(Louis)
-¿Estás
lista? –dije gritando desde el pasillo.
-
Dame un minuto.-contestó de la misma forma y unos segundos después, bajaba las
escaleras para encontrarse conmigo.- He quedado con ellos a las seis.-dijo una
vez estuvimos en el coche.
-De
acuerdo.-contesté.- Yo estaré escondido por ahí.-reímos. Habíamos planeado
hacerles una broma a los chicos: Carol iba a decirles que lo habíamos dejado
para siempre.
-
Nos vemos luego.-dijo cuando aparqué el coche unas dos calles detrás del
Starbucks.
- Eh,
¿no se te olvida algo? –dije cuando empezó a caminar.
-
Discúlpeme usted.-rió antes de besarme.
La
di unos minutos de ventaja y cuando la vi entrar en el Starbucks, caminé hasta
allí. Entré con cuidado de que no me vieran y me coloqué en un sitio
estrátegico en el que pudiera escuchar la conversación.
-
¿Y bien? –preguntó Zayn.- ¿Lo habéis arreglado?-ella agachó la cabeza.
-
Es inútil. Hemos hablado pero ya no hay nada que hacer.-contestó y yo tuve que
luchar con todas mis fuerzas por controlar las ganas que tenía de reírme por
las caras que habían puesto.
-
¿Qué? Pero.-empezó a hablar Alice.
-
Nada de peros. Ya no tiene solución.
-
Lo siento mucho, Carol.-dijo Liam abrazándola. Ya no pude aguantar más.
-
Señor Payne, va a dejar sin aire a mi chica si la sigue abrazando así.-dije
apareciendo detrás de Alice y Niall.
-
¿Cómo que tu chica? –preguntó Ash. Carol empezó a reírse.
-
Era una broma.-expliqué.- Hemos arreglado lo que teníamos que arreglar,
¿verdad? –dije mirándola, asintió.
-
¿Cómo has sido capaz de hacernos esto?-preguntó Harry, indignado.
-
Tú eres el que más te lo merecías, por meterte donde no te llaman.-le contestó,
abrió la boca para contestar pero no dijo nada, sabiendo que tenía razón.
-
¿Entonces está todo como antes? –preguntó Rose. Cogí una silla para sentarme
entre Carol y Liam.
-
Bueno, no exactamente igual.-hablé, lanzándola una mirada cómplice.
-
Cierto, lo que me recuerda, que tengo que matarte.-dijo poniendo la mano en el
hombro de Harry.
-
Eh, ¿qué he hecho? –dijo el aludido.
-
Hablar de la cuenta.
-
¿Alguien quiere explicarnos qué pasa? –intervino Emma. Entrelacé mi mano con la
suya y sonreímos.
-
En unos meses, tendremos un nuevo miembro en la familia.-dije.
-
¡Bienvenidos al maravilloso mundo de las cacas y los “no dormir” por las
noches! –dijo Nialler y todos reímos.
-
Habrá cosas buenas también, ¿no? –le dijo Carol.
-
Sí, chupetes y biberones.-contestó y volvimos a reír.
Estuvimos
un rato más charlando allí los diez y después acompañamos a Niall y Alice a
terminar de arreglar algunos detalles para la boda que sería en dos semanas.
(Liam)
Me
desperté y con cuidado, me deshice de su abrazo para levantarme de la cama. La
dejé durmiendo mientras yo preparaba el desayuno y su sorpresa. Estaba seguro
que no se lo esperaba para nada. Cogí zumo de naranja de la nevera, lo eché en
un vaso que después coloqué sobre una bandeja, cogí una taza para poner el café
y un par de magdalenas que sabía que adoraba. Cogí la bandeja y volví a la
habitación, la dejé sobre la mesilla y me senté en la cama para despertarla.
Acaricié su mejilla lentamente y dejé un beso sobre su frente que la hizo abrir
los ojos.
-
Buenos días.-dije sonriendo. Me levanté para coger la bandeja, ella se
incorporó y la coloqué sobre su regazo.
-
¿Y esto?
-
Tu desayuno.
-
Ya sé lo que es.-rió.- me refería que a qué viene esto.-dijo antes de beber un
poco de zumo.
-
En un momento lo sabrás.-dije mirándola.- Tú come. Yo voy a darme una ducha, en
media hora tenemos una entrevista.
-
No entiendo nada.-volvió a reír y esta vez cogió una de las magdalenas.
Mientras,
me metí en la ducha. Sabía que estaría comiéndose la magdalena cogiendo
pequeños pellizcos y que de un momento a otro, lo descubriría. No estaba
equivocado, a los pocos minutos, la escuché llamarme.
-
Liam.-dijo.
-
¿Sí? –pregunté desde la ducha. Cerré el grifo y salí, enrollando una toalla a
mi cintura.
-
¿Tú sabes qué hace esto en mi magdalena? –reí interiormente y salí del baño.
-
¿El qué? –dije sonriendo.
-
Esto.-dijo enseñándome el anillo.
-
Oh, esto.-dije acercándome a ella. Me senté de nuevo en la cama, me humedecí
los labios con la lengua, quizás un poco nervioso por lo que estaba a punto de
hacer.- Verás, Rose, llevamos mucho tiempo juntos y había pensado que ha
llegado la hora de dar un paso más en esta relación.-a medida que hablaba, el
brillo aumentaba en sus ojos. Sonreí y la cogí de la mano.- Rose Parker, ¿quieres
casarte conmigo? –se abalanzó sobre mí y la abracé.
-
¡Sí, sí y por supuesto que sí! –dijo emocionada.
(Ashley)
Quedaban
dos días para la boda y estábamos todas en la tienda de vestidos de novia.
Alice tenía que probarse el vestido y comprobar que todo estaba correcto.
Nosotras, por nuestra parte, nos probamos también por última vez los vestidos
que llevaríamos como damas de honor. Eran violetas, con el pecho palabra de
honor, ajustado y vuelo debajo de este. Salimos del probador casi todas a la
vez y nos miramos las unas a las otras.
-
Estáis guapísimas, chicas.-nos dijo la novia.
-
No más que tú.-dije yo.
-
Como debe ser.-comentó Rose y reímos.
-
Ya verás cuando te vea Nialler, se le quita el apetito.-dijo Carol.
-
No creo que eso suceda nunca.-dijo mi hermana.
Volvimos
a meternos en los probadores después de asegurarnos que los vestidos estaban
perfectos y nos pusimos de nuevo nuestra ropa. Pagamos lo que quedaba y salimos
de allí con todos los vestidos. Decidimos acompañar a Alice a recoger a los
pequeños que se habían quedado con sus padres y luego fuimos todas a su casa.
-
¿Al final habéis decidido ya dónde os iréis de viaje?-pregunté yo. Estábamos
sentadas en el sofá, Alice con Vic en brazos y Carol con Ethan sentado en sus
rodillas.
-
Niall está empeñado en que nos vayamos aunque sea una semana pero no estoy
convencida del todo, no quiero dejar a los niños solos.-explicó ella.
- Nialler tiene razón, tenéis que iros solos y
disfrutar, una solo se casa una vez en la vida.-dijo Carol.
-
Quiere que vayamos a visitar Egipto y es un viaje que yo siempre he querido
hacer.
-
Además, nos dijiste que Maura estaba dispuesta a venirse aquí para cuidarlos,
¿no? –preguntó Rose. Ella asintió.
-
Pues ya está, no veo ningún problema.-dijo mi hermana. Hablamos un rato más,
hasta que conseguimos convencerla de que se fuera esa semana a disfrutar su
luna de miel.
-
¿Os dais cuenta que en unos meses tendremos que ponernos a organizar otra boda?
–dije yo después de un momento de silencio. Todas estallaron en carcajadas.
-
Creo que deberíamos abrir un negocio para organizar bodas.-sugirió Carol.
-
Experiencia vamos a tener, desde luego.-dijo Rose riendo.
(Zayn)
Pasamos
toda la tarde los cinco juntos, sin prensa, ni fans ni nada. Tan solo cinco
amigos pasando un buen rato. Niall y Alice no habían querido una despedida de
solteros a lo grande más que nada para evitar que pasara lo mismo que en la de
Louis, que casi llegamos tarde a la boda, así que, simplemente estuvimos
charlando en casa de Liam, bebiendo unas cervezas mientras jugábamos a la play.
-
Mañana nos vemos, tío.-se despidió Hazza de Niall con un apretón de manos.
-
Y tranquilízate, luego no es para tanto.-le dijo Louis.
-
Pues te recuerdo que tú parecías un flan.-le contestó.
-
Tú no te preocupes, todo saldrá genial.-dijo Liam.
-
Y tú cuida de mis pequeños.-dijo refiriéndose a mí. Esta noche, los dos bebés
se quedarían con Emma y conmigo ya que Alice estaría en casa de sus padres y
Niall en la suya, y con el lío de la boda no podrían encargarse de ellos. Asentí
como respuesta. Terminamos de despedirnos de él y cada uno fue a su casa.
Tenía
el coche aparcado en la puerta así que, después de despedirme de los demás, me
monté para conducir hasta casa. Introduje la llave en la cerradura y después
de girarla un par de veces, abrí la puerta. Inmediatamente la pequeña Anya,
vino a saludarme. Como siempre hacía, me agachaba para acariciarla un momento
mientras ella, contenta, movía la cola de un lado hacia el otro. Segundos
después, Emma apareció al fondo del pasillo.
-
Hola morena.-la saludé antes de que ella se acercara para besarme.- ¿Y los
mellizos?
- Están
durmiendo.-contestó.- ¿Qué tal lo habéis pasado? –me preguntó mientras íbamos a
sentarnos al sofá.
-
Bien, hemos hechado unas cuantas partidas al fifa.- Ella rió.
-
¡Cómo no!
-
¿Y vosotras qué? ¿Hablando de nosotros? –dije divertido.
-
No toda nuestra vida gira en torno a vosotros, listo.-
-
¿Ah no? Yo pensaba que desde el día que nos conocisteis sí.-dije para picarla.-
Oh, espera.-continué.- que giraba ya en torno a nosotros antes de
conocernos.-la saqué la lengua.
-
¡Eres un…!-empezó a decir, sentándose sobre mí, con una rodilla a cada lado de
mi cintura.
-
¿Un tipo adorable? –dije y ella empezó a darme golpes mientras yo reía.
-
Eres un tipo creído e insoportable.-dijo mientras yo sujetaba sus muñecas con
una mano.
-
¿Ah sí? –ella asintió y yo sonreí.- Pero a ti te gusta este tipo creído e
insoportable.-dije mirándola, consiguió soltarse de mi agarre y colocó sus
manos rodeando mi cuello.
-
Algo peor.-acercó su cara a mi oído.- Estoy enamorada de él.-susurró dejando un
beso debajo de mi oreja que hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo y que
una inmensa sonrisa se dibujara en mi cara.
(Emma)
Como
normalmente, desperté antes que él. Era igual que una marmota, nunca se cansaba
de dormir y era prácticamente imposible despertarle. Decidí darle cinco minutos
más, mientras me duchaba para después desayunar y ponerme a arreglar a Ethan y
Victoria. Salí de la cama con cuidado, recogí la ropa que la noche anterior
había acabado en el suelo, la puse sobre una de las sillas de la habitación y
caminé hasta el baño. Me tomé mi tiempo para ducharme y después, enrollé una toalla en mi cuerpo. Empecé a
secarme el pelo cuando sentí unos labios posarse en mi hombro.
-
¿Te has levantado tu solo? –pregunté mirándole por el espejo.- No me lo puedo
creer.
-
Que tonta eres, ¿cómo te crees que me despertaba cuando no estabas tú
aquí?-besó ahora mi mejilla.
-
¿Por qué no vas vistiendo a los enanos mientras termino?
-
De acuerdo.-dejé un pequeño beso en sus labios antes de que saliera del baño.
Tardé
unos cuantos minutos más en secarme el pelo aunque no le hice gran cosa ya que
lo iba a llevar recogido en un moño para la boda. Salí del baño para
encontrarme con una escena un tanto adorable y divertida: Zayn intentando
vestir a los niños y a la vez peleándose con la ropa. Solté una risita y me
acerqué a la cama, donde los estaba vistiendo.
-
¿No ves que lo estás poniendo del revés? –le dije señalándole los pantalones
del pequeño Ethan.
-
Uy, es cierto.-reí de nuevo.- Anda, ve a ducharte, yo termino con ellos.-le
dije.
-
De eso nada, quiero hacerlo yo.-insistió.- Tengo que ir practicando para cuando
tengamos los nuestros.-dijo haciéndome sonreír como una idiota ante la idea de
formar una familia con él.
(Niall)
Se
me hizo raro levantarme y no verla a mi lado. Desayuné rápidamente y me metí en
la ducha. Respiré hondo mirándome en el espejo, terminando de vestirme. Hoy era
el gran día. El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos, corrí a abrir y
tal y como había prometido el día anterior, ahí estaba Liam para hacer de
chófer como en la boda anterior.
-
¿Estás listo? –me preguntó.
-
Un minuto.-me miré una vez más en el espejo, peiné mi pelo un poco con la mano
y cogí la chaqueta del traje.- Podemos irnos.
Nos
subimos en el coche y en unos diez minutos estábamos llegando a la puerta de la
iglesia. Aparcamos en el primer hueco libre y nos bajamos. Había ya unos
cuantos invitados en la puerta esperando que me saludaron al verme. Entré en la
iglesia y me encontré con mi familia. Mi madre fue la primera en venir a
abrazarme y repetirme no sé cuántas veces lo guapo que estaba hoy. Los chicos
también estaban allí, a excepción de Louis, esta vez, el chófer de la novia, al
igual que las chicas.
-
Mira quien ha venido.-escuché que decía Carol y unos segundos después,
aparecieron Ethan y Victoria detrás, andando torpemente. Balbucearon algo que
supuse que sería “papá” y los cogí a ambos en brazos.
Estuvimos
unos minutos charlando lo más bajito posible y aunque entre todos intentaban
tranquilizarme, mis nervios empezaban a ser cada vez mayores, sobre todo porque
ya pasaban diez minutos de las doce y no había ni rastro de Louis y Alice.
Cinco minutos más tarde, apareció Louis.
-
Lo siento tío, el GPS nos ha perdido.-explicó y los chicos soltaron unas
risitas que se vieron interrumpidas por la entrada de mi novia agarrada del
brazo de su padre.
-
Me has hecho pasar los peores quince minutos de toda mi vida.-le susurré cuando
llegó a mi lado.- Creí que te habías arrepentido.
-
Eso nunca.-dijo sonriendo. Hoy estaba más preciosa que nunca. Besé su mejilla y
empezó la ceremonia.
(Alice)
Después
de la ceremonia, fuimos al restaurante donde celebraríamos el banquete. Estuvo,
como no, lleno de risas y creo que todos disfrutamos muchísimo de la fiesta. El
baile que organizamos duró casi hasta las nueve de la noche y después, todos
nos acompañaron a despedirnos al aeropuerto.
-
Disfrutad muchísimo.-dijo Rose abrazándonos a los dos.
-
Pero tened cuidado y no vengáis con un Horan más.-dijo Harry y todos reímos.
-
No os preocupéis por los niños, yo me encargo de ellos encantada.-dijo Maura.
Ella se quedaría esta semana en nuestra casa y así, cuidaría de los mellizos ya
que mis padres no podían por el trabajo.
-
Muchísimas gracias.-le dije yo.
-
Iros ya, pesados, vais a perder el avión.-comentó Zayn.
-
¿Tanto quieres perderme de vista, Bad boy? –le dijo Niall poniendo una especie
de puchero que nos hizo reír. Y los cinco empezaron con sus chorradas de siempre.
Los interrumpió el anuncio por megafonía. Volvimos a despedirnos de todos,
especialmente de Ethan y Vic y nos alejamos de ellos para llegar a la puerta de
embarque.
Me
quedé dormida prácticamente al sentarnos en el avión y no desperté hasta que
llegamos al aeropuerto de El Cairo. Recogimos las maletas y nos subimos a un
taxi que nos llevó hasta el hotel.
-
Necesito cenar algo.-exclamó Niall y yo reí.
-
Con un poco de suerte, todavía está abierto el restaurante.-
-
Crucemos los dedos.-hizo un gesto gracioso y volví a reír. Bajamos después de
dejar las maletas en la habitación y tuvimos la suerte de que aún daban cenas.
-
Me ha dado pena dejar a los niños en Londres.-comenté.
-
Estarán bien.-dijo Niall sonriéndome.
-
Lo sé pero no me gusta dejarlos solos tanto tiempo.-pasó su brazo por mis
hombros cuando íbamos de vuelta a la habitación.
-
No te preocupes, la abuela Horan los cuidará bien.-besó mi mejilla.- Ahora tú y
yo vamos a disfrutar esta semana que tenemos.-llegamos a nuestro piso.- Hemos
tenido muchas noches de llanto y tenemos que recuperar el tiempo perdido,
señora Horan.-dijo cogiéndome en brazos, reí mientras abría la puerta de la
habitación.
-
En eso tiene usted toda la razón del mundo.-dije sobre sus labios, antes de
unirlos en un beso que duraría gran parte de aquella noche.
(Rose)
Hacía
mucho que no sabía nada de mi padre, como un mes o así pero Liam había
insistido en querer hacer las cosas bien, es decir, quería pedirle mi mano a mi
padre a pesar de que yo ya le hubiera dicho que sí hacía ya dos semanas y
claro, para eso, teníamos que vernos. Llamé a mi padre que accedió sin ningún
problema a la comida que le había invitado.
-
Estás preciosa.-dijo abrazándome desde atrás y besando mi mejilla.- ¿Nos vamos?
No quiero llegar tarde a la primera cita con mi futuro suegro.-reí y después de
coger el bolso, salimos de casa cogidos de la mano.
Habíamos
quedado en un restaurante que había cerca de nuestra casa así que no fue
necesario coger el coche. Cuando entramos, divisé a mi padre sentado ya en una
mesa. Le saludé con un beso en la mejilla y Liam con un apretón de manos.
-
Supongo que esta comida será por algo en concreto, ¿no? –preguntó directo mi
padre. Liam carraspeó y empezó a hablar.
-
Señor Parker, a mi me gusta hacer las cosas bien y es por eso que estamos ahora
mismo los tres aquí.-hizo una pequeña pausa, como pensando bien qué iba a
decir.- Amo a su hija y me gustaría que nos diera su consentimiento para
casarnos.-mi padre inmediatamente me miró a mí.
- Si
es eso lo que quieres, Rose, por mi no hay ningún problema.-dijo y me levanté
para abrazarle. Aunque hubiéramos estado separados, le quería como siempre.-
Has demostrado ser un buen chico y sé que seguirás cuidando de ella como has
hecho hasta ahora.-dijo esta vez dirigiéndose a Liam.- Yo también tengo algo
que deciros.-dijo después de que la camarera dejara nuestra comida sobre la
mesa.
-
¿De qué se trata, papá? –pregunté.
-
Marie y yo lo hemos dejado.-dijo.
- ¿Qué?
¿De verdad? ¿Hace cuánto? –pregunté sorprendida y para qué negarlo, emocionada
por la noticia.
-
Hace una semana, no aguantaba más. La pillé con su amante en casa.-me tapé la
boca con las manos.
-
Lo siento mucho.
-
No lo sientas, en realidad debería haberlo hecho hace mucho, te perdí por su culpa.-dijo
cogiendo mi mano.
-
No, papá, nunca me has perdido.-sonreí.
-
Estás invitada a venir a casa ahora cuando quieras.-dijo.- Los dos.-le sonrió a
Liam y seguimos comiendo charlando animadamente.
Nos
despedimos de mi padre quedando en que iríamos a comer con él un día la semana
que viene y en vez de ir a casa, decidimos ir a dar un paseo.
-
Se te ve feliz.-comentó Liam sonriéndome.
-
Lo estoy.
-
Me encanta verte así.
(Harry)
Llevábamos
un mes muy ocupados preparando un nuevo álbum. No parábamos un momento:
entrevistas, sesiones de fotos, últimos retoques en el estudio y más
entrevistas. Ultimamente no había pasado todo el tiempo que me gustaría con Ash
y aunque las cosas entre nosotros iban perfectamente bien, había tenido una
idea genial. Ella saldría en media hora del trabajo, sí, en estos meses de
verano iba por las mañanas a una cafetería para trabajar de camarera asi que
revisé que todo estuviera listo y bajé la maleta al coche. Aparqué frente a la cafetería y salí del
coche. Me quedé apoyado en la puerta de este y ella me vió a través del cristal
y nos saludamos con la mano. Unos minutos después, salió y vino hasta mí. La
recibí con una sonrisa y besó cortamente mis labios.
-
¿Qué haces aquí? –preguntó risueña.
-
Tengo una sorpresa para ti.-dije.- Y antes de que digas nada, no, no te lo voy
a decir.-ella se cruzó de brazos mirándome.- Vamos, sube al coche.
-
A sus órdenes.
Puse
la radio en cuanto subimos al coche, nos esperaba un largo camino hasta nuestro
destino así que había que entretenerse. Conduje durante casi tres horas en las
que estuvimos hablando de todo un poco y cantando las canciones que iban
saliendo en la radio hasta que llegamos. Una playa prácticamente deshabitada,
solamente con una pequeña cabaña en la que pasaríamos los dos días siguientes.
-
¿Qué es todo esto, Harry? –preguntó nada más bajarnos.
-
Una playa, una cabaña.-contesté sacando la maleta del maletero.
-
Me refería a qué por qué estamos aquí.
-
Por que me apetecía pasar unos días contigo, solos sin nadie que nos moleste.
Ni entrevistas, ni paparazzis, solo tú y yo.-dije acercándome a ella.
-
¿Y tu trabajo? Ahora estáis muy ocupados.
-
He dicho que estaba malo.-ella rió.
-
Muy mal, Hazza, eso es mentir.-dijo intentando hacer que me regañaba.
-
Merecerá la pena, estoy seguro.-la robé un beso antes de ir hasta la cabaña
para dejar las cosas.
En
efecto, no me equivocaba, pasamos allí dos días estupendos entre besos,
caricias y juegos en el agua.
(Carol)
-
Lou, ¿quieres dejar de meterme prisa? Estás poniéndome nerviosa.-dije
terminando de maquillarme un poco frente al espejo.
-
¡Es que vamos a llegar tarde!
-
La cita es dentro de una hora y no tardamos ni media en llegar.-Tenía cita con
el médico y quizás hoy nos dirían si tendríamos un niño o una niña.
-
¿Y si nos vamos por si nos atienden antes? –dijo asomando la cabeza por la
puerta de la habitación.
-
Sí, mejor, vámonos a ver si te callas.-le dije riendo. Cogí el bolso y nos
metimos en el coche.
-
¿Cómo puedes estar tan tranquila? ¿No tienes ganas de saber qué será? –me dijo
mientras conducía.
-
Sea lo que sea, será perfecto.-contesté. Y era verdad, me daba igual que fuera
niño o niña porque sería suyo.
-
Por un lado quiero una niña.-él siguió con su debate interno que hacía en voz
alta.- Seguro que saldría rubia y tan preciosa como tú.-reí.- Pero por otro
quiero un niño, le enseñaría todas mis habilidades jugando al fútbol y mis
técnicas para ligar.-mi carcajada fue mayor.
-
Seguramente de las técnicas de ligue se encargaría Harold.-dije.
-
Oye, ¿insinúas que no sé ligar? Por que creo que no me ha ido nada mal, ¿no?
-
No insinúo nada.-dije entre risas mientras aparcaba en el aparcamiento del
hospital.
Entramos
y, como aún no era la hora, nos mandaron a sentar a la sala de espera.
-
¿Carolina Tomlinson? –dijo una enfermera y ambos nos levantamos para seguirla a
lo largo de un pasillo.
Entramos
en la consulta donde nos estaba esperando el doctor. Me tumbé en la camilla,
levanté la camiseta y el médico puso un poco de gel sobre mi tripa que ya
empezaba a crecer. Observó durante unos minutos al bebé por la pantalla y
apreté la mano de Louis que se encontraba a mi lado. Era muy emocionante ver
que aquella cosa tan pequeñita que estaba dentro de mí, la habíamos creado
nosotros.
-
¿Y bien? ¿Qué es? ¿Niño o niña? –preguntó Louis.
-
Hm.-dudó un momento mirando mejor.- Es una niña.-dijo y Louis depositó un beso
en mi mano. Ambos sonreímos.- Está todo perfecto.-quité el gel con un papel y
después de despedirnos de él, salimos de la consulta. Cogí el móvil para mandar
un mensaje a mi padre y avisarle. Louis llamó a su madre mientras caminábamos
para salir de allí con su brazo rodeando mis hombros.
-
Sí, mamá, todo está bien.-asintió.- Sí, sí, una niña.-ahora negaba y reí.- No
hace falta, ya sé qué nombre le vamos a poner. Exacto.-estaba en silencio y era
su madre la que hablaba ahora, me miró, rodó los ojos haciéndole burla. Este
chico no tenía remedio.- Claro, de tu parte. Sí, iremos pronto. Te quiero.-y
colgó.
-
¿Así que ya tenemos nombre y no lo sabía? –pregunté.
-
Mónica, como tu madre.-de un momento a otro mis ojos se cristalizaron. Era un
bonito detalle por su parte.
-
No llores, pequeña.-me abrazó y besó mi cabeza.
-
Te quiero.
-
Y yo a ti.-sonreí y nos besamos.- Ahora tenemos un problema.-dijo.
-
¿Cuál?
-
Que yo quiero tener un niño.
-
No veo el problema.-me encogí de hombros.
-
Ay, pequeña, que no lo entiendes.-dijo negando con la cabeza.- quiero un niño,
es decir, no vamos a parar hasta tenerlo.
-
No hablas en serio, ¿verdad?
-
Totalmente.-
-
Estás loco.-reí.- ¿Y si yo solo estoy hecha para traer niñas al mundo?
-
Me buscaré entonces a otra que traiga un Tomlinson a la familia.
-
¡Oye! –le regañé.
-
¿Qué? Es que siempre he estado rodeado de chicas.-se excusó.- Pero no te
preocupes, tendría el niño y luego volvería contigo.
-
No lo estás arreglando, Tomlinson.-dije queriendo parecer enfadada.
-
Es broma tonta.-me abrazó de nuevo.- No necesito a nadie más que a ti.
Aquí estoy de nuevo después de un montón de días. Lo siento, es que me ha costado un montón escribir este último capítulo, se me resistía. No sé, no me convence demasiado pero bueno. Espero que os haya gustado este último capítulo de la fic, como veis todo a acabado con su final feliz, todas las parejas contentas así que no podéis matarme. No penséis que os librais de mí tan facilmente, el domingo por la tarde (si me da tiempo), como muy tarde el lunes, subiré el epílogo y ya os escribiré un testamento poniendome sentimental y dandoos más detenidamente las gracias. Así que, nos leemos en el epílogo. Os quiero.
Sarai.