Capítulo 27.

(Louis) 

Estaba apoyada sobre mi pecho, completamente dormida cuando desperté. Me quedé mirándola, con una sonrisa dibujada en mi cara.

- ¿Qué miras? –preguntó al abrir los ojos y verme observándola.

- Buenos días, Lou, ¿qué tal has dormido?-dije imitando su voz.- Muy bien y ¿tú? –dije de nuevo con mi voz y ella rió.

-  Que idiota eres.-dijo.

- Vaya manera de dar los buenos días tienes tú, eh.-me quejé.

- Buenos días, mi pequeño zanahorio.-sonrió besándome después.

- ¿Ves? Así mucho mejor.-la besé yo.

- Pero no me has contestado a la pregunta de antes.-

- ¿A cual? –pregunté.

- A la de qué mirabas con tanta felicidad.-dijo.

- A ti. Pensaba lo perfecto que sería levantarme cada día y verte dormida a mi lado.-Me moría de ganas porque algún día aquello pasara. Ella sonrió al escuchar mis palabras.

- ¿Quieres no decirme cosas tan bonitas desde primera hora de la mañana? –dijo y yo contesté negando con la cabeza. Me besó otra vez.

- Y vamos a desayunar, tengo hambre.-dije separándonos. Bajamos a la cocina a hacer el desayuno.- ¿Qué vas a hacer en Navidad? ¿Vas a ir a pasar unos días a España?-pregunté sentándome frente a ella.

- No lo sé todavía, ¿por?

- Quiero que vengas a conocer a mi familia.-contesté.

- Me da vergüenza, Lou.-dijo mientras mordía una ensaimada.

- Vamos, mi madre quiere conocerte y mis hermanas también.-dije poniendo mi mejor cara de niño bueno, sabía que así no podría negarse.

- Ag, está bien.-

- Y bueno, tengo algo planeado para fin de año.-

- Tú y tus planes me dais miedo, mucho. No sé si lo sabías.-reí. Exageraba demasiado.- ¿Y cuántos días ocupan tus planes? Tengo que estudiar para aprobar en enero y poder seguir con la carrera al año que viene.

- Unos dos o tres días. ¿Qué harás cuando se acabe la beca? ¿Vas a volver a terminarla allí? –resopló haciendo que el flequillo de su frente se revolviera.

- No tengo ni idea, Lou. Pero la beca acaba en enero y no sé, había pensado en buscar un trabajo para estar aquí hasta septiembre que tenga que volver.-

- Eso es buena idea, pero no la de volver en septiembre. Quiero que te quedes aquí.- Me negaba rotundamente a perderla.

- También quiero quedarme. Aún es pronto para pensar en eso.-sonrió.

Seguimos desayunando tranquilamente. Una idea rondaba mi cabeza y no dudé un momento más en decírselo.

- Cásate conmigo.-solté haciendo que se atragantara.- Eh, pequeña, no te mueras.-reí levemente.

- ¿Qué? –dijo mirándome con los ojos muy abiertos, sorprendida.

- Lo que has oído.-dije.- Cásate conmigo.-repetí.- Sé lo que estás pensando, que si somos jóvenes todavía y bla, bla, bla pero yo solo sé que te quiero, que estoy completamente enamorado de ti y que quiero verte a mi lado cada día cuando despierte, así hasta el final.

- Estás loco.-susurró con una sonrisa.

- ¿Qué me dices? –pregunté mirándola, esperando una respuesta.

- No.-dijo mirándome, muy seria.

¿Qué? Sé que es precipitado y un poco una locura, pero pensé que diría que sí, que ella querría tanto como yo.

Nos quedamos mirándonos en silencio unos segundos, yo no sabía que decir cuando de repente, soltó una carcajada.

- Tenías que haberte visto la cara, mi pequeño zanahorio.-dijo con dificultad, no podía parar de reírse. Me levanté de la silla, andando lentamente hacia ella, mirándola.

Ella se levantó de su silla y salió corriendo, riendo, siendo una escandalosa, como siempre, y yo, detrás de ella, hasta que la alcancé, cogiéndola por la cintura, dejándola frente a mí.

- Eres muy mala.-dije acercando mi cara a la suya, casi susurrando sobre sus labios.

- No lo he podido evitar.-rió levemente.

- Sigo esperando una respuesta, pequeña.-dije en el mismo tono, apoyando mi frente contra la suya, cogiendo sus manos entre las mías, entrelazando nuestros dedos.

- Sí, claro que sí.-sonreímos los dos antes de unir nuestras bocas.- Te quiero.-susurró al separarnos.

- Te quiero futura señora Tomlinson.-dije haciéndola sonreír.

(Carol)

- Me gusta como suena.-una sonrisa inmensa se había apoderado de mi cara.

- ¡Buenos días parejita! –dijo mi primo entrando por la puerta.- ¿Qué es lo que te gusta como suena, enana?

- Buenos días.-contestamos.

- ¿Qué tal anoche? ¿Os fuisteis muy tarde?-pregunté acercándome a él para darle un beso en la mejilla.

- Solo un poco más tarde que vosotros.-respondió.- No me has contestado.-Lou y yo nos miramos y sonreímos.- Venga, contádmelo.

- Acabo de pedirle que se case conmigo.-dijo Louis abrazándome por detrás.

- ¿Qué? –dijo sorprendido.

- Ya vemos lo que te alegras, Rob.-dije riendo.

- Claro que me alegro, idiota.-dijo abrazándome.- Es solo que me habéis pillado desprevenido.-Lou y yo reímos.

Terminamos de desayunar y recogimos la cocina antes de empezar a arreglarnos. Quedaba solo una semana para Navidad y quería ir a comprar los regalos. Estuvimos toda la mañana comprando por el centro de Londres, intentando encontrar el regalo perfecto para cada uno, comimos fuera y por la tarde continuamos con las compras, aunque más bien, compraba algunos adornos para decorar la casa. Volvimos y entre Louis, Rober y yo pusimos el árbol y dejamos la casa totalmente navideña.

(…)

- Ya está aquí, enana.-me llamó mi primo desde abajo.

- Voy.-grité desde mi habitación. Cogí el abrigo, me puse el gorro, los guantes y la bufanza, cogí mi bolso y la pequeña maleta que había preparado para estos días. Bajé y estaban los dos hablando en la puerta. Me acerqué a Louis para saludarle con un beso en los labios. Él me quitó la maleta de la mano y se la llevó para guardarla en el maletero.

 - Pasadlo bien.-dijo Rob abrazándome.

- Cuidame la casa.-dije.

- Lo haré, no te preocupes.-me contestó y besé su mejilla.

Salí de casa para subirme en el asiento del copiloto, Lou encendió la radio y arrancó el coche, poniendo rumbo a Doncaster. No se me hizo largo el camino entre las tonterías que decíamos y las canciones que íbamos cantando. Todo iba bien hasta que vi el cartel que indicaba que habíamos llegado en la carretera, ahí fue cuando los nervios empezaron a salir. ¿Y si no le caía bien a su madre? ¿Y si no les gustaba a sus hermanas?  Esas preguntas y mil más se agolpaban en mi cabeza, cosa que él pareció notar ya que puso su mano sobre mi pierna, intentando decirme que me tranquilizara pero no podía, ésa era la verdad.

- ¿Lista? –preguntó mirándome, cuando paró el coche. Negué con la cabeza.- Vamos pequeña, están encantadas de que vengas a pasar unos días, lo sé.

- Eso lo dices para que me calme.-

- Eso lo digo porque es verdad.-sonrió y después se bajó del coche. Hice lo mismo y me puse a su lado. Agarró mi mano y caminamos hasta la puerta, besó mi mejilla antes de llamar al timbre.

~

¡Hola chicas! ¡FELIZ NAVIDAD! Espero que pasárais una buena noche ayer y que el gordito de rojo os haya traido algún regalito. Yo por mi parte, os regalo un capítulo, aunque sé que es un pelín corto, pero bueno, espero que os haya gustado *-* Muchísimas gracias una vez más por todo, sois las mejores y lo sabéis. Ah, una última cosa, para las que no os hayais pasado ya, esta es mi nueva fic: makeyoufeellikethefirsttime.blogspot.com Os quiero.

Sarai.