer. Don’t make me stay the night or ask if I’m alright, I don’t have the answer.-empezó Harry.

- Heartache, doesn’t last forever I’ll say I’m fine. Midnight, ain’t no time for laughing when you say goodbye.-cantó Liam.

- It makes your lips.-siguió Zayn mientras fijaba su mirada en Emma y Ashley la daba un leve codazo.- So kissable and your kiss, unmissable; your fingertips, so touchable and your eyes…Irresistible.

- I try to ask myself.-siguió Niall colocándose en el centro.- Should I see someone else, I wish I knew the answer.

- But I know.-Harry de nuevo.- If I go now, if I leave then I’m on my own tonight, I’ll never know the answer.

-Midnight doesn’t last forever, dark turns to light-otra vez Liam, sonriéndole a Rose. Ella se sonrojó y todas la miramos en plan “luego nos cuentas qué ha pasado aquí.”- Heartache flips my world around I’m falling down, down, down that’s why.

- I find your lips.­-Zayn con el estribillo.- So kissable and your kiss, unmissable; your fingertips, so touchable and your eyes…Irresistible.-Y después todos juntos.

- Irresistible, irresistible, irresistible, irresistible, irresistible, irresistible, irresistible, irresistible.

El siguiente solo volvía a ser de Harry pero en esta ocasión lo cambiaron, Louis bajó del escenario poniéndose frente a mi para cantar el siguiente trozo.

-It’s in your lips and in your kiss. It’s in your touch and your fingertips and it’s in all the things and other things that make you who you are and your eyes.­­-sonrió acariciando mi mejilla con su mano.- Irresistible.-volvió al escenario después, para terminar todos juntos la canción.

- It makes your lips, so kissable and your kiss, unmissable; your fingertips so touchable and your eyes, your eyes, your eyes…Irresistible.-En cuanto acabaron de cantar, todos empezaron a aplaudir.

 (Alice)

Los chicos terminaron de cantar y todos se bajaron a excepción de Niall, que se colocó nuevamente en el centro y empezó a hablar.

- Tengo algo que decir antes de que sigamos con la fiesta. He pedido permiso a los novios para hacer esto y bueno, digamos, que he sido prácticamente obligado por la novia para hacerlo.-dijo mirándola y ella rió mientras Louis la abrazaba por la cintura.- Supongo que tú y yo, Alice.-dijo mirándome.- estamos haciendo las cosas al revés.-rió.- las parejas primero se casan y después tienen niños pero nosotros hemos hecho primero a los niños.-Le miraba atentamente.- así que sabes qué viene ahora, ¿no? –preguntó y entendí a qué venía todo esto. Me había pillado completamente por sorpresa pero al parecer era a la única y todos los demás lo sabían. - ¿Quiere casarse conmigo, señorita Smith? –dijo desde el escenario, sacando un anillo del bolsillo de su pantalón. Asentí con la cabeza, con algunas lágrimas recorriendo mis mejillas e inmediatamente bajó para abrazarme.- Me haces el hombre más feliz de la tierra.-susurró en mi oído.

- Tú si que me haces la mujer más feliz de la tierra.-contesté antes de besarnos mientras escuchábamos a los escandalosos de nuestros amigos montar jaleo, silbar y aplaudir. Me colocó el anillo en la mano izquierda antes de que las chicas vinieran a abrazarme y después continuara la fiesta.

Seguimos bailando, bueno, en mi caso, moviéndome suavemente, los pequeños pesaban ya demasiado y no estaba para bailes locos ni mucho menos. Un par de horas después, nos despedimos de los novios que iban al aeropuerto para irse a su luna de miel.

(Louis)

Tras cambiarnos de ropa y coger las maletas, fuimos hasta el aeropuerto, donde nos sentamos a esperar que nuestro vuelo saliera. Aún no sabía dónde iríamos y ella no estaba por la labor de decírmelo.

- Ponte esto.-dijo dándome unos auriculares tras mirar la hora en el móvil.

- ¿Qué?

- Que te los pongas, perdería la gracia de la sorpresa si escuchas a dónde vamos.-resoplé pero terminé haciéndola caso.

Estaba la música a todo volumen de manera que no podía escuchar nada de lo que pasaba a mi alrededor. Unos minutos después se levantó y me indicó que hiciera lo mismo. Supuse que ya habían anunciado nuestro vuelo. Me tapó los ojos según íbamos llegando a la puerta de embarque para que tampoco pudiera leer el letrero y cuando entramos en el avión, pude deshacerme de los cascos.

- Me empieza a mosquear tanto secretismo, señora de Tomlinson.-dije ya en el asiento.

- Anda, no seas quejica.-dijo acomodándose en mi hombro. Pasé mi brazo por detrás de ella, abrazándola.

- ¿Me gustará? –pregunté, me miró sonriendo.

- Creo que te va a encantar.

Fue un vuelo bastante largo aunque no se me hizo pesado. Lo pasamos hablando, entre risas, escuchando música y a ratos durmiendo hasta que la azafata nos despertó para avisarnos de que íbamos a aterrizar. Por fin iba a conocer nuestro destino. Bajamos y recogimos nuestras maletas.

- ¿Aun no sabes donde estamos? –me preguntó. Le divertía ser ella la que tenía el control de la situación.

- No.-dije negando con la cabeza. Salimos cogidos de la mano y entramos en un taxi, ella le dijo el nombre del hotel y arrancamos. Al rato, paró, le pagamos y salimos de nuevo con nuestras maletas. Ahora ya sí sabía donde estábamos. Había visto fotos en internet. Estábamos en Bora Bora. Sí, en aquella isla donde los hoteles son cabañas sobre el mar. La miré y ella sonrió.

- ¡Sorpresa! –rió antes de inclinarse para besarme y tiró de mi hasta la recepción, dio mi nombre y en seguida nos entregaron la llave de una de las cabañas. Caminamos por una especie de muelle de madera hasta llegar a la nuestra: la que tenía el número 18. Entramos para dejar las maletas y ella en seguida fue a inspeccionarlo todo, igual que una niña pequeña.- ¿Qué tal si vamos a cenar algo? ¡Me muero de hambre! –reí.

- No te voy a dejar pasar tiempo con Nialler, eh.-me sacó la lengua y salimos de allí, a buscar algún sitio en el que poder comer algo para cenar. Después, volvimos de nuevo al hotel.- Eh, eh, ¿dónde te crees que vas? –dije al verla ir derecha a abrir la puerta de la cabaña. Me miró levantando una ceja.- Estas cosas se hacen así, ¿sabes? –dije acercándome a ella y cogiéndola en brazos.

- Tú has visto muchas películas, ¿no? –dijo sujetándose a mi cuello.

- Muchísimas. Y la novia suele llevar puesto el vestido, los zapatos…

- ¿No te gustan mis zapatillas? –dijo mientras hacía chocar varias veces sus converse blancas. Nos miramos y reímos.

- Que tonta eres.

- Pero te gusta que sea así.-sonrió.

- Me encanta.-besé sus labios suavemente mientras andaba con ella hasta la puerta, abrió la puerta y entramos sin separar nuestros labios, cerré la puerta con el pie antes de dirigirme a la cama. La tumbé con cuidado, colocándome yo encima de ella. Los besos iban subiendo poco a poco de intensidad mientras nos deshacíamos de la ropa del otro que había empezado a estorbar allí.

(Carol)

Me desperté pero ya no estaba a mi lado. Me incorporé en la cama y le vi fuera, en la terraza de la cabaña, apoyado en la barandilla. Me levanté, me puse la ropa interior, su camiseta y salí despacio sin hacer ruido. Llegué hasta él y le abracé desde atrás.

- Buenos días.-dije después de besar su hombro.

- Buenos días.-sonrió dándose la vuelta para quedar frente a mí.- Creí que no te levantarías, dormilona.

- Pues te equivocabas, listillo.-dije riendo y besó mi frente.

- Vamos a desayunar.-me cogió de la mano y tiró de mi hasta el interior de nuevo, donde había una mesa con el desayuno ya listo.

Pasamos una semana fantástica en aquel lugar. Era precioso y tenía el agua del mar de un azul que jamás había visto. Era el sitio perfecto para una luna de miel tranquila y en parte, era por eso por lo que había elegido este destino. Solía estar lleno de parejas, como nosotros, y no había “peligro” de ser perseguidos por fans. No es que me molestara pero quería tenerle unos días solamente para mí. Pásabamos la mayor parte del día tumbados en la arena o metidos en el agua. Sin duda estaban siendo los mejores días de mi vida.

- Creí que volvíamos a Londres.-dijo una vez estuvimos sentados en el avión. Negué con la cabeza riendo.

- Todavía no.-sonreí.- Aún te queda una semana de aguantarme.

- No sé si podré soportarlo.-inmediatamente le di un golpe en el pecho en señal de protesta.- Vamos, era broma. Sabes que adoro estar contigo.-quiso besarme pero me aparté. Le haría creer que estaba enfadada.

- Ya, ya, ahora intenta arreglarlo.

- Venga, no te enfades.-dijo abrazándome. Me crucé de brazos, sin mirarle aún o me entraría la risa.- Carol, mírame, ¿cómo te digo que era una broma? –No aguantaba más.

- ¿Y yo como te digo que has vuelto a picar? –dije riendo mientras su cara era todo un poema.

- Te vas a enterar cuando lleguemos a donde quiera que vayamos.-me amenazó.

- No te tengo miedo, Lou.-le saqué la lengua.

Estuvimos así, picándonos durante la mayor parte del vuelo hasta que a mí, el sueño me volvió a vencer. Nuestro destino para los dos próximos días fue Roma y para los dos siguientes, París. Y tras pasar otros cuatro maravillosos días, aunque muchísimo menos tranquilos que la semana anterior claro, las directioners se habían enterado de dónde estábamos y las teníamos esperándonos siempre en la puerta del hotel (por suerte, a la mayoría le gustaba que estuviéramos juntos), volvimos a Londres pero aún nos quedaban dos últimos días antes de que continuaran con la gira.

- ¿Desde cuándo sabes conducir? –me preguntó. Había alquilado un coche para ir a aquel sitio.

- ¡Sorpresa! –reí.- Hace un mes que tengo el carnet.-sonreí orgullosa.

- ¿Un mes? ¿Y pretendes que te deje conducir?

- Es que voy a conducir, quieras o no.-y arranqué el coche. Se pasó todo el viaje diciéndome que dejara de cantar y prestara atención a la carretera, a lo que yo contestaba con un montón de risas.- ¿Tan horrible ha sido? –pregunté cuando aparqué. Habíamos llegado.

- En realidad no.-dijo riendo. Bajamos del coche para observar aquel paisaje que ya habíamos visto hace tiempo. Entramos en la casa y sonreí al ver que todo estaba como la última vez que habíamos estado allí.

- Quizás para ti es una tontería pero para mí este sitio es especial y quería que pasáramos aquí los últimos días.

- Para mí también lo es, fue nuestro primer fin de semana juntos.-dijo acercándome a él, posando su frente contra la mía. Sí, nuestro primer fin de semana y mi primera vez. Con él.- Te quiero mucho, pequeña.

- Y yo a ti.-sonreímos antes de fundirnos en uno de esos besos que no quieres que acaben por nada del mundo.

(Emma)

Nuevamente los chicos se iban, tenían que seguir con la gira. Estábamos todos en el aeropuerto, menos los recién casados, que aun faltaban por llegar. Estábamos charlando, al final, nos estábamos acostumbrando a esto de las despedidas aunque a mí, seguía sin hacerme mucha gracia. Lo único que me consolaba era que solo sería un mes más y a principios de junio volverían para quedarse y Zayn y yo nos iríamos a vivir juntos. Un rato después, Louis y Carol llegaron así que ahora que estábamos todos reunidos empezaron las despedidas. Nialler era el peor de todos, no quería irse. Y en parte, lo comprendía: a Alice le quedaban dos semanas como mucho para dar a luz y no quería dejarla sola. Al final, después de que las chicas y yo le repitiéramos como mil veces que no se preocupara, que estaríamos pendiente de ella y de que el llamaríamos en cuanto pasara algo, conseguimos hacer que se tranquilizara un poco.

- Llamadnos si necesitais algo.-me dijo Zayn.

- Que sí, no empieces tú también.-reí.

- Vale, vale, no seré pesado.-dijo antes de besarme.- Ve guardando tus cosas para la mudanza.

- Tendré todo preparado para cuando vuelvas.-sonreí y le besé una vez más antes de que todos empezaran a andar en dirección a la puerta de embarque.

(…)

Nos encontrábamos sentadas las seis (sí, Els estaba con nosotras) tomando un café en el Starbucks mientras hablábamos un poco cuando de repente, Alice empezó a decir que no se encontraba muy bien, que la estaban dando unos dolores muy fuertes y se sujetaba la barriga con la mano derecha. Sabíamos lo que eso podía significar, aunque en las últimas dos semanas había habido un par de falsas alarmas. Mi coche estaba aparcado en la puerta así que mi hermana, Alice, Carol y yo nos subimos al coche y Rose y Els nos seguirían en un taxi.

Carol iba detrás, sujetándola la mano a Alice, diciéndola que respirara y se tranquilizara. Esta vez parecía la de verdad ya que ella estaba mucho más nerviosa que las otras dos ocasiones anteriores. Conduje lo más rápido que pude para llegar al hospital cuanto antes. Ayudamos a Alice a bajar del coche y entramos en el hospital, en seguida, un par de enfermeras se la llevaron y nos hicieron pasar a una sala de espera.

- Creo que en esta si que vienen.-dijo Ashley.

- Hay que avisar a Nialler.-dijo Carol sacando el móvil del bolsillo de su pantalón.

¡Hola chicas! ¿Qué tal estáis? Ya se nos acaban las vacaciones, jo. En fin, hoy me ha quedado un capítulo un pelín más corto, creo, pero bueno... Espero que os haya gustado y todo eso. Muchísimas gracias una vez más por todo. No sé cuando voy a poder subir de nuevo...pero en cuanto pueda lo haré. Os quiero.

Sarai.